Uno de los mejores cómics del año acaba de publicarse y no te has enterado

Pocas novelas gráficas contemporáneas han sacudido al lector con la misma fuerza visual y emocional que Little Bird.

Publicada originalmente en 2019 por Image Comics, esta obra escrita por Darcy Van Poelgeest, ilustrada por el brillante Ian Bertram y coloreada con maestría por Matt Hollingsworth, se ha consolidado como un referente de la ciencia ficción distópica con un trasfondo filosófico y político perturbadoramente actual. En ese mismo universo y con la misma potencia narrativa, se enmarca "Precious Metal", una precuela que no solo amplía el 'lore', sino que lo enriquece con capas de humanidad, sacrificio y mitología.

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Little Bird: Un mundo en guerra, una niña contra el imperio

Hablamos de Little Bird en su día pero hay que establecer el precedente. Ambientada en un futuro donde una teocracia fascista conocida como el Imperio Americano ha extendido su control sobre el continente, "Little Bird" sigue la lucha de una joven rebelde por alcanar el resurgir de la resistencia. Van Poelgeest plantea en este libro un debate moral sobre el extremismo, la herencia ideológica y la identidad personal en medio de un mundo fragmentado.

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Pero lo que hace excepcional a "Little Bird" no es solo su historia, sino la forma en que se cuenta. La narrativa deja espacio para la interpretación, ofreciendo una doble lectura que conecta la distopía con inquietudes reales: la manipulación genética, el fanatismo religioso, la deshumanización y el legado de la violencia. La ciencia ficción se mezcla con la poesía visual, y cada página parece un mural de significados ocultos.

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Precious Metal: Un pasado marcado por la guerra y los cuerpos alterados

Ambientado décadas antes de la rebelión liderada por la joven protagonista de Little Bird, "Precious Metal" nos traslada a un mundo aún más sombrío y desolado. Aquí seguimos a Max Weaver, un rastreador solitario y amargado que ha hecho carrera cazando “mods”, humanos alterados genéticamente. Su nueva misión: capturar a un niño modificado que podría tener la clave para reconstruir su memoria perdida.

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Pero este no es un simple thriller de ciencia ficción. A través de una historia cargada de flashbacks, visiones y traumas, el cómic nos sumerge en una reflexión sobre la identidad, la espiritualidad y la desconexión humana en un mundo moldeado por la tecnología y el fanatismo religioso.

Aunque se ubica cronológicamente antes que "Little Bird", su tono es más turbio si cabe, más cercano a un noir existencialista que a una epopeya rebelde. La paleta es más apagada, el ritmo más pausado, y la violencia más introspectiva. 'Max' no es una heroína esperanzada, sino un hombre roto, atrapado entre sus recuerdos y sus pecados.

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Es un cambio de registro que puede tomar por sorpresa, pero que resulta profundamente humano. La serie no busca complacer ni simplificar. Como ocurre con las mejores obras de ciencia ficción, el viaje emocional importa tanto como la construcción del mundo.

Una experiencia visual alucinante

El trío de artistas detrás del proyecto, Darcy Van Poelgeest en guion, Ian Bertram para el dibujo y Matt Hollingsworth a cargo del color— vuelve a ofrecer una experiencia sensorial única. Las viñetas son densas, oníricas, llenas de detalles orgánicos, arquitectura imposible y simbolismo religioso. A ratos, leer Precious Metal se parece más a habitar un sueño que a seguir una historia lineal.

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Ese es quizás su mayor logro, pero también su mayor desafío. No es una lectura sencilla. Exige tiempo, atención y, posiblemente, una relectura. Pero quienes se atrevan a sumergirse descubrirán una obra que recompensa la paciencia con escenas tan inquietantes como bellas y con una historia que se atreve con temas como el control biopolítico, la fe, el trauma y la búsqueda de redención.

La conexión con Little Bird es potente y recompensará a los que tengan en su archivo la lectura del primer libro, pero no hasta el punto de hacerla necesaria. Sí os diremos que consideramos Little Bird una lectura obligatoria dentro del medio y recomendamos que la hagáis antes de abordar Precious Metal porque la historia sabe mucho mejor cuando tenéis claro lo que ocurrirá con alguno de los personajes que veis nacer en este nuevo libro.

"Precious Metal" es una lectura exigente, pero también profundamente estimulante. No es una historia para pasar el rato: es una experiencia sensorial y emocional que se queda rondando la mente mucho después de cerrar sus páginas. Para quienes disfrutaron de Little Bird, es obligatoria. Para quienes buscan una ciencia ficción con alma, es una joya oculta que merece toda nuestra atención.

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