¿Cuándo empieza el Cónclave y cuánto puede durar?
El Vaticano iniciará este proceso para elegir al sucesor del papa Francisco próximamente

El Cardenal Pierbattista Pizzaballa / Mario Tama
El esperado Cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzará el 7 de mayo de 2025. Este evento, uno de los más secretos y solemnes de la Iglesia Católica, reunirá a 135 cardenales menores de 80 años en la Capilla Sixtina del Vaticano. La elección del nuevo papa es un proceso riguroso y lleno de tradición, que puede extenderse desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo del consenso entre los cardenales.
¿Cuánto puede durar el Cónclave?
Históricamente, la duración de los cónclaves ha variado significativamente. El cónclave más corto registrado duró solo 10 horas en 1503, mientras que el más largo, celebrado en Viterbo entre 1268 y 1271, se extendió por casi tres años.
Sin embargo, en tiempos modernos, los cónclaves suelen durar entre dos y tres días 7, aunque pueden prolongarse si los cardenales no logran ponerse de acuerdo rápidamente.
Así es el proceso para elegir al nuevo Papa en el Cónclave
El Cónclave se inicia con una misa especial llamada Pro Eligendo Pontifice, seguida de la entrada de los cardenales en la Capilla Sixtina, donde se lleva a cabo la votación. Cada cardenal escribe en secreto el nombre de su candidato en una boleta, y el conteo se realiza de manera meticulosa. Para ser elegido, el candidato debe obtener dos tercios de los votos. Si no se alcanza este consenso, las votaciones se repiten hasta que se logre un acuerdo.
Durante el Cónclave, los cardenales están completamente aislados del mundo exterior, sin acceso a teléfonos ni internet, y bajo estrictas medidas de seguridad. La única comunicación con el exterior se realiza a través de la chimenea de la Capilla Sixtina: el humo negro indica que aún no se ha elegido al nuevo papa, mientras que el humo blanco anuncia que la Iglesia Católica tiene un nuevo líder. Esto también es conocido como la fumata blanca y fumata negra.
El proceso de elección es profundamente espiritual y se acompaña de momentos de oración y reflexión. Si después de tres días no se ha elegido un nuevo papa, los cardenales toman una jornada de silencio y oración para meditar sobre el camino a seguir. Este enfoque busca garantizar que la elección del nuevo pontífice sea guiada por la fe y el discernimiento espiritual.