Roy Galán reflexiona sobre las críticas al hijo del futbolista Pedro Rodríguez por llevar corona y vestido en su cumpleaños
Muchos no han entendido el respeto de unos padres al sentir de su hijo

Pedro Rodriguez Ledesma, jugador del SS Lazio. / NurPhoto
La semana pasada, el futbolista Pedro Rodríguez publicó varias fotos de la fiesta de cumpleaños de su hijo Marc que armaron mucho revuelo. En las imágenes se veía al pequeño con vestido y corona de princesa frente a una tarta de Lilo & Stich. Muchos aplaudieron que sus padres respetaran sus gustos, pero hubo quienes criticaron esta actitud y comportamiento de la pareja con su hijo.
El escritor Roy Galán ha tardado unos días en asimilar el suceso antes de compartir un texto para expresar su opinión frente al debate generado. “El futbolista español Pedro Rodríguez ha compartido fotos del cumpleaños de su hijo menor, Marc, en la que el pequeño aparece luciendo una corona y un vestido junto a una tarta de “Lilo y Stitch”. Presos deberían ir los padres, todos al psiquiatra, son parte de los comentarios que ha recibido la imagen”, ponía en contexto por si alguien andaba perdido.
“La vergüenza es uno de los métodos de control más efectivos que hay puesto que se experimenta en privado pero se construye en lo público. Funciona así como un límite de velocidad impuesto a la vida. El sentimiento de vergüenza social (¿qué van a pensar de nosotros?) ha hecho que muchos (demasiados) padres y madres antepusieran los deseos o gustos de sus propias criaturas. Han claudicado y han seguido la norma (es lo que debe ser) a pesar de que eso causara dolor o sufrimiento a quienes “dicen” querer”, continuaba sobre las presiones sociales que no nos dejan actuar con libertad, respetando individualidades.
LOS40
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La reivindicación de Roy Galán
“Y digo “dicen” porque cuesta entender que haya gente que prefiera ver a sus hijos desgraciados que felices, que prefieran proyectar nuestras miserables fantasías de masculinidad o feminidad rígidas en cuerpos y existencias que no tendrían por qué cumplir con sus exigencias. Nadie tendría que estar forzado a representar una imagen clara y exacta de sí mismo para no perturbar a los demás”, reivindicaba.
Y no se quedaba ahí, porque ha reflexionado largo y tendido sobre el tema y el comportamiento humano al respecto: “Es curioso que, a toda esta gente escandalizada por una corona, un vestido o una tarta, les preocupe la confusión y la salud mental de un niño libre y no les preocupe, por ejemplo, la confusión o a la salud mental de un hijo que, siguiendo los designios paternos, acaba siendo abogado o médico por obligación. Esa gente que hoy pide que les quiten la custodia a unos progenitores es la misma que luego se lleva las manos a la cabeza cuando se da el acoso escolar. ¿De dónde creen que sacan los dardos que dispara la gente pequeña?”.
Siguiendo el ejemplo de Lilo & Stich
Y terminaba haciendo referencia a esa película y esos personajes que parecen gustarle tanto al pequeño: “Ohana significa familia y tu familia nunca te abandona ni te olvida”. Esto que dice Lilo no es siempre verdad. Hay familias que te abandonan y te olvidan hasta el día de tu cumpleaños y te dicen que ‘no es posible’ la corona, el vestido o la tarta y hay otras que te respetan. Los hijos conservamos los hitos en los que fuimos respetados, en los que otros se enfrentaron al mundo o a sus creencias por nosotros y escribieron: Felicidades, MARC!!”.
Palabras que han aplaudido muchos y que han llevado a muchos a felicitar a ese niño y a esos padres y a esa felicidad basada en el respeto y la libertad.