Entrevista a Nyno Vargas: "Estoy creando de cero un sonido nuevo que en España todavía no se ha dado"

Este 2025, Nyno Vargas ha culminado su trilogía con Efecto Nyno... Fin, después de 10 años. Para hablarnos del fin de esta etapa (que en principio tenía previsto cerrar en 2020) y sus futuros proyectos, el valenciano ha visitado la redacción de LOS40.

Con honestidad, ha reflexionado sobre los errores cometidos, los sacrificios personales y la evolución de su mentalidad artística. A pesar de oportunidades internacionales que dejó pasar en el pasado, ahora se muestra renovado y enfocado en un nuevo proyecto: una fusión inédita de ritmos cubanos, flamenco y urbano que podría abrirle puertas fuera de España.

Mientras continúa su gira por nuestro país, Nyno se prepara para lanzar este nuevo sonido en septiembre, acompañado por artistas de Miami, y recuerda con emoción momentos clave de su trayectoria, como su encuentro con la familia de Camarón o su supervivencia a un accidente de coche que le cambió la perspectiva de la vida. ¡Sigue leyendo y entérate de todo!

¿Qué supone para ti cerrar una etapa con este disco?

La verdad es que ya tenía muchas ganas. Llevo arrastrando el final de esta trilogía desde casi 2020. Cuando salió Ni No Continuará en 2021, ya tenía la idea de sacar el final justo al año siguiente. Desde 2019 ya tenía temas pensados para NyNo Fin, pero entre la pandemia, mi participación en Supervivientes, y cambios de management y equipo, todo se fue retrasando. Para mí, este disco significa liberarme de todo eso y comenzar una nueva etapa.

¿Cuál dirías que es la canción favorita de tus fans tras el lanzamiento?

Diría que la que más ha sorprendido es Algo Bonito, que es la única completamente nueva. El resto de los temas, muchos los tenía grabados desde 2019. También estoy recibiendo muy buenas críticas de la intro del disco, Eterno, y de Nada es como antes, que fue una canción que tenía guardada y decidí incluir.

¿Qué balance haces de tu carrera después de 10 años con este proyecto?

He cometido muchos errores, pero estoy muy contento de seguir aquí diez años después, con un apoyo inmenso. Poder hacer una gira cada año, sentir el cariño en cada ciudad, o recibir ese respaldo cuando lanzo un tema, es algo que valoro muchísimo. Sí que me hubiera gustado hacer algunas cosas de manera distinta, pero en general, estoy muy satisfecho.

¿Cuál es la lección más valiosa que te llevas tras tanto tiempo con este proyecto?

La comunicación con el equipo es fundamental. Si de verdad quieres que tu proyecto funcione, tiene que estar fundado sobre una base sólida. He tenido muchos problemas por falta de comunicación clara, y eso es algo que he aprendido: cuando veo un problema, intento solucionarlo en el acto o al menos hablarlo. Si hay problemas internos, las cosas no salen como uno quiere.

Echando la vista atrás, ¿cómo recuerdas la época en la que sacaste Soy yo? ¿Y en qué se diferencia tu momento actual como artista?

Tenía muchísima ilusión. Cuando escuchas un tema y sabes que es algo diferente, que te va a traer algo que quizá no habías experimentado antes como artista, esa sensación la tuve con Soy yo. De hecho, en aquel entonces me escribió Juan Magán y muchos artistas que yo admiraba desde pequeño. Ahora he vuelto a recobrar esa ilusión con algunos de los temas nuevos. Creo que son etapas. Si estás motivado, se nota muchísimo a la hora de hacer música. Por eso también hubo un tiempo en el que dejé de hacerla, porque no me sentía con ganas y preferí dejar que fluyera.

Uno de los últimos videoclips que has lanzado ha sido con Daviles de Novelda, a quien conoces desde hace tiempo. ¿Cómo encajaba él en este proyecto?

Daviles es un par de años más joven que yo. Venía a mis conciertos cuando yo tenía 18 y él 14. Siempre hemos mantenido la comunicación. Luego él tuvo un boom muy grande con ese tema en el que salía rapeando en el coche. Yo lo conocí en su faceta de rapero, y nos identificamos porque él siguió una línea que yo había dejado de hacer. Ese tema, de hecho, me lo propuso él para su álbum, pero le dije que estaba trabajando en el final de la trilogía y le propuse incluirlo en el mío. Así que básicamente se lo quité para meterlo ahí. Encaja perfectamente, porque representa muy bien el rap en España.

