Robbie Williams se sincera sobre su dura situación: virus, padres enfermos y una larga gira

La vida de Robbie Williams está en un momento delicado. Por un lado, está sumergido en el Britpop Tour, la gira con la que está recorriendo el mundo y ofreciendo a sus fans nueva música con la que nunca dejar de disfrutarle; y por otro, la complicada situación familiar a la que se enfrenta debido a las enfermedades de sus padres y su suegro. Un momento que ha querido compartir abiertamente con todo el mundo, dejando ver su lado más real y humano.

"Mi madre tiene demencia y ya no sabe quién soy. Ya no sabe ni dónde está. Mi padre tiene Parkinson y no puede salir de casa", explicaba durante su concierto en Leipzig. Además, confesaba que su suegra está pasando por tres enfermedades: lupus, párkinson y cáncer.

Una situación que está tocando de lleno al cantante, convirtiéndose en el centro de su lucha actual: "Es una cosa del mundo real que nos afecta profundamente a mí y a mi mujer. Y si mi mujer está afectada, yo también lo estoy. Así que las matemáticas son: virus + padres enfermos + gira de estadios. Cada momento de cada día es en preparación para esas dos horas en el escenario", confesaba tras el show en redes sociales.

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Y es que después de abrirse en el directo y sentir el cariño de su público, Robbie William ha querido lanzar una reflexión en Instagram donde se ha abierto aun más, y se ha sincerado sobre lo que, en pocas palabras, dijo durante el show. Una reflexión que comienza hablando del tour y la gran familia que ha formado, a la que considera una especie de "secta" -en el buen sentido del término-.

"Amo a mi equipo de gira, amo a mi banda, amo a mis bailarines. Tenemos una pequeña disco antes de empezar los conciertos cada noche. Cuando los bailarines llegan a la sala de la banda, ahí es cuando todo comienza. Ellos traen la energía, la chispa, la vibra. Todos les echaríamos de menos si no estuvieran. Cuando Lucy Spraggan vino a cantar en Mánchester con nosotros, ella dijo que el backstage era 'como una secta'. Lo dijo en el mejor de los sentidos", recordaba.

"Todo el mundo está feliz, todo el mundo se comporta bien, con las mejores intenciones, siendo amables con los demás. Todo el mundo lo siente de verdad. Ese es mi estilo de secta, supongo", escribía, mostrando la parte bonita de toda esta aventura en la que se ha convertido su vida.

Aunque también ha dejado espacio para hablar de su salud física y mental: "He estado pasando por un virus durante un par de semanas que me ha hecho sentirme débil. Es parte de las giras. Todo el mundo coge algo. Sin embargo en el pasado me hubiera quedado paralizado de miedo. Mi cuerpo diciéndole a mi mente 'no podemos hacerlo' y después mi mente siendo catastrofista, haciendo que mi cuerpo empeorara. Ahora sé que este no es el caso", aseguraba.

Así, Robbie Williams ha reflexionado a viva voz sobre la vida, sobre las expectativas y sobre lo que sus fans esperan de cada uno de sus directos, poniéndoles en su propia piel y mostrando, una vez más, su yo interno más humano. "Estoy feliz, estoy agotado. Así que si tienes algún tipo de expectativas, espérate a un artista en su mejor nivel, en mi humilde opinión. Fuera de eso no tengo nada que ofrecer", concluía.