El viaje introspectivo de Saiko en 'Natsukashii Yoru', un disco con el que ha sanado

Ya es oficial. Saiko ha presentado el que es el proyecto más importante de su carrera. Y es que después de más de un año sin lanzar nueva música, ha regresado para demostrar que este tiempo le ha servido para sanar, encontrarse a sí mismo y crear las canciones con las que más se identifica en este momento.

Todo esto aterriza en Natsukashii Yoru, el álbum de estudio que representa la nostalgia y todos esos sonidos que al granadino le han hecho viajar en el tiempo a los momentos en los que fue feliz. Esos sonidos a los que ha llegado tras un largo proceso de sanación y cuidado de su salud mental.

Todas y cada una de las canciones que forman el disco traen sonidos diferentes entre ellas, lo que pone de manifiesto que Saiko es uno de los artistas más versátiles de la nueva generación. Comenzando por Brujería, que rompe con los ritmos a los que nos tenía acostumbrados y llega con un pop urbano con sonidos de timbales. Muy propio para caer en el hechizo de la música del granadino.

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Algo diferente encontramos en Mariposas, la sorprendente colaboración con Leire Martínez. El pop rock es el gran protagonista de esta canción, con el que la artista lo lleva completamente a su terreno. Una colaboración que surge a través del padre de Saiko, fan empedernido de La Oreja de Van Gogh, con quienes coincidieron en un festival.

Pero el artista también ha querido mantener su propia esencia. Esa que escuchamos en temas como Polaris y Supernova. Un homenaje a los que han estado siempre. Esto lo escuchamos en Miami y San Juan, temas protagonizados por sonidos urbanos con toques dance y drum & bass. Lo mismo ocurre con Lokenecesitas con Omar Courtz, un reggaeton al más puro estilo BADGYAL que nos lleva directos a la pista de baile a dejarnos llevar por cada golpe mientras el sudor baja por nuestra espalda.

Pero como mencionamos en líneas anteriores, además de Nostalgia —canción que ya escuchamos como adelanto y que nos trajo al Saiko más melancólico— llega Recuerdos Sonoros. Ambas nos trasladan a las reflexiones más profundas del artista; a esas a las que ha llegado durante este año y medio de ausencia y tras un arduo trabajo sobre el cuidado de su salud mental. Pero a veces, es inevitable querer volver al pasado y revivir todas esas épocas que nos hicieron felices. "Quisiera repetirlo y volver a sentirlo. [...] El momento es efímero y eso es lo bonito", dicen algunos de sus versos.

Lo mismo ocurre con la que considero que es la canción más cruda y personal del disco: Si Quiero. Una balada con toques urbanos en la que se escucha la añoranza que siente Saiko cuando piensa en el pasado; en todo lo que era antes de convertirse en una estrella de la música. Porque para él, la fama no se lo ha dado todo. "Me siento solo delante de 20.000 personas. Yo solamente sentirme como antes. Cuando soñaba con ser cantante", dice.

Rompiendo con el sentimiento nostálgico, llega Te Encontré, su colaboración con Yapi. El artista nacido en Madrid lo lleva a su terreno de la mano de los sonidos del afrobeat que definen su estilo. Un ritmo que nos recuerda a Dónde Te Escondes?, el tema viral de Yapi. Las mismas ganas de fiesta se contagian cuando escuchas Wekeweke, un claro homenaje a la canción de Buraka Som Sistema que ha protagonizado muchos momentos del granadino en la pista de baile.

Para rematar el disco, nos encontramos a dos tipos de Saiko: el urbano que lleva el reggaeton a las discotecas con Zendaya; y el orgulloso de sus raíces que se atreve con la fusión entre flamenco y urbano con Tusacai, que empieza con la voz de Ángeles Toledano

Natsukashii Yoru no solo es el nuevo disco de Saiko, sino el proyecto con el que ha reflexionado, ha indagado en sus pensamientos más oscuros, ha encontrado la luz al final de ellos y, en definitiva, el proyecto con el que ha sanado.