Cinco cosas que puedes hacer para luchar contra los incendios

España cerró 2024 con una de las cifras más bajas de superficie quemada en las últimas décadas: 47.711 hectáreas, según datos del Ministerio del Interior. Aunque es un dato alentador —menos de la mitad de la media de los últimos diez años— no podemos olvidar que el 81 % de los incendios tienen origen humano y el 54 % son intencionados. En ese sentido, la emergencia climática, la despoblación rural y la acumulación de combustible vegetal siguen creando las condiciones perfectas para fuegos cada vez más extremos y difíciles de controlar.

Los incendios no se apagan sólo con aviones y bomberos. También se evitan con cada decisión cotidiana. Frente a eso, la prevención no es solo una tarea institucional: también depende de ti. Aquí tienes cinco formas reales de actuar a título individual.

1. Mantén limpio tu entorno

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Si vives cerca del monte o tienes una segunda residencia en zona forestal, lo que hagas o dejes de hacer cuenta. Retira hojas secas, ramas, madera acumulada y matorrales del entorno inmediato a tu vivienda. Desbroza con frecuencia y, si puedes, delimita un perímetro de seguridad de al menos 15 metros. Estas pequeñas acciones pueden evitar que una chispa se convierta en una tragedia. El Plan INFOMA de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, recomienda mantener jardines limpios, techos sin restos vegetales y depósitos de agua accesibles durante los meses de alto riesgo (de junio a septiembre).

2. No enciendas fuego al aire libre, nunca

Hacer barbacoas, quemar restos agrícolas o usar herramientas que generen chispas en época de riesgo elevado está prohibido y es extremadamente peligroso. Una colilla mal apagada o una chispa de una radial puede originar un incendio en segundos. Según Protección Civil, más de la mitad de los fuegos en 2024 fueron provocados por negligencias. Si ves a alguien incumpliendo estas normas, adviértele con respeto o avisa al 112. La vigilancia ciudadana también es prevención.

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3. Aprende a actuar si ves un fuego

Saber qué hacer cuando detectas un incendio puede marcar la diferencia. Lo primero: llama al 112 e indica con claridad la ubicación y las características del fuego. Si el incendio es incipiente y tienes medios para actuar sin ponerte en riesgo (extintor, tierra, agua), hazlo. Si no, aléjate en dirección contraria al viento y evita zonas elevadas. Si estás en casa, cierra puertas y ventanas, corta el gas y la electricidad y sigue las indicaciones de las autoridades. La mayoría de los incendios se quedan en conatos si se actúa rápido: en 2024, el 71 % de los fuegos no superaron una hectárea.

4. Cuida el monte todo el año

Puedes implicarte en la conservación del bosque también fuera del verano. Participar en limpiezas forestales organizadas por asociaciones vecinales, apoyar proyectos de reforestación con especies autóctonas o colaborar con campañas de educación ambiental son formas de contribuir activamente a un monte más sano y menos vulnerable. Incluso optar por productos de madera con certificación sostenible o apoyar el pastoreo extensivo son formas de incentivar un territorio cuidado y gestionado. Un monte productivo es un monte más seguro.

5. Infórmate y habla de ello

La información salva vidas. Conocer cómo se comporta el fuego, cuáles son las zonas de riesgo o qué normativas existen en tu comunidad es esencial. Habla del tema en tu entorno, comparte buenas prácticas y denuncia bulos o comportamientos negligentes. La conciencia social es una herramienta de prevención tan importante como un cortafuegos. Recuerda que el cambio climático está intensificando los incendios, haciéndolos más rápidos, más violentos y menos previsibles. Informarse es el primer paso para poder actuar.