Día del Libro: seis títulos ecologistas recomendados por El Eco de LOS40
Con motivo de esta fecha tan especial, te recomendamos seis libros, uno por cada uno de nuestros territorios.

Seis lecturas ecologistas para el Día del Libro. / Jerome Tisne
Planeta, bosques, animales, agua, aire y consumo. Son los seis territorios que componen El Eco de LOS40, y en los que cada día distribuimos nuestros reportajes para que estés al tanto de todo lo que afecta al planeta que compartimos. Hoy, con motivo del Día del Libro, te proponemos otros tantos títulos para que, ademas de leer esta web, dediques un rato a informarte o entretenerte en cada uno de ellos. ¡Toma nota!


PLANETA
‘El monte de las furias’, de Fernanda Trías (Random House).
La escritora uruguaya Fernanda Trías denuncia en esta apasionante novela, publicada este mismo año, las dinámicas de mercado que sacrifican el planeta. A través de un estilo que posee una fuerte carga simbólica, cuenta la historia de una mujer solitaria, conocida como "la montañesa", que custodia una frontera montañosa en un territorio salvaje. Desde esa premisa aborda también problemáticas personales como los abusos, el abandono, la violencia o la infertilidad.


BOSQUES
‘El nombre del mundo es Bosque’, de Ursula K. Le Guin (Minotauro).
Publicada originalmente en 1972, esta obra sigue estando de plena actualidad por su enfoque en la deforestación y la explotación de recursos naturales. K. Le Guin narra la historia de una colonia militar que recolecta madera en el planeta ficticio de Athshe, esclavizando a los nativos y destruyendo el ecosistema. La obra contiene mensajes anticolonialistas y antimilitaristas, y ha sido reconocida por su sensibilidad ecológica y su crítica a la destrucción del medio ambiente. De hecho, sirvió de inspiración para la exitosa película 'Avatar'.


ANIMALES
‘Sólo un poco aquí’, de María Osina Pizao (Random House).
Premio Nacional de Novela 2024, ‘Solo un poco aquí’ es un original libro que nos invita a ver el mundo desde el punto de vista de distintos animales: desde las aves a los perros, pasando por los insectos. Todos ellos son testigos del impacto que tiene el ser humano sobre el planeta y sobre su existencia, invitando ademas a una profunda reflexión sobre conceptos como las migraciones. Una mirada distinta al mundo animal cargada de poesía y belleza.

Te recomendamos lecturas ecologistas para el Día del Libro. / Kohei Hara

Te recomendamos lecturas ecologistas para el Día del Libro. / Kohei Hara


AGUA
‘El mar que nos rodea’, de Rachel Carson (Editorial Crítica).
Somos agua, literalmente. Y el planeta está cubierto por ella en un 71% de su superficie. De esa premisa partió Rachel Carson para dar forma a uno de los grandes clásicos de la literatura ecologista. ‘El mar que nos rodea’, escrito en el lejano 1952, propone un recorrido fascinante por todos los aspectos de la ciencia marina en un cautivador estudio acerca del proceso de formación de los océanos. Su lectura invita a reflexionar sobre el origina de la vida, íntimamente ligado al agua.


AIRE
‘Carmaggedon (Autocalipsis)’, de Daniel Knowles (Capitán Swing).
El británico Daniel Knowles, periodista de 'The Economist', analiza con agudeza el impacto que tiene en nuestras sociedades, especialmente las urbanas, el uso abusivo del coche. Un fenómeno con infinidad de derivadas entre las que está, claro, la contaminación ambiental. Y un problema para el que también hay soluciones. De cara a explorarlas, Knowles analiza las políticas de movilidad de cuatro ciudades muy distintas: En Autocalipsis, Knowles analiza fundamentalmente las políticas de movilidad de cuatro ciudades: Ámsterdam, Copenhague, Tokio y Nueva York.


CONSUMO
‘El decrecimiento explicado con sencillez’, de Carlos Taibo (Los Libros de la Catarata).
El escritor madrileño Carlos Taibo es uno de los más firmes defensores del decrecimiento, teoría que denuncia el daño social y ecológico causado por la búsqueda del crecimiento infinito y aboga por un cambio radical de modelo. En este libro, Taibo explica el concepto de manera sencilla al tiempo que invita a recuperar la vida social que hemos ido perdiendo, desarrollar formas de ocio creativo, distribuir el trabajo, reducir el tamaño de muchas de las infraestructuras que hoy empleamos, restaurar el vigor de la vida local y, en última instancia, apostar por la sencillez de forma voluntaria.