ROSALÍA anuncia su gira 'LUX Tour'. Fechas, ciudades, entradas y más

EUROVISIÓN 2026 ¿Qué pasa con el Benidorm Fest tras la decisión de RTVE de no participar en el certamen?

Xavibo le canta al desamor en 'No te enamores': "Me metí en un escaparate a hablar de soledad delante de todo el mundo"

El artista mallorquín acaba de lanzar su tercer álbum de estudio donde le canta a su ruptura

Xavibo, artista mallorquín / Taste The Floor

Xavibo acaba de lanzar No te enamores, un disco cuyo título ya es toda una advertencia. El imperativo recae en el desamor, en esa negativa frontal a volver a enamorarse. A lo largo de doce canciones, como Nadie se muere o No es justo, el artista da forma a una obra cargada de emociones crudas y frases que calan: “De amor dicen que nadie se muere, pero no es verdad, nadie se muere menos yo” o “Ni juntos supimos ser ni separados sabemos estar”.

Aprovechamos el lanzamiento de su tercer álbum de estudio para hablar con él sobre cómo ha vivido el proceso, sus contradicciones, su encierro performático de trece días y el equilibrio entre la tristeza y la esperanza que atraviesa su música.

No te enamores ya ha salido. ¿Qué tal ha sido la acogida del disco? ¿Cómo lo has vivido?

Pues la verdad que increíble. La gente está muy a tope con el disco y yo estoy muy contento. Normalmente, antes de que salga un disco, suelo odiarlo y tengo ganas de no haberlo hecho, pero esta vez ha sido al contrario. Estoy muy orgulloso, y también muy agradecido con el público que tengo.

¿Dirías que es tu trabajo más personal hasta ahora?

No, porque todos mis discos son súper personales. Pero sí que es verdad que, en este, especialmente en la última canción (Mi amor), hay nombres reales de personas que han formado parte de mi vida. Así que puede que esa sea la canción más personal de mi carrera.

Es un disco bastante triste y catastrófico en cuanto al amor. ¿Solo te inspira la tristeza al escribir?

Sí, la verdad que sí. Es un reflejo de mi vida, que ha sido muy catastrófica. Si mi vida diera un giro y de repente todo fuera bien, quizá el próximo disco trataría de otra cosa.

¿Te ves haciendo un disco alegre, entonces?

Ahora mismo no me veo, porque no he estado en esa situación. Pero si algún día llego a estarlo, no me quedará más remedio. Lo negativo me inspira más. Cuando estoy feliz, no estoy en casa escribiendo, estoy por ahí.

Xavibo, artista mallorquín / Taste The Floor

¿Siempre escribes desde lo autobiográfico o también te inspiras en vivencias ajenas?

Muchas veces escribo desde lo que vivo, pero también desde lo que viven personas cercanas a mí. A veces soy un poco hipócrita escribiendo: lo que describo es lo que le está pasando a otra persona, aunque tenga que ver conmigo.

P: ¿Y no hay algo de ficción en tus letras? ¿Exageras emociones para escribir?

Sí, evidentemente hay exageraciones, pero todo parte de una base real.

P: El título del álbum, No te enamores, suena como una advertencia. Pero si no te hubieras enamorado, este disco no existiría. ¿No hay ahí una contradicción?

Todo el rato. Soy una contradicción con patas. Me hacía gracia que sonara como un imperativo. Pero como siempre digo, este disco va de desamor y, por lo tanto, también de amor. Sin amor no habría desamor. Me contradigo constantemente: me metí en un escaparate a hablar de soledad delante de todo el mundo. Más contradictorio que eso...

 Este disco va de desamor y, por lo tanto, también de amor.

Aunque hablas mucho del desamor, ¿crees que hay algo de esperanza en tus letras?

Sí, por ejemplo, hay una canción que se llama El brillo, que habla de recuperar la luz en los ojos, de volver a ser yo. Hay pequeños rayos de luz en medio de la sombra.

¿Escribir sobre lo que te pasa te resulta terapéutico?

