Natalia Lacunza vuelve con 'Un Castigo': “Lo nuevo que viene es una mezcla de la Natalia del pasado y de la Natalia del futuro”
La artista nos habla sobre su nueva canción, su posición en la industria musical y lo que viene con su próximo álbum
Natalia Lacunza en las instalaciones de LOS40. / Marta Córdoba Aparicio
Natalia Lacunza está de vuelta. La artista de Pamplona ha sacado su nuevo single Un Castigo, su primer adelanto de su próximo nuevo álbum. Y es que la cantante ha vuelto con este nuevo single a su “yo” más clásico.
Un Castigo habla de lo que mejor sabe hablar Natalia: del desamor. “Siempre tuve una corazonada con este tema. Creo que es el más pop y el más entendible para distintos tipos de públicos, y eso fue un poco lo que me hizo decir: “Venga, pa’lante, tíralo el primero”".
En esta canción, la cantante se aleja de ese pop más electrónico que experimentaba en DURO (su anterior EP (2023)) y vuelve al pop alternativo melódico que la caracterizaba de su anterior –y primer - álbum, Tiene que ser para mí. “Me pareció guay sacarlo como primer tema porque tiene mucho que ver con canciones del pasado, con ese tono más pop, una melodía más clara, un mensaje sencillo pero potente. Me apetecía hacerle honor a esa "Natalia del pasado"”.
Además, no ha lanzado su nuevo sencillo sola, lo hace acompañada con un feat con Jesse Baez, aunque Natalia nos confiesa que “en un principio no iba a ser una colaboración”. Natalia seguía a Jesse desde hace tiempo y un día decidió escribirle por Instagram. “Le estaba dando muchas vueltas: ‘¿Le escribo o no le escribo?’, porque me daba un poco de palo, ¿sabes? Pero dije: ‘Venga, tía, no pierdes nada’”. Le mandó un DM: “Oye, tengo un tema de mi disco que quizá te puede gustar, dime qué te parece”. Jesse lo escuchó y le encantó. “Es que parece que está escrita para él”, cuenta. El tema ya estaba casi terminado, sin pensar en una colaboración, pero él grabó directamente el verso que ella había compuesto. “Y fue perfecto. La unión de las dos voces, los arreglos vocales, los colores... quedan súper bien”.
Natalia Lacunza en "Un castigo" / Noah Pharrell
Natalia Lacunza en "Un castigo" / Noah Pharrell
Escribir desde lo autobiográfico
Con su nuevo single, Natalia vuelve a su yo más vulnerable. “Es la única manera que conozco de hacer música”, dice. “Siempre pienso que no puedo escoger qué música hago, la música se escoge sola. Hago lo que me sale, y ya está. Siempre hay ese punto de vulnerabilidad: hablar de lo que me perturba, lo que me roba la atención o me causa conflicto. A través de la música consigo entenderme mejor y deshacer esos nudos”.
Esa es la magia —y también el riesgo— de hacer música desde lo autobiográfico: puedes sentirte más expuesta. Pero a Natalia eso parece no preocuparle demasiado, o al menos no lo piensa mucho. “Si fuera completamente consciente de lo que digo, no sacaría música. Nunca pienso en cómo lo va a interpretar la gente. Hago el ejercicio de creatividad y ya. Cuando se acerca el momento de sacarla, pienso: "¡Exposed!". Pero está guay, porque la gente necesita sentirse identificada, y creo que me hago un favor a mí misma y también a ellos”, comenta.
Si fuera completamente consciente de lo que digo, no sacaría música. Nunca pienso en cómo lo va a interpretar la gente
Un álbum en evolución
Y es que Un castigo es el primer adelanto de su próximo álbum, del que no hay fecha todavía. Natalia nos adelanta que este disco “es una continuación: tiene algo de la Natalia antigua, que necesitaba recuperar a nivel melódico y de escritura, pero también mucha experimentación”. Promete sorpresas: “Nunca me habéis escuchado cantar así, ni decir lo que digo de esa manera. Es un poco la Natalia del pasado y del futuro. No siento que sea una nueva etapa ni que cierre la anterior, sino una evolución lógica”.
Y Un castigo no será la única colaboración del disco. Natalia avanza que habrá tres temas compartidos: “Estoy muy contenta, todas son internacionales. Puede que algunos artistas no os suenen, pero me da igual, porque los admiro muchísimo. Aportan frescura y riqueza al álbum”. La artista apuesta por un pop alternativo en español con influencias globales: “Hay mucho de UK, por ejemplo”.
Natalia Lacunza en "Un castigo" / Noah Pharrell
Natalia Lacunza en "Un castigo" / Noah Pharrell
En 8 años de carrera musical, la artista solo ha lanzado un álbum en 2022, y cuatro EPs. Defiende la idea de que hay que dejar tiempo a crecer la creatividad para que puedan salir cosas: “creo que la creatividad no se puede medir en tiempo, y eso va contra cómo funciona la industria. Hacer canciones no es hacer zapatos”, cuenta.
¿Pero hay presión? Natalia cuenta que en muchas ocasiones siempre es inevitable: “A veces piensas: “Tengo que sacar algo ya, porque se van a olvidar de mí...”. Esos pensamientos están ahí”. Al final siempre dice que confía en su intuición para cuando hay que sacar la música “Cada proyecto tiene su naturaleza y su tiempo. A veces una canción tiene que salir ya, pero el álbum espera un año más. O al revés. Pero creo que adentro una lo sabe. La intuición manda.”
Entre dos aguas en la industria
Han pasado casi ocho años desde que Natalia salió de Operación Triunfo, el programa que marcó el inicio de su carrera. Ya no es una promesa emergente: es una artista consolidada. Aun así, confiesa sentirse “entre dos aguas”. Aunque su música convive con lo mainstream, no termina de encajar del todo: “Soy una artista que, aunque tenga cierta compatibilidad con el mainstream, mi música no encaja del todo ahí. Tengo público mainstream, sí, pero mi proyecto se comporta de forma más indie. Y aunque esté en una major, mi proyecto tiene alma de independiente. Estoy aprendiendo a estar ahí, porque eso trae dudas y quebraderos de cabeza”.
Tengo público mainstream, sí, pero mi proyecto se comporta de forma más indie
Ocho años en la industria dan para mucho, y aunque Natalia ha recorrido un largo camino, lo que más ha aprendido es a “liderar mi propio proyecto, porque nadie lo va a cuidar como yo”. La artista recuerda sus primeros años tras salir de Operación Triunfo con nostalgia, admitiendo que salió "muy disociada de OT, viví esos primeros años en una nube”.
Hoy, sin embargo, se siente más madura y consciente de todo lo que implica su carrera: “Ahora sé todo lo que está pasando. Y con eso vienen miedos, dudas, muchas cosas que afectan tu estado mental. Más allá de la creatividad, hay una parte dura de estar en esta industria. Pero bueno, aquí estamos”.
