Los himnos de Pet Shop Boys y la fiesta glam de Scissor Sisters cierran Kalorama Madrid 2025

Tremendamente festivo, cargado de hits, de baile, de color, y de mucha diversidad. El segundo día de Kalorama Madrid 2025 se saldó con 10.000 asistentes, bastante más afluencia de público que la noche anterior, pero igual de acogedor que el viernes cuando disfrutarmos de la psicodelia de The Flaming Lips y el R&B contemporáneo de Jorja Smith. Si tuviéramos que resumir el sábado 21 fue un desfile de propuestas: desde el divertido show de PUTOCHINOMARICON hasta el estallido glam de Scissor Sisters, pasando por la discoteca que montaron los Pet Shop Boys y la lluvia de beats de Azealia Banks.

Activismo social para arrancar el Kalorama

Alrededor de las seis de la tarde, cuando el sol aún golpeaba con fuerza el asfalto madrileño, Laura Sam abrió el festival con una propuesta que trasciende la música. Lo suyo es spoken word cargado de crítica social, y para ello, la artista murciana transformó el escenario en un espacio de escucha activa.

PUTOCHINOMARICÓN fue el siguiente en tomar el escenario. Con un look cargado de simbolismo, visuales glitch, hiperpop y letras que desmontan el racismo y la normatividad con ironía, el artista convirtió el festival en un espacio de libertad radical y activismo queer.

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El pop de guitarras corrió a cargo de El Buen Hijo, la banda madrileña con letras que oscilan entre la nostalgia y el costumbrismo.

Del post punk de Model/Actriz a la sensibilidad de Maria Arnal

Model/Actriz sacudieron el escenario con una actuación que fue puro exorcismo. Post-punk salvaje, electrónica ravera y mucho show fueron sus bazas ganadoras. En el polo opuesto, Maria Arnal, una de las mejores voces del festival sin duda. Su propuesta en solitario sigue habiendo ecos de tradición, pero ahora la lleva al siguiente nivel entregándose a la electrónica y la experimentación vocal. Sobre el escenario, un grupo de bailarinas apoyan con movimiento cada verso de la artista catalana. Un espectáculo para no perderse.

Cambio de tercio total con Boy Harsher y su rollo dark. Su synthpop casi hipnótico fue perfecto para dejarnos llevar al más allá. Y sobre todo, perfecto para poder recibir a los chicos de la tienda de mascotas.

Pet Shop Boys: la incombustible máquina de hits

Pet Shop Boys empezaron más de media hora tarde debido a los avisos de tormenta, pero cuando se pudo arrancar el show, no hubo marcha atrás y los británicos transformaron Kalorama en una pista de baile gigante. Pet Shop Boys habían venido a presentar su gira de grandes éxitos Dreamworld: The Greatest Hits Live y eso es lo que hicieron: repasar sus grandes éxitos con una puesta en escena impecable. Visuales geométricos, luces y formas robóticas y una elegancia que solo ellos son capaces de manejar mientras se sucedía un desfile de hits. West End Girls, It’s a Sin y Always on My Mind... sonaron como himnos atemporales y también se dieron el gusto de versionar Where the Streets Have No Name de U2 con el clásico Can’t Take My Eyes Off You.

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Un viaje por cuatro décadas que demostró por qué Neil Tennant y Chris Lowe siguen siendo referentes del pop electrónico más vanguardista.

Azealia Banks y Scissor Sisters: el final de fiesta

Con una errática carrera y bastantes cancelaciones a sus espaldas, muchos nos sorprendimos al ver a Azealia Banks irrumpiendo en el escenario con tanta fuerza. Su presencia escénica, su rollazo, su determinación y, por qué no decirlo, su micrófono XXL fueron claves para dar forma a un show muy guay que tuvo en su hit 212 uno de los momentos álgidos.

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En el escenario de enfrente, iban tomando forma unas tijeras hinchables gigantes, símbolo de Scissor Sisters. La banda estadounidense demostró que el glam pop también puede ser una revolución. Con un show lleno de humor, buena vibra y teatralidad, el grupo capitaneado por Jake Shears apostó por una puesta en escena en la que no faltaron glam, disco, ecos de cabaret y espíritu queer.

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Repasaron éxitos como Take Your Mama y se dejaron I Don’t Feel Like Dancin’ para el final. No se nos ocurre mejor forma de de empezar el verano ni de cerrar la segunda edición de Kalorama en Madrid.