Durante mucho tiempo sí. Antes no iba a terapia, y escribir era mi forma de hacerla. Desde que empecé terapia, hace unos tres meses, no he escrito ninguna canción. Veremos hasta dónde puedo hacer terapia y seguir escribiendo música.

El disco tiene doce canciones. ¿Hubo alguna que te costó especialmente cerrar?

La número trece, que al final no está en el disco. Quería que fueran trece, pero no encontré esa última, así que me quedé con doce. En algún momento será trece.

Hablando del número trece, hay muchas referencias a él. ¿Qué significa para ti?

Es como el escudo de mi familia. En Mallorca vivo en el número 13 del 07013, mi padre aparca en el trece, mi perra se llama Trece, mi hermana y yo llevamos un tatuaje del número… Siempre intento que mis cosas salgan un día trece, que todo lleve el trece. Es un homenaje a mi familia y mi casa.

Por eso salió el disco este viernes 13 de junio, entiendo...

Sí, todo está premeditado.

¿Eres de los que escucha su propio álbum cuando sale?

No, no lo he escuchado ni una vez desde que salió. Lo escucho mucho antes, como un ritual, proyectando que irá bien. Pero una vez sale, ya no es mío, es del público, y prefiero dejarlo ir.

En este disco no hay colaboraciones, a diferencia del anterior. ¿Fue algo intencionado?

Sí. Intenté que colaboraran Duki, Alejandro Sanz, Pablo Alborán y Taylor Swift… pero no se pudo (risas). En realidad, era un disco sobre mi desamor y mi soledad, y sentía que si lo hacía con más gente perdía el sentido. Además, ya había colaborado con la mayoría de artistas con los que me hacía ilusión. Pero no descarto una versión deluxe con colaboraciones.

¿Alguna colaboración soñada?

A nivel internacional, Bon Iver. A nivel nacional, Guitarricadelafuente, después de escuchar su último disco.

En la canción Amor mío, mencionas nombres reales. ¿No te has arrepentido de contar demasiado?

De momento no, pero podría pasar. Eso sí, siempre pido permiso antes de sacar cosas así. Hasta ahora todo bien, pero quizás en el futuro me arrepienta y piense: “Xavi, igual te podrías haber callado”.

Siempre pido permiso antes de sacar cosas así

Con este disco te alejas del rap y del sonido urbano. ¿Crees que has encontrado tu sonido?

Sí. El rollo más acústico, más cantautor, es algo que llevo escuchando muchos años y que encaja con lo que hago. Aunque no sea urbano del todo, sigo teniendo esos toques, sobre todo en los versos. Pero soy cambiante y contradictorio, así que quién sabe si mañana estoy haciendo tecno, flamenco o pop.

Su encierro performático

Pasaste 13 días encerrado para “no tenerle miedo a la soledad”, pero el set-up estaba bastante controlado, con cámaras y micrófonos. ¿No es un poco contradictorio?

Era un intento de no tenerle miedo a la soledad tras una ruptura. Pero sí, era contradictorio: estar solo, pero en público, con cámaras, micrófonos, escaparate… Era como una obra de teatro, un monólogo sobre cómo cuesta estar solo en una sociedad que te empuja todo el rato a estar acompañado.

¿Sacaste algún aprendizaje de esos trece días?

Sí, muchos. El principal: la importancia de la presencia. Al estar sin redes sociales, estuve realmente presente, viviendo el momento. La presencia me trajo tranquilidad, y la tranquilidad, felicidad. Fue muy budista todo (risas).

¿Volverías a hacerlo?

No.

Xavibo - No es justo

¿Pero sentiste que conseguiste lo que te proponías?

Sí, incluso más. No esperaba que se liara tanto. Salí algo abrumado, pero a nivel personal fue una experiencia muy valiosa, y a nivel mediático también me gustó que generara debate.

Fue muy comentado y también muy criticado. ¿Cómo viviste esas críticas?

Cuando salí, estaba súper contento porque vi todo lo que se había generado: más seguidores, cámaras, atención… Pero sí, las críticas duelen a veces, sobre todo las que vienen desde el odio. Las que están bien argumentadas o hechas desde el humor, incluso los memes, me hacen gracia. La indiferencia es lo que mata el arte.