Muere Leonard Lauder, presidente de Esteé Lauder, la prestigiosa marca de cosmética y maquillaje
Rodeado de su familia

Leonard Lauder, presidente de Esteé Lauder / Sean Zanni
El mundo de la cosmética y del maquillaje está de luto. Leonard Lauder, el presidente de una de las marcas más prestigiosas de este sector, ha fallecido este 14 de junio a los 92 años. Lo ha hecho, según el comunicado de The Esteé Lauder Companies, "rodeado de su familia".
"A lo largo de su vida, mi padre trabajó incansablemente para construir y transformar la industria de la belleza, siendo pionero en muchas de las innovaciones, tendencias y mejores prácticas que son fundamentales para la industria actual", ha declarado su hijo William P. Lauder, presidente de la Junta Directiva de The Estée Lauder Companies.
"Fue el hombre más caritativo que he conocido; creía que el arte y la educación eran de todos y abogó por la lucha contra enfermedades como el Alzheimer y el cáncer de mama. Sobre todo, mi padre fue un hombre que practicaba la bondad con todos los que conocía. Su impacto fue enorme. Creía que los empleados eran el alma de nuestra empresa, y lo adoraban y los momentos que compartían con él. Su calidez y consideración dejaron una huella en nuestra empresa, la industria y, por supuesto, en nuestra familia. Junto con mi familia, The Estée Lauder Companies y las innumerables personas a las que contribuyó, celebramos su extraordinaria vida", añade.
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Leonard Alan Lauder nació en Manhattan en 1933. Era el hijo mayor de Estée y Joseph Lauder, y transformó la empresa familiar fundada en 1946 en un gigante global de la belleza, con presencia en más de 150 países y un portafolio de más de 20 marcas, entre ellas Clinique, Aramis y Origins.
Su camino en la empresa empezó en 1958, tras servir en la Marina de los Estados Unidos. Su visión estratégica y su enfoque innovador marcaron un antes y un después en la industria cosmética. Fue presidente desde 1972, CEO entre 1982 y 1999, y presidente del consejo hasta 2009, cuando asumió el rol de presidente emérito.
Bajo su liderazgo, la compañía pasó de ser una firma familiar a un emporio valorado en miles de millones de dólares. Su estrategia de diversificación, que incluía la creación de marcas que compitieran entre sí y su posicionamiento en grandes almacenes de lujo, revolucionó el sector. A pesar de su éxito, Lauder mantenía una vida austera, marcada por hábitos sencillos que atribuía a su infancia durante la Gran Depresión.
Más allá del mundo empresarial, Leonard Lauder fue un apasionado del arte y un filántropo comprometido. Su colección de arte cubista, que incluía obras de Picasso, Braque y Léger, fue donada en 2013 al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MET), en una de las mayores contribuciones privadas de la historia del museo, valorada en cerca de 1.000 millones de dólares.
También apoyó activamente causas sociales, especialmente en el ámbito de la salud. Su mujer, Evelyn Lauder, cofundó en 1992 la Breast Cancer Research Foundation, una de las organizaciones más influyentes en la lucha contra el cáncer de mama.
Descanse en paz, Leonard Lauder.