Coldplay ya "destapó" otra infidelidad en 2012: "Digno de estudio"
No fue a través de una 'kiss cam, aunque causó el mismo nivel de polémica
Chris Martin, cantante de Coldplay, en un concierto / Steve Jennings
Lo que prometía ser una noche mágica al ritmo de Fix You y Viva La Vida terminó convirtiéndose en el epicentro de uno de los escándalos más virales del año. Durante su concierto en Boston el pasado 16 de julio, Coldplay activó su ya tradicional Kiss Cam, una sección del show pensada para celebrar el amor entre el público. Pero esta vez, el amor captado por las cámaras no era precisamente el que debía estar en pantalla. La aventura entre Andy Byron y Kristin Cabot —ambos casados con otras personas— fue descubierta ante miles de personas.
Pues bien. No ha sido la única vez que los chicos de Coldplay han estado involucrados en el descubrimiento de una deslealtad amorosa. Tal y como ha desvelado @Oli_Mady en la red social X, la música de la banda le mandó una importante señal en el día de su boda. "El día de mi boda, los novios entramos en el salón con Viva la vida. Yo era una cornuda y él se estaba tirando a una de las invitadas. Coldplay destapando cuernos desde 2012", dice la usuaria con emojis de risa.
Haber compartido esta experiencia tan personal, ha motivado a otros usuarios a publicar también sus propias vivencias. "En un concierto de Coldplay en Barcelona, mi mujer me propuso tener nuestro primer hijo, ahora le paso 300 euros de pensión mensual, algo tienen estos cabrones", añade otro usuario de la red social respondiendo a Oli. "Digno de estudio", le dice ella.
LOS40
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La escena vivida en uno de los últimos shows del grupo, que ya acumula más de 50 millones de visualizaciones en TikTok, se ha convertido en una de las más virales del año. Y esta viralidad ha tenido consecuencias inmediatas. Andy Byron ha renunciado a su puesto como CEO en Astronomer, la empresa en la que trabajaba.
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Mientras tanto, ni Byron ni Cabot han hecho declaraciones públicas, y desde la banda tampoco se ha emitido ningún comunicado adicional. Lo que sí es seguro es que Coldplay, sin quererlo, ha puesto en evidencia una historia que ha capturado la atención global y ha reabierto el debate sobre la privacidad, la exposición pública y las consecuencias de los actos personales en la era digital.
Aunque parece que no serán los últimos descubiertos.
