Carlos Lozano, de rostro televisivo a granjero en su nueva vida: Así ha sido su radical cambio de vida

Son varias las generaciones que tienen claro quién es Carlos Lozano. Es lo que tiene ser un personaje televisivo que ha pasado por formatos tan diversos y populares como Sálvame, Operación Triunfo, La ruleta de la fortuna o Granjero busca esposa. Y no solo le hemos visto como presentador, también ha llegado a convertirse en concursante en programas como Gran Hermano VIP o Supervivientes. Pero todo eso quedó atrás y ahora, a sus 62 años, disfruta de una vida completamente diferente.

Ese estilo de vida, unido a una contante exposición mediática por su vida personal, hicieron mella en el presentador que decidió dar un giro radical a su vida. Supimos que dejó su vida en la gran ciudad para retirarse a un espacio más conectado con la naturaleza y alejado de los focos.

"Tengo mi casita en un pueblo, mis animales, mi granjilla y mis perros y vivo en la naturaleza absoluta y me cuido mucho y por el trabajo volveré porque al final llevo toda la vida en esto", aseguraba en un evento de Lydia Lozano el pasado noviembre.

Una vida en la sierra

Como recoge la revista Lecturas, ahora vive una vida con una rutina muy definida en la Sierra de Madrid. Madrugón para dar de comer a los animales, trabajo que repite por las tardes y fin del día cansado con ganas de dormir para recuperar fuerzas para el día siguiente.

En cuanto a su vida sentimental, parece que no hay novedades y se mantiene feliz, sin cerrar las puertas al amor, pero sin novia desde hace tiempo. Ya a finales de 2023 dejaba claro que llevaba tres años sin mantener relaciones sexuales con una mujer y podría continuar en ese dique seco.

Y no, no descarta volver a la televisión, pero todavía no sabemos cuándo ni dónde lo hará. Lo que sí sabemos es que ese détox no solo lo ha hecho con su vida de estrés, sino también en su vida virtual, la de redes sociales. La última foto que publicó en su muro de Instagram data de octubre del año pasado. Desde entonces, nada de nada.

Nunca es tarde para tomar un nuevo rumbo en la vida y él es un buen ejemplo. Eso sí, hay cosas que no cambian y una de ellas es su buena relación con su hija Luna, de 20 años, de la que procura no alejarse mucho.