ROSALÍA anuncia su gira 'LUX Tour'. Fechas, ciudades, entradas y más

Así reaccionó Ruth Núñez ('Yo Soy Bea') cuando un representante le dijo que tenía que hacerse retoques estéticos

"Es un tema que está ahí y que influye"

Ruth Núñez, actriz española / Eduardo Parra

En la televisión española hay personajes que no se olvidan, y Beatriz Pérez Pinzón es, sin duda, uno de ellos. Interpretada por Ruth Núñez, esta joven economista de 27 años, inteligente, noble y con un estilo muy alejado de los cánones de belleza tradicionales, se convirtió en un fenómeno social gracias a la serie Yo soy Bea, emitida en Telecinco entre 2006 y 2008.

Ahora, casi dos décadas más tarde, Ruth se ha puesto frente al micrófono del podcast Con los pies en el cielo de Ixi Ávila para sincerarse sobre un lado oscuro de la industria que muchos desconocen: el de la presión estética. "Me puse implantes en su día porque consideraba que era necesario para mi trabajo. Es un tema que está ahí y que influye, que afecta. Pero también me ha pasado de llegar a otro país, a un representante para trabajar y que me dijera 'bueno, sabes que te tienes que poner y quitar distintas cosas'. Y fue como 'no lo voy a hacer', porque me pilló en otro momento", confiesa Ruth.

Reflexiona sobre cómo influye esta presión en el concepto de validez sobre uno mismo. "Era como 'vale, aquí no valgo. Estéticamente como mujer no valgo'. Me pasó la primera vez que tuve representante, que fui, estábamos viendo mi book de fotos y me dice '¿sabes que te tienes que operar, no?'. Siempre había estado acomplejada con mi nariz... ya no. Me dice 'bueno, sabes que te tienes que operar, ¿no?'. Y yo le dije 'sí, la nariz...', y él me dijo 'no, de los ojos'", añade con asombro la actriz.

Ruth Núñez, nacida en Madrid en 1979, ya era conocida por su papel de Tanja en Compañeros, pero fue con Bea cuando alcanzó una popularidad sin precedentes. Su interpretación de una mujer que lucha por hacerse un hueco en el mundo laboral, enfrentándose a prejuicios y estereotipos, conectó con miles de espectadores que vieron en ella un reflejo de sus propias inseguridades y aspiraciones.

La serie, adaptación española de la colombiana Yo soy Betty, la fea, supo combinar comedia, drama y crítica social con una narrativa cercana y emotiva. Ruth supo dotar a Bea de una humanidad entrañable, haciendo que su transformación —más emocional que estética— fuera el verdadero motor de la historia. Su evolución personal, su capacidad para perdonar y su lucha por el amor propio fueron claves para que el personaje trascendiera la pantalla.

Aunque tras Yo soy Bea la actriz se mantuvo algo alejada del foco mediático, continuó dedicándose a la interpretación. Participó en obras de teatro como Romeo y Julieta o Monólogos de la vagina, y regresó a la televisión en series como Frágiles o La que se avecina. Hoy, Ruth sigue demostrando la importancia de luchar contra los estereotipos y la presión de belleza que, por desgracia, llega a las vidas de cada vez más jóvenes.