La historia de Morgan Freeman que te volará la cabeza

Durante años, Morgan Freeman ha sido la voz de Dios, la conciencia de la humanidad, el detective de policia que acompañó a Brad Pitt en su peor viaje y el guía de Tim Robbins por una cárcel corrupta. Pero resulta que hasta las voces celestiales tienen sus zonas de sombra. Prepárate, porque esta historia podría hacer que Woody Allen parezca el suegro ideal de una cena familiar.

La nieta que no lo era, pero casi

Todo comenzó con E'Dena Hines, nieta adoptiva de Freeman. Para ser precisos: hija de la hijastra del actor, a quien él ayudó a criar desde que tenía unos años. Hasta ahí, todo bien. Lo que desató un huracán mediático fue el rumor de que Freeman y Hines mantenían una relación sentimental. Sí, eso mismo que estás pensando.

El escándalo estalló en 2009, cuando tabloides como el National Enquirer afirmaron que Freeman tenía una relación "romántica secreta" con Hines desde que ella tenía 17 años. Él lo negó rotundamente, por supuesto. La familia también. Pero el daño estaba hecho: Hollywood y Twitter (en sus primeros años de toxicidad, todavía sin filtro) se convirtieron en una especie de juicio público lleno de chistes incómodos y gifs de sorpresa.

Un final trágico y una historia turbia

La historia, lejos de quedar como una anécdota bizarra, tuvo un final trágico. En 2015, E'Dena Hines fue asesinada a puñaladas por su novio, Lamar Davenport, durante lo que él describió como un exorcismo motivado por celos. Sí, Hollywood no escribe guiones tan retorcidos como la realidad.

Durante el juicio, Davenport afirmó que E'Dena le había confesado una relación incestuosa con Freeman. Pero estas declaraciones no fueron corroboradas por ninguna otra fuente, y Freeman nunca fue investigado ni acusado formalmente. Aun así, el tema revivió los rumores que ya parecían haberse archivado junto con otras leyendas urbanas del espectáculo.

¿Es Hollywood un episodio de Black Mirror?

Lo irónico de todo esto es que, mientras Morgan Freeman hacía de Dios o mentor sabio en sus películas, su nombre comenzaba a colarse en los mismos susurros de los pasillos oscuros donde también habitan figuras como Woody Allen (quien se casó con la hija adoptiva de su ex), Roman Polanski (exiliado por violación de una menor), y Kevin Spacey (con más demandas que premios ahora mismo).

Si Freeman fuera un personaje de ficción, probablemente estaría diciendo algo profundo con voz pausada mientras el mundo se desmorona a su alrededor. Pero no, es parte de ese extraño club de Hollywood donde los iconos de la virtud en pantalla guardan cosas raras en el armario.

¿Qué hemos aprendido hoy, niños?

En primer lugar (vaya siempre por delante), no podemos tomar todo lo que se dice por verdad absoluta, pero "cuando el río suena, agua lleva". El carisma en cámara no garantiza un expediente limpio fuera de ella y Hollywood es el lugar donde puedes ser la voz de la moral en el cine, mientras los rumores más insólitos —y a veces inquietantes— flotan a tu alrededor.

Morgan Freeman sigue trabajando, sigue narrando documentales, y sigue siendo venerado por millones. Pero detrás de esa voz de National Geographic, o de roles inolvidables como el del Detective Somerset en Se7en, hay una historia que muchos prefieren olvidar; el tema es que yo me he enterado tarde y os la he tenido que contar. Rumore, rumore.