Macarena Puchades comparte el desgarrador relato de su complicada operación a vida o muerte tras saber que le quedaban 7 horas de vida
La influencer ha visto cómo su vida cambiaba de un día a otro

Macarena Puchades comparte el relato del diagnóstico que le cambió la vida. / @bpmacarena / Tik Tok
Tras varios días compartiendo muertes de influencers, hoy toca recordar que no siempre todo es malo. Eso sí, la vida te puede cambiar de un día para otro. No dejamos de escuchar testimonios que nos lo recuerdan, pero parece que hasta que no lo vivimos, no somos realmente conscientes. La influencer Macarena Puchades ha compartido la historia de su vida que cambió de repente. Y lo ha hecho desde la esperanza porque, tras enfrentarse a una operación de vida o muerte, con solo un 5% de posibilidades de sobrevivir, ahora puede contarlo.
En el vídeo de más de 13 minutos que ha compartido la vemos aparecer con una venda en la cabeza y gafas oscuras que se quita un momento para mostrarnos un ojo tapado. Su objetivo era mentalizar a todos de lo valiosa que es la vida.
Su relato comienza en el 12 de mayo, un día más en el que se levantó como cualquier otro día y se fue de compras. Empezó a marearse y llamó a su madre con la que estuvo hablando mientras iba en coche a trabajar a la farmacia. Mareos, vértigos y un brazo paralizado, contaba con la voz quebrada recordando esos momentos tan duros. Aunque lo peor estaba por llegar.
Al día siguiente, seguía encontrándose mal y decidió ir a urgencias. Allí la atendieron en seguida porque tenía contactos y le hicieron todo tipo de pruebas que daban resultados positivos. La mandaron a casa, pero ella volvió a urgencias porque seguía encontrándose mal, ya no podía mover un brazo.
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Ingreso y diagnóstico funesto
La ingresaron para hacerle un tac. Mientras esperaba en la habitación con su novio llegó el resultado a su móvil y lo abrió. “Me salió un informe que me cambió la vida. Literalmente me detectaron un cavernoma, tuve un derrame cerebral. Un cavernoma es sangre desprendida y lo tenía en un sitio muy extraño”.
Cuando llegó el médico le dijo que se estaba muriendo, que no podían operarla, y que, si lo hacían algún día, “era porque me iba a morir sí o sí. Me dijo que mi vida podía, a partir de ahora, ser uno, dos, cinco, seis meses lo que viviera”.
Estuvo 20 días ingresada con un tratamiento de corticoides para ver si lograban desinflamar la zona. Fue perdiendo la sensibilidad en diferentes partes de su cuerpo, la pierna, el abdomen, “sentí una sensación muy rara y le preguntaba a mi madre, ‘mamá, ¿esto es morirse?’ porque realmente yo sentía que me estaba muriendo”.
La operación a vida o muerte
Tras una resonancia, el médico le dijo que le quedaban 7 horas de vida y que era el momento de operar. Le hablaron de un doctor que era el único en el mundo que operaba casos así. El resto no quería operarla, “preferían que me muriera en 7 horas a meterme en un quirófano y este Dios se trajo un equipo de Barcelona para operarme aquí. Esta operación era como si tuvieras una bombita en la cabeza y de repente explotara y hubiera niebla. Podía haber secuelas muy graves e incompatibles con la vida”.
Ese doctor, en 8 horas estaba preparado para enfrentarse a una operación que le daba un 5% de posibilidades de sobrevivir. Ahora mismo se arrepiente, pero en ese momento le pidió a su madre que no fuera nadie porque no quería despedirse. Pero finalmente fueron y su hermano le dejó claro que iban a verse en dos días.
Fueron doce horas de operación “y al final, por un milagro que nadie se esperaba me desperté y había sobrevivido”. Le han quedado secuelas como inmovilidad en pierna y brazo, pérdida de visión, parálisis facial y el abdomen contraído, “dentro de lo malo no me ha quedado mucha cosa y es todo 100% recuperable con tiempo y rehabilitación, así que, doy gracias a la vida, he vuelto a nacer”.
Con este desgarrador relato quería pedir a los que lo vean que sean consciente del valor del tiempo y que no hay que dejar para mañana un café con una amiga, o un te quiero.
Testimonios reales que nos recuerdan las prioridades de la vida, que tantas veces olvidamos.