El gran apagón despierta la fiebre por los productos de supervivencia y reabre el debate sobre la autosuficiencia energética

A las 12:33 del lunes 28 de abril de 2025, España vivió el mayor apagón eléctrico de su historia reciente. Una desconexión repentina dejó sin suministro a gran parte del país, afectando también al sur de Francia y Portugal. Durante más de 10 horas, ciudades enteras se sumieron en la oscuridad y el silencio tecnológico, hasta que el suministro empezó a restablecerse lentamente pasadas las 20:00 horas. La normalidad no volvió completamente hasta bien entrado el martes, cuando muchos ciudadanos todavía no habían recuperado la cobertura de sus respectivos operadores de telefonía.

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Más allá del impacto inmediato, el apagón ha generado una ola de reflexión sobre nuestra vulnerabilidad energética y ha provocado una respuesta social inmediata: prepararse mejor para la próxima vez.

Auge en la demanda de productos de supervivencia

Plataformas de compraventa como Milanuncios reportaron un aumento del 36% en la demanda de productos básicos de emergencia como radios, hornillos, camping gas y velas, alcanzando su pico entre las 20:00 y las 23:00 del mismo lunes. Muchos de estos artículos aparecieron también como nuevos anuncios, publicados por usuarios que, al parecer, decidieron desprenderse de excedentes o buscar alternativas más rentables tras el susto.

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Esta reacción de los ciudadanos no es del todo inesperada. En marzo, con lo que algunos llamarían una capacidad de predicción pasmosa, la Comisión Europea ya había recomendado que cada hogar contara con un kit de autosuficiencia de 72 horas, compuesto por agua, alimentos no perecederos, radio, linterna, cargadores, dinero en efectivo y un medio para cocinar sin electricidad.

La energía solar: ¿una solución viable?

En este contexto, muchos hogares también han empezado a replantearse seriamente la inversión en energía solar doméstica, no solo como alternativa sostenible, sino como elemento esencial de resiliencia.

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¿Qué beneficios tiene instalar placas solares?

1. Autosuficiencia energética parcial o total, especialmente si se combina con baterías.
2. Ahorro en la factura eléctrica: en zonas con buena radiación solar, la inversión puede amortizarse en unos 6 a 10 años, dependiendo del tamaño de la instalación y el consumo del hogar.
3. Seguridad frente a apagones: algunos sistemas permiten funcionar en modo "isla", es decir, desconectados de la red eléctrica.
4. Revalorización del inmueble: una casa con energía solar y baterías es más atractiva en el mercado inmobiliario.
5. Reducción de emisiones: contribuye activamente a la lucha contra el cambio climático.

¿Y los inconvenientes?

• El coste inicial ronda entre 5.000 y 12.000 euros para una vivienda unifamiliar, dependiendo de si incluye batería.
• Requiere espacio en el tejado y orientación adecuada.
• Los sistemas más autónomos (con batería y generador de respaldo) siguen siendo significativamente más caros.

Pese a ello, el número de hogares que apuestan por el autoconsumo se ha disparado en los últimos años. Según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2024 se instalaron más de 200.000 sistemas de autoconsumo en España, y se espera que esta cifra aumente tras eventos como ‘el gran apagón de abril’.

Una lección nacional

El gran apagón ha evidenciado la fragilidad de nuestra infraestructura eléctrica y nuestra fuerte dependencia de una red centralizada. Aunque las autoridades aún investigan las causas y siguen mareando al ciudadano a través de los medios, lo que está claro es que millones de ciudadanos no estaban preparados.

El mensaje es claro: no se trata de vivir con miedo, sino de vivir preparados. Tener un pequeño kit de supervivencia, informarse, instalar una radio de emergencia o incluso invertir en energía solar puede marcar una gran diferencia. La luz se apagó durante horas, pero la conciencia colectiva parece haberse encendido.