En el videoclip de Eterno te metes en un ataúd. ¿Cómo fue enfrentarte a tu propio entierro?

Fatal. Me metí por presión de grupo, pero no quería. Me da muy mal rollo todo eso. Desde fuera parece que no pasa nada, pero yo pensaba: “en verdad ,no sé, vamos a acabar todos ahí, pero vaya rollo”. Al final me metí, y encima el ataúd se rompió porque un amigo mío también se metió. Lo tuvimos que pegar, aunque eso no se ve en el vídeo. La canción es muy especial, es la que abre el disco. Es una mezcla entre agradecimiento por tener a la gente a mi lado durante tantos años, y también una declaración de que este final es, en realidad, un nuevo comienzo.

¿Qué te preocupaba más cuando dabas tus primeros pasos en la música en comparación con lo que te preocupa ahora?

Ha cambiado mucho. El problema es que cuando empecé, me daba igual todo. No pensaba en nada, simplemente hacía música y ya. Ahora es diferente, porque esto ya es un trabajo. Tienes que pensar muy bien cómo enfocas las cosas. Tienes un equipo detrás al que le debes mucho, y sabes que cualquier error que cometas también les afecta a ellos. Hoy en día hay mucha más responsabilidad. Antes era mejor en ese sentido, porque no había nada que perder.

En uno de tus posts de Instagram dices que todo empieza con un sueño, pero nadie te cuenta lo que vas a tener que dejar atrás para cumplirlo. ¿Qué cosas has dejado tú atrás?

Recuerdo estar un 31 de diciembre en el estudio. Me he perdido cumpleaños, bodas, eventos personales… todo por perseguir ese sueño. También he hecho muchos viajes que te hacen plantearte cosas. Me acuerdo de irme en autobús con un amigo a grabar una canción, sin cobrar nada, y volvernos. En esos momentos te preguntas si realmente vale la pena o si estás perdiendo el tiempo. Pero cuando lo haces con fe y crees en ti, creo que las cosas se dan.

¿Te planteaste dejarlo en algún momento?

Nunca me planteé dejarlo. Lo que sí me preguntaba era qué haría si no funcionaba. Como te dije antes, yo hacía las cosas sin pensar mucho. Pensaba: “si esto dura un verano, pues el verano que viene haré otra cosa”. Pero los años fueron pasando, y cuando me di cuenta, ya estaba completamente metido en esto. Todo va muy rápido.

¿Te arrepientes de algo de lo que has hecho en tu carrera?

Sí, me arrepiento. Me arrepiento de no haber dado el 100% muchas veces, de haber ido a medio gas. El problema era que, aunque no lo diera todo, las cosas funcionaban igual, y eso me hacía pensar que daba igual. Pero con el tiempo me di cuenta de que los pequeños detalles son súper importantes. También me arrepiento de no haber aprovechado algunas oportunidades, sobre todo a nivel internacional. Por ejemplo, cuando estuvimos en Miami se me brindó una oportunidad muy grande y decidí volverme a casa. Lo mismo me pasó en México. Me rayé y me fui. Con el tiempo entendí lo que realmente quería: no estar meses fuera, sino hacer música en el estudio de mi amigo y viajar por España los fines de semana. Ahora lo llevo mejor, pero al principio me costaba mucho.

Me arrepiento de no haber dado el 100% muchas veces, de haber ido a medio gas y de no haber aprovechado algunas oportunidades, sobre todo a nivel internacional.

—  Nyno Vargas

¿Has cambiado esa mentalidad? ¿Cómo lo has conseguido?

