De príncipe a Dj: Emmanuel de Bélgica comienza su carrera musical bajo el nombre de Vyntrix

¿Quién dijo que la realeza no puede tener ritmo? Emmanuel de Bélgica, el tercer hijo de los reyes Felipe y Matilde, ha decidido cambiar los salones de palacio por las cabinas de DJ. A sus 19 años, el joven príncipe ha debutado en el mundo de la música electrónica bajo el alias DJ Vyntrix, y lo ha hecho con un estilo tan misterioso como rompedor: pasamontañas, gafas de esquí y beats que fusionan house, trance y electro-pop. Su primer tema, Río, ya está disponible en plataformas digitales, y su segundo lanzamiento, Palacio, es toda una declaración de intenciones con guiños a sus raíces aristocráticas.

Lo más sorprendente es que Emmanuel ha estado pinchando de incógnito durante un tiempo, según apuntan algunos medios belgas, ocultando su identidad incluso en redes sociales. Ha sido el el diario Het Laatste Nieuws quien ha destapado el secreto, confirmando con fuentes de la Casa Real que el joven detrás de Vyntrix no era otro que el príncipe belga. Aunque su agenda como royal le impide actuar en grandes festivales como Tomorrowland, su incursión en la escena electrónica ya está dando de qué hablar.

Un beat real: así suena Vyntrix

Emmanuel no es un principiante cualquiera. Graduado en 2024 del Bachillerato Internacional en la Escuela Internacional de Bruselas, donde la matrícula puede superar los 50.000 euros anuales, el príncipe ha demostrado desde pequeño una fuerte inclinación artística. Toca el saxofón y creció en una familia donde la música es parte del ADN: sus padres y hermanos mayores tocan el piano, y su hermana menor, Eleonore, el violín.

Su debut musical no ha pasado desapercibido. Río, su primer tema, mezcla sonidos electrónicos con una voz femenina que repite: "Estoy perdiendo el tiempo contigo, pero me gusta". En Palacio, su segundo track, la frase "El teléfono al que usted llama tiene restringidas temporalmente las llamadas entrantes" se convierte en un mantra sobre una base techno elegante y minimalista

¿Un royal en la pista de baile?

Aunque Emmanuel es el tercero en la línea de sucesión al trono belga, su incursión en la música electrónica no parece ser un simple hobby. Su estética cuidada, su anonimato inicial y la calidad de sus producciones apuntan a un proyecto serio. Eso sí, su condición de miembro de la realeza complica su participación en eventos públicos. Por ahora, no lo veremos en festivales multitudinarios, pero su presencia digital ya está generando una comunidad de seguidores curiosos y fans del techno.

¿Será este el inicio de una carrera musical duradera? ¿O una etapa experimental antes de volver a los compromisos reales? Lo cierto es que Emmanuel ha logrado lo que muchos artistas sueñan: captar la atención del público con una propuesta auténtica, inesperada y, sobre todo, con mucho ritmo.