Marina Reche lo intentó y volvió a triunfar en Madrid acompañada por Samuraï, Alba Reche y Juancho Marqués
'Lo he intentado Tour' concluyó ayer en la Sala La Riviera, pero marcó el futuro de una artista que crece a pasos agigantados

Marina Reche en Madrid, enero de 2025. / Borja B. Hojas
La primera vez que vi a Marina Reche en concierto no fue hace mucho. El 3 de octubre de 2024, la ilicitana vendía todas las entradas del que también era uno de sus primeros conciertos en solitario en España (el segundo en la Sala But de Madrid).
Hace siete meses, cerca de mil personas fueron testigo del gran potencial de esta baladista pop cuyas canciones no se cantan ni se corean, sino que se gritan hasta el desgarro (e incluso hasta dejar sin palabras a su propia intérprete). En un directo de Marina, cada estrofa y cada palabra hace que a una se le llene la boca imaginando que el mensaje llega a su destinatario, aunque esté a kilómetros de distancia.
Ayer, 227 días, casi 20 shows, 3 países y 2 continentes después, Marina Reche volvía a la capital de nuestro país para poner punto y final a 'Lo He Intentado Tour', su primera gira propia como solista y una primera era como cantante que ha venido marcada por una etapa muy dulce a pesar de la amargura de sus letras.
LOS40
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Porque sí, No fue así, Dos extraños, Quien me enseñó a amar, Mil preguntas, Por si quieres volver, 13+1... Todas (incluidas en sus EPs claridad y oscuridad) hablan de desamor, de romances que pudieron ser y no fueron, de historias y experiencias universales que toda chica ―desgraciadamente― ha vivido alguna vez. Sin embargo, no todas están acompañadas de melodías tristes. A veces, el pop alegre en compañía de guitarras eléctricas o de sintetizadores camufla el dolor de la composición, provocando irremediablemente que bailemos y saltemos a lágrima viva, aunque tengamos el corazón completamente roto y estemos desconsoladas. Algo que pasó durante Oro, A x ti, Por si quieres volver o No me ves.
Y eso es precisamente lo que volvió a ocurrir anoche en la Sala La Riviera de Madrid. Marina salió al escenario con los sentimientos a flor de piel, avisando de que aquello "apenas acababa de empezar" y ya tenía ganas de llorar. No obstante, la cantante supo recomponerse y ofrecer a su público su mejor versión. Un público que, por cierto, en menos de un año se ha duplicado.
Durante una hora y media, 2.000 personas pudieron vivir y revivir sus temas favoritos en vivo, con un pequeño matiz diferenciador en comparación al concierto de octubre. Y es que Marina está en auge. Su crecimiento a lo largo de este último medio año ha sido exponencial, logrando reunir a cientos de miles de personas en Lolapallooza Argentina (un festival de música con capacidad para 300.000 personas). Quizá por eso quiso modificar el setlist de la gira e incluir Buenos Aires, el canto a una ciudad que tantas cosas buenas le ha regalado.
A pesar de su ascenso, el show de anoche estuvo dedicado a sus orígenes, sus primeros pasos. De ahí que quisiera estar arropada no solo por su familia, sino también por sus amigos más queridos; algunos, como Nicole Wallace, Eva B, Carla Menéndez, Álvaro de Luna o Jorge Motos, a pie de pista en el emblemático recinto de la ciudad.
De este modo, pudimos disfrutar de colaboraciones junto a Juancho Marqués (con quien interpretó A ciegas); junto a su hermana Alba Reche (con quien cantó Digna de ti); junto a Samuraï (con quien compartió a duo Así); o GOMZ, que acompañó a la artista al violín durante Vida en el campo.












