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Baja el agua embalsada en España por el calor y la falta de lluvias

Los embalses españoles suman cuatro semanas de descenso. Repasamos la situación de todas las cuencas.

Embalse de El Portillo, en Castril (Granada). / Ventura Carmona

El dato global es claro: los embalses españoles bajan por cuarta semana consecutiva y se sitúan ya en un 74,4% de su capacidad total tras perder 1,3 puntos. ¿La causa? Sencilla: el intenso calor y las escasas lluvias. 

Durante los últimos siete días, la Península ha perdido 733 hectómetros cúbicos de agua embalsada, quedándose con unos 41.677 hm³ en total. La buena noticia es que estamos por encima del nivel alcanzado a estas alturas el año pasado (que estaba en un 63,7%), pero no se debe bajar la guardia, pues hay otro dato clave: este año el derrumbe ha sido más brusco y ha comenzado antes. Sobre todo, cuando toca encarar un verano que promete intensificarse en términos de sequía.

La situación más acuciante es la de la cuenca del Segura, con un 31,2%

Por cuencas, la situación es la siguiente:

  • País Vasco es la única que aguanta el tipo: 95,2%, sin moverse ni un ápice.
  • En el norte peninsular, predominan las cifras altas:
    1. Cantábrico Occidental: 86,1% (pierde 1,7 puntos).
    2. Cantábrico Oriental: 82,2% (‑1,4).
    3. Miño‑Sil, la gran cuenca del noroeste, se mantiene en un sólido 85,3% (‑1,4).
    4. Solo Galicia Costa se descuelga bajo el 70%, con 68%, tras caer 3,6 puntos.

En la zona central de España, la situación es la siguiente:

  • Duero: 88,7% (‑1,7).
  • Tajo: 82,4% (‑1,7).
  • Guadiana: baja ligeramente, ‑0,8 puntos, con un 68,0 %.

En el sur, así están las cosas:

  • Tinto‑Odiel‑Piedras: 86,9% (‑1,3).
  • Guadalquivir: 57,1% (‑0,9).
  • Guadalete‑Barbate: 52,1% (‑0,7).

En la vertiente mediterránea la situación también preocupa:

  • Ebro: 87,4% (‑1,9).
  • Cataluña: 81,2% (‑1,2).
  • Júcar baja 0,7 puntos, con un 61,4%.
  • Mediterránea Andaluza: 56,1% (‑0,6).

Y al final nos encontramos con el gran foco rojo del mapa: la cuenca del Segura, con un paupérrimo 31,2 %, tras perder 0,1 puntos. Es la más preocupante de todas, y no ha logrado remontar un nivel que ya era alarmante.

El embalse de Bellús, en la Comunidad Valenciana. / Jose A. Bernat Bacete

¿Y qué viene ahora? En cuanto a la previsión general, nada apunta a que vaya a llover de forma especialmente relevante en las próximas semanas, por lo que el escenario no anticipa recuperación. Existe, por tanto, un riesgo para los sectores clave: la agricultura (sobre todo cereales y regadíos), el consumo doméstico y la prevención de incendios. De ahí que sea el momento de intensificar campañas de ahorro de agua y aplicar medidas restrictivas en zonas de riesgo.

Entramos, pues, en un verano que puede marcar un punto de inflexión. Las reservas están por encima del año pasado, pero avanzamos con paso acelerado hacia niveles muy ajustados, y eso exige atención, prudencia y acción.