Sí, lo he conseguido. Creo que todo en la vida son etapas y hay que estar preparado psicológicamente para afrontarlas. Yo venía muy arraigado a mi zona, a mi barrio. Estaba en mi zona de confort, y si no sales de ahí, no puedes crecer. Llegamos a estar número uno en España y yo no había salido de mi barrio. Los videoclips los grababa mi amigo, todo era muy casero. Pero si de verdad quieres crecer como artista, tienes que hacer sacrificios: trabajar con otros productores, salir de tu entorno, buscar nuevas perspectivas. Si siempre trabajas con el mismo productor, llega un punto en el que ni tú ni él evolucionáis. Puedes funcionar unos años, pero luego te estancas. Y eso es lo que nunca he querido.

¿De qué hitos estás más orgulloso?

De la perseverancia. De haber empezado de cero y haber llegado lejos. Empecé sin nada. Recuerdo estar en el mercado y que un amigo me dijera que se había comprado un micro, que en realidad era uno de esos de Messenger, como los que usas para jugar. Empezamos grabando en un garaje y terminamos en los mejores estudios, trabajando con gente muy grande. Esa transición no se consigue sin esfuerzo ni lucha. Y también me siento muy orgulloso de haber podido dedicarme profesionalmente a esto durante tantos años.

¿Hay algún recuerdo o anécdota que guardes con cariño (un momento en el que pensaste: “lo he conseguido”)?

Sí, uno que recuerdo con mucha emoción fue cuando fuimos a La Línea. Nosotros éramos muy fans de Camarón, y en los primeros conciertos íbamos a sitios que ni sabíamos que existían. Me acuerdo que la sala era muy grande y no sabíamos cuánta gente iba a venir, porque en ese momento no tenías tanta información como ahora. La sala se llenó, y además vino la mujer de Camarón, sus hijos, su hija… Recibir a la familia más grande del flamenco fue algo que nos llenó muchísimo, tanto a mí como a mi equipo. Ese momento fue un punto de inflexión para mí.

Una vez cerrada esta etapa de Efecto Nyno, ¿qué viene ahora?

Estoy trabajando en un par de cosas que, si se dan, van a estar bastante bien. Ya estoy mirando hacia un objetivo internacional .Estoy desarrollando un sonido nuevo que en España todavía no se ha dado. Lo inicié con Algo Bonito, y es una fusión entre ritmos cubanos, flamenco y urbano. Trabajo con muchos músicos cubanos, incluido el productor, y hemos creado algo desde cero. Es como cuando en 2007 mezclé reguetón con flamenco y rap, que tampoco existía. Creo que esta nueva fusión va a pegar fuerte, y además cuento con artistas internacionales muy potentes que se van a sumar al proyecto.

¿Puedes adelantar algún nombre o fecha?

Solo te puedo decir que son artistas de Miami, cubanos, pero afincados allí. Si te digo más, me cargo la estrategia [risas]. En cuanto a fechas, te diría que en septiembre. Aunque quizás en julio haya alguna sorpresa y saque algo antes.

¿Qué planes tienes para este verano en lo laboral?

Estoy a tope con la gira. Estuvimos en Jaén el fin de semana anterior, este en Burgos, y estaré por toda Andalucía. Volvemos a Madrid para cantar en el Teatro Eslava y, después de muchos años, vuelvo a Barcelona. La gira termina en noviembre, pero hasta entonces tenemos todos los fines de semana ocupados.

Un poco más ligado a la actualidad, la semana pasada falleció un futbolista en un accidente de coche. ¿Te hizo recordar tu propio accidente del año pasado?

Sí, cada vez que veo esas noticias me remueve por dentro. El otro día, por ejemplo, reventé una rueda con siete personas en la furgoneta. Un amigo me dijo: “qué mala suerte tienes con los coches”. Pero yo le respondí que en realidad tengo buena suerte. Viajo muchísimo desde hace 12 años y, aunque he tenido un par de accidentes, estoy vivo. Hay gente que tiene uno solo y no lo cuenta. El chico que falleció era muy joven, recién casado, con hijos… es una tragedia. Me puse en la piel de su familia. Lo peor que yo pasé fue cuando se me quemó el coche con el motor encendido. Y cuando vi que el chico iba en un Lamborghini, pensé: "Esos coches, aunque no corras, te incitan a hacerlo". Yo mismo he tenido momentos en los que les he dado caña sin darme cuenta. Son coches muy bajitos, muy frágiles. La gente cree que por ser caros son seguros, pero aguanta más un todoterreno cualquiera. Es una pena muy grande.