Fresco en España, calor extremo en Europa
Italia, Grecia o los Balcanes sufren estos días temperaturas de más de 40 grados.
Europa sufre una ola de calor extremo. / Uma Shankar sharma
El calor está dando estos días un respiro en buena parte de España… pero se trata de un fenómeno prácticamente aislado. El resto del continente se enfrenta a una ola de calor que afecta principalmente a países como Italia, Grecia, Rumanía o Turquía, donde los termómetros baten récords estos días.
Según datos recogidos por los servicios meteorológicos nacionales y el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF), las temperaturas superan ya los 40 grados en regiones de Italia, Grecia, Chipre, Turquía y varios países balcánicos, mientras un ciclón estacionario sobre el norte de Europa genera un contraste térmico inusual que, en España, se traduce en días más frescos de lo habitual para esta época del año.
Italia se está llevando la peor parte. Un anticiclón procedente del norte de África está provocando una escalada térmica que podría alcanzar los 46 °C en zonas del sur como Calabria o Sicilia, según informa la plataforma italiana Meteo.it. El meteorólogo Federico Brescia advierte de que se trata de un escenario climático excepcional: "Italia vivirá una situación extrema, alejada del clima mediterráneo tradicional. En el sur, las temperaturas pueden superar los 45 °C, mientras que el norte enfrentará inestabilidad con tormentas, granizo y fuertes ráfagas de viento".
La cuenca mediterránea está sufriendo los rigores del mercurio. / Uma Shankar sharma
De mantenerse esta tendencia, no se descarta la posibilidad de que se supere el récord de temperatura más alta registrada en Europa, los 48,8 °C medidos en la localidad siciliana de Floridia el 11 de agosto de 2021, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Los Balcanes, a fuego
La ola de calor ha provocado también un aumento de las alertas en la región de los Balcanes. En Rumanía, el Servicio Nacional de Meteorología ha emitido un código rojo por calor extremo para seis condados, incluida la capital, Bucarest, donde los termómetros podrían alcanzar los 41 °C. Serbia ha hecho lo propio, con una alerta roja nacional ante máximas previstas de hasta 42 °C y un riesgo elevado de incendios forestales, especialmente hacia el final de la semana, según el Instituto Hidrometeorológico del país.
En Bulgaria, las 28 regiones del país están bajo aviso amarillo por temperaturas que oscilan entre los 37 y los 42 grados. Las autoridades han impuesto restricciones al transporte de mercancías pesadas durante las horas centrales del día —entre las 13:00 y las 21:00— con el objetivo de evitar el deterioro del asfalto y prevenir accidentes.
También Macedonia del Norte atraviesa una situación crítica, con valores que superan los 35 °C y alcanzan los 40 en puntos del interior. Esta tendencia se mantendrá durante toda la semana, según los modelos del servicio meteorológico nacional.
Mientras tanto, Grecia y Chipre viven jornadas especialmente complicadas. El Servicio Meteorológico Nacional griego ha señalado que las temperaturas alcanzarán los 43 °C en el centro y sur del país. En respuesta, los cuerpos de bomberos han activado protocolos de máxima alerta y las autoridades han emitido recomendaciones para evitar actividades al aire libre durante las horas de mayor exposición solar.
En Chipre, las temperaturas en el interior de la isla se sitúan también en torno a los 40 °C, con previsiones de mantenerse en ese umbral al menos hasta el jueves. Las autoridades locales han pedido extremar la precaución ante la posibilidad de golpes de calor y han recordado la importancia de una adecuada hidratación y protección solar.
Turquía, por su parte, prevé máximas que superarán los 35 °C en gran parte del país, alcanzando los 45 en provincias del sudeste de Anatolia. El Departamento de Meteorología ha emitido boletines especiales en varias regiones ante la acumulación de aire cálido y seco procedente del norte de África, y las autoridades sanitarias han reforzado sus mensajes de advertencia a la población más vulnerable.
Cambio climático y vulnerabilidad
El patrón de calor que afecta a Europa del Sur no es aislado. Según el último informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), las olas de calor están aumentando tanto en frecuencia como en intensidad en la cuenca mediterránea, una de las regiones del mundo más expuestas al calentamiento global.
Estas olas de calor ya no pueden considerarse excepcionales, sino parte de una nueva normalidad climática
La combinación de temperaturas extremas, baja humedad y vientos secos representa una amenaza significativa no solo para la salud humana, sino también para los ecosistemas y la infraestructura urbana. Además, el aumento de la demanda energética derivada del uso del aire acondicionado y otros sistemas de refrigeración incrementa la presión sobre las redes eléctricas nacionales.
En este contexto, los expertos insisten en la necesidad de adaptar las políticas públicas a un clima cada vez más volátil. Instituciones como la OMM y la Agencia Europea de Medio Ambiente coinciden en señalar que estas olas de calor ya no pueden considerarse excepcionales, sino parte de una nueva normalidad climática que obliga a revisar protocolos de actuación, infraestructuras y hábitos sociales.