'Hurry Up Tomorrow', el videoclip que mejor encapsula el fin de una era marcada por el éxito y la fama para The Weeknd
Abel Tesfaye se despide de su popular alter ego con una sentida y emotiva canción
The Weeknd ha muerto. No lo decimos en sentido literal, sino metafóricamente. Abel Tesfaye se ha despedido este mes de mayo de su popular alter ego, el que le ha elevado en las listas de éxitos con canciones como The Hills, Can't Feel My Face, Starboy, I feel it coming, Blinding Lights, Die For You o Save Your Tears.
El artista ha dicho adiós a su etapa más fructífera por partida doble. Por un lado, con una película cuyo título es el mismo de su último disco, Hurry Up Tomorrow. Un film protagonizado por el propio cantante, Jenna Ortega y Barry Keoghan.
Por otro, con un vídeo musical final que, a ojos de sus fans, ha sido la mejor conclusión que podría haberle dado a esta era marcada por su estrellato, la fama y la construcción de una identidad en paralelo a su verdadera esencia.
LOS40
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"Después de ver la película, esta canción resuena aún más intensamente dentro de nosotros. Y este vídeo musical es simplemente MAGNÍFICO Gracias Abel. No lo merecemos, pero tú nos bendices cada vez más. Dios te bendiga y te cuide muy bien", ha compartido un seguidor en X (antes Twitter).
"Es una obra maestra", "El último soliloquio es con el que muchos nos identificamos a nuestra manera. Te hace llorar y te ahoga cada emoción. Gracias, Abel, por la terapia y por decir lo que tantos nos hemos dicho en la quietud de la noche, cuando nadie nos escucha", han expresado otros.
Aunque a muchos fans la película no les ha gustado nada (y así lo han hecho saber en redes sociales), lo cierto es que hay quien ha partido una lanza en favor de la producción audiovisual, incluso después de ver el videoclip: "Es absolutamente esencial ver Hurry Up Tomorrow dos veces, y esta canción realmente se convirtió en la mejor del álbum después de la película".
El clip nos introduce al interior de una casa a través de una puerta roja. En sus paredes vemos fotos familiares de Abel junto a su familia, hasta un retrato que reza "una familia es lo que convierte en hogar una casa".
En el corazón del domicilio está Tesfaye tocando el piano cuando, en un momento dado, la fachada desaparece para tornar en una especie de escenario iluminado por un juego de luces en tonos dorados y ocres. Señal de que el alter ego ha llegado al final de su vida.
