¿Por qué nos llaman tanto la atención las lluvias de estrellas? Este es el origen de la la tradición de pedir deseos a las Perseidas
Las lágrimas de San Lorenzo están a la vuelta de la esquina, pero ¿por qué seguimos pidiendo deseos a los meteoritos?

Lluvia de estrellas. / tdub303
Cada verano, millones de personas en todo el mundo alzan la vista al cielo para contemplar uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año: las Perseidas. También conocidas como lágrimas de San Lorenzo, estas lluvias de meteoros no solo nos regalan imágenes impresionantes, sino que también despiertan una tradición muy especial: pedir un deseo cada vez que vemos una estrella fugaz. Pero, ¿de dónde viene esta costumbre? ¿Y por qué nos atraen tanto estos fenómenos celestes?
Un espectáculo que conecta con lo emocional
Las lluvias de estrellas como las Perseidas tienen un componente visual y emocional muy potente. Ver cómo una estrella cruza fugazmente el cielo nocturno genera una mezcla de asombro, belleza y misterio. En un mundo cada vez más digital y acelerado, mirar al cielo nos conecta con algo más grande, más antiguo y más universal. Es un momento de pausa y de contemplación.
El origen de los deseos
La tradición de pedir deseos al ver una estrella fugaz tiene raíces antiguas. Ya en la Grecia clásica, el astrónomo Claudio Ptolomeo creía que los dioses, al abrir los cielos para observar a los humanos, dejaban escapar pequeñas chispas de luz. Ver una de esas luces era una señal de que los dioses estaban escuchando, y por tanto, era el momento perfecto para hacer una petición.
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Con el tiempo, esta creencia se mezcló con otras tradiciones populares y religiosas. En el caso de las Perseidas, su pico de actividad suele coincidir con la festividad de San Lorenzo (10 de agosto), de ahí su nombre popular. Según la leyenda cristiana, las estrellas fugaces representan las lágrimas del santo mártir cayendo del cielo.
Ciencia y magia, de la mano
Aunque hoy sabemos que las estrellas fugaces no son más que partículas de polvo y roca que se queman al entrar en la atmósfera terrestre, eso no ha restado ni un ápice de su magia. Al contrario: entender el fenómeno solo aumenta nuestra admiración por la precisión y belleza del universo.
Las Perseidas, en concreto, provienen del cometa Swift-Tuttle, y cada año la Tierra atraviesa su estela entre finales de julio y mediados de agosto. Durante su pico, pueden observarse hasta 100 meteoros por hora en cielos despejados y sin contaminación lumínica.
¿Cuándo es el mejor momento para ver las Perseidas este año?
Aunque las Perseidas pueden observarse desde finales de julio hasta mediados de agosto, el pico de actividad en 2025 se espera durante las noches del 11 al 13 de agosto, cuando se podrán ver hasta 100 meteoros por hora en condiciones ideales. Para disfrutar del espectáculo, lo mejor es alejarse de las luces de la ciudad, buscar un lugar con cielo despejado y mirar hacia el noreste a partir de la medianoche. No hace falta telescopio: solo paciencia, una manta y ganas de dejarse maravillar.












