Silvia Alonso se sincera sobre la presión mediática en su relación con David Broncano
La pareja lleva saliendo cuatro años, pero su interés ha aumentado en los últimos meses
David Broncano y Silvia Alonso / Carlos Alvarez
Silvia Alonso y David Broncano se han colado en el foco mediático de la crónica social, prácticamente de la noche a la mañana. El interés por el cómico ha aumentado esta última temporada gracias a su presencia diaria como presentador de La Revuelta -recordemos que se emite cada noche, en el horario con más telespectadores frente al televisión-, y ese interés se ha extrapolado a su relación sentimental.
El presentador y la actriz comenzaron a salir hace alrededor de cuatro años tras conocerse durante la grabación de La Resistencia, donde ella iba de invitada. Y, aunque nunca se han escondido ante las cámaras, han mantenido su privacidad en primer plano todo lo que han podido hasta la fecha. Un reto que se está haciendo complicado con la presencia de la prensa del corazón acechando alrededor de la pareja.
Durante la presentación de la serie Ladrones: la tiara de santa Águeda, el último trabajo de la intérprete junto a Alex González, Alonso habló sobre la presión mediática que vive en su relación con David Broncano. "Nunca es natural que se metan en tu vida privada. Tampoco es algo sobre lo que pueda hacer algo. Entonces, bueno, intento como no prestarle mucha atención", expresaba a Europa Press durante la alfombra roja en Madrid.
LOS40
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Con estas palabras, la actriz deja claro que prefiere que su relación con el humorista siga quedando en un segundo plano entre la crónica social del país, pues quieren seguir llevando su relación con la mayor discreción.
Aun así, la actriz ha sido invitada al programa de su pareja en varias ocasiones, sin cortarse al responder las famosas preguntas que el presentador lanza a todos los que se sientan en el sofá marrón. “Este mes he follado poco, y que más de 100", aseguró Silvia Alonso durante su última intervención en el diario. Unas declaraciones que el propio Broncano quiso responder: "¿Poco, de qué? ¿Poco, de qué?", contestaba.
