Planeta tóxico: estos son los 10 lugares más contaminados del mundo
Si necesitabas otro motivo para reciclar, dejar de usar plásticos de un solo uso o, en general, replantearte tu manera de consumir, te invitamos a viajar a diez destinos cuya situación invita a una reflexión colectiva y profunda.

El Río Citarum, en Indonesia . / NurPhoto
Hay lugares en el mundo donde respirar unos pocos minutos equivale a fumarse un paquete de tabaco. Donde los ríos parecen caldo de cultivo de mutantes. Donde vivir es un riesgo real para la salud.
Estos son los diez lugares más contaminados del planeta. El brutal recordatorio de lo que pasa cuando el desarrollo ignora el medio ambiente en base a un supuesto progreso cuyo lado oscuro acaban pagando, casi siempre, algunos de los países más desfavorecidos del planeta.

La central de Chernóbil, en Ucrania. / avstraliavasin

La central de Chernóbil, en Ucrania. / avstraliavasin
1. Chernóbil, Ucrania – La radiación eterna
La madre de todos los desastres nucleares sigue siendo una zona fantasma, aunque con más turistas que nunca. Tras el accidente de 1986, Chernóbil se convirtió en sinónimo de desastre. Hoy, la radiación sigue impregnando el suelo, el aire y hasta los árboles. Hay fauna salvaje, sí. Pero conviene no confundir la sorprendente resiliencia de la naturaleza con el hecho de que todo esté bien. No lo está, ni lo estará durante siglos.
LOS40
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Residuos textiles en el desierto de Atacama. / Anadolu

Residuos textiles en el desierto de Atacama. / Anadolu
2. Desierto de Atacama, Chile – La otra cara del fast fashion
Atacama es el desierto más árido del mundo y uno de los más contaminados, aunque no por falta de agua, sino por exceso de ropa. Cada año llegan allí miles de toneladas de prendas usadas, fundamentalmente desde Europa, EEUU y Asia. Un cementerio textil a cielo abierto con pantalones, zapatillas, abrigos o vestidos que algún día llenaron los armarios de cualquiera de nosotros. Sí: algunas se acaban pudriendo, pero otras están hechas de materiales sintéticos que nunca terminan de desaparecer.

Una calle de Linfen, en China. / Qilai Shen

Una calle de Linfen, en China. / Qilai Shen
3. Linfen, China – El aire que se mastica
En pleno corazón del cinturón del carbón chino, Linfen es famosa por tener uno de los aires más irrespirables del planeta. Dicen que puedes saber qué hora es mirando el color del cielo… si logras verlo. Las partículas en suspensión no solo afectan los pulmones, también acortan vidas.

El vertedero de Agbogbloshie, en Acra, la capital de Ghana. / Anadolu

El vertedero de Agbogbloshie, en Acra, la capital de Ghana. / Anadolu
4. Agbogbloshie, Ghana – El cementerio digital
En Acra, la capital de Ghana, está uno de los mayores vertederos de residuos electrónicos del mundo. Aquí acaban móviles, ordenadores y electrodomésticos rotos procedente de los países ricos. Jóvenes queman cables para extraer cobre entre nubes de plomo, mercurio y cadmio. Esta es la cara B de la tecnología que actualizamos cada poco tiempo.

El Río Citarum, en Indonesia . / NurPhoto

El Río Citarum, en Indonesia . / NurPhoto
5. Río Citarum, Indonesia – Sopa tóxica
Lo llaman el río más contaminado del mundo. Por sus aguas fluyen toneladas de residuos industriales y domésticos sin tratar. Bolsas, productos químicos, aceites, ropa, incluso electrodomésticos flotan como si aquello fuera un vertedero líquido. Y, pese a todo, millones de personas dependen de él para beber, lavar y regar sus cultivos.

Dos niños juegan en las inmediaciones de la mina de La Oroya, en Perú. / David Rochkind

Dos niños juegan en las inmediaciones de la mina de La Oroya, en Perú. / David Rochkind
6. La Oroya, Perú – Respirar metal
Una fundición centenaria (inaugurada nada menos que en el siglo XVII) ha convertido esta ciudad andina en una cámara de gas a cielo abierto. El dióxido de azufre es parte del paisaje, y los niveles de plomo en los niños triplican los límites recomendados. ¿La causa? Una industria minera que sigue operando como el primer día.

Una refinería de níquel en Norilsk, Russia. / Oleg Nikishin

Una refinería de níquel en Norilsk, Russia. / Oleg Nikishin
7. Norilsk, Rusia – Nieve negra
Al norte del Círculo Polar Ártico, Norilsk es uno de los lugares habitados más fríos y contaminados del planeta. Allí, la nieve no siempre es blanca. La minería y fundición de níquel tiñen todo de gris oscuro. El aire, el suelo y hasta los pulmones. Los habitantes no solo luchan contra el hielo: también contra enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Curtidores en Hazaribagh, Bangladés. / Drik

Curtidores en Hazaribagh, Bangladés. / Drik
8. Hazaribagh, Bangladés – Cuero y enfermedad
Un barrio entero donde cientos los vertidos de ácido sulfúrico y cromo hexavalente al suelo y al río son el pan de cada día. Asi es Hazaribagh, el lugar donde se curte el cuero… y los pulmones. Todo para que unas botas de "auténtica piel" lleguen a una tienda al otro lado del mundo. Mientras tanto, los trabajadores manipulan químicos sin guantes, y los niños juegan entre charcos que arderían si les acercas un mechero. Moda rápida, consecuencias duraderas.

Exteriores de una planta de Union Carbide en Bhopal, India. / Daniel Berehulak

Exteriores de una planta de Union Carbide en Bhopal, India. / Daniel Berehulak
9. Bhopal, India – El veneno que no se fue
En 1984, una fuga de gas tóxico en una planta de pesticidas de la multinacional Union Carbide mató a más de 15.000 personas en cuestión de días. Y aunque eso parezca parte de un pasado trágico, Bhopal sigue contaminada hoy. El suelo y las aguas subterráneas están impregnadas de productos químicos letales. Las familias que viven cerca del lugarsiguen enfermando por beber agua envenenada por un desastre que nunca terminó del todo.

En el delta del Níger, el petróleo lo inunda todo. / ullstein bild

En el delta del Níger, el petróleo lo inunda todo. / ullstein bild
10. Delta del Níger, Nigeria – Petróleo en las venas
Aquí el oro negro se convirtió en veneno. Desde hace décadas, derrames constantes y la quema incontrolada de gas han convertido el Delta del Níger en un paisaje de ciencia ficción. Ríos cubiertos de crudo, suelos imposibles de cultivar y poblaciones desplazadas por industrias que prometieron desarrollo… y dejaron devastación. El aire huele a queroseno y la comida sabe a petróleo.