Muere, con 30 años, la influencer Amanda Borges: Su cuerpo se encontró calcinado en una habitación de hotel en Japón
Ha sido detenido un hombre como sospecho del supuesto crimen
Amanda Borges, en el Gran Prix de Suzuka 2025. / @ammandaborges/ Instagram
Amanda Borges Da Silva, una influencer y modelo brasileña muy aficionada a la Fórmula 1 y especialmente a Lewis Hamilton ha muerto en extrañas circunstancias. Su cuerpo fue encontrado sin vida y calcinado en la habitación de un hotel en Narita (Japón) el pasado 1 de mayo, aunque ha sido ahora que su presunto asesino ha sido detenido, cuando ha salido a la luz.
Fue su novio el que dio la señal de alarma al perder la comunicación con ella. Su novia, de 30 años, había viajado al país para el Gran Premio de Fórmula 1 de Suzuka que se celebró el pasado 6 de abril. Viajera incansable, se había quedado por el país para seguir compartiendo contenido.
De hecho, su última publicación es del 25 de abril. Un carrusel de imágenes de las cosas que le habían llamado la atención del país. “¡Gracias Señor! Por cuidarme tan bien y permitirme vivir momentos especiales. ¡Enamorada de este país!”, escribía junto a esas fotografías y vídeos. Es en los comentarios de esa publicación donde sus seguidores compartieron sus mensajes de despedida.
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Hombre detenido
El caso está abierto y bajo investigación. Aunque en un principio se pensó que podía haber sido víctima de un incendio accidental, las pesquisas de la policía hicieron sospechar que pudiera tratarse de un crimen. No se encontraron los objetos personales de la fallecida y el cuerpo presentaba lesiones y algún tipo de sustancia toxicológica en su organismo. Todo eso llevó a pensar que fue drogada para robarla.
Se ha detenido a un joven de 31 años, de Sri Lanka, que fue visto en las cámaras de seguridad huyendo de lugar del incendio y que se piensa que pudiera ser el asesino.
"Amanda era una joven llena de vida, apasionada por la Fórmula 1 y con un futuro prometedor. Solo queremos saber la verdad", expresó su hermana en los medios brasileños.
Murió haciendo una de las cosas que más le gustaban, viajar. El Gran Premio de Suzuka no fue más que una excusa para recorrer Japón, y visitar sus templos, el parque Disney de Tokyo o el monte Fujimori.
También era una amante de la música y tan pronto la veíamos en Rock in Río como en un concierto de Post Malone.