¿El próximo dios del UCM? Franklin Richards podría ser la clave para reiniciar el universo Marvel

A medida que Marvel Studios se adentra en la ambiciosa “Saga del Multiverso”, todas las miradas apuntan a un personaje aún desconocido para el gran público, pero fundamental en los cómics: Franklin Richards, el hijo de Reed Richards (Mr. Fantástico) y Sue Storm (la Mujer Invisible).

Aunque apenas apareció como un bebé en la reciente Los 4 Fantásticos: Primeros pasos, los fans más atentos ya especulan con que este niño, aparentemente común, podría convertirse en el ser más poderoso del universo cinematográfico Marvel. Y, lo que es más importante, en la clave para reiniciar el UCM tras más de 15 años de películas interconectadas.

¿Quién es Franklin Richards?

En los cómics, Franklin no es un simple niño superpoderoso: es un mutante de nivel Omega con habilidades que rozan lo divino. Puede alterar la realidad a voluntad, crear universos enteros y manipular el tiempo y el espacio. En algunas versiones futuras, se le presenta como un ser casi omnipotente, capaz de enfrentarse a entidades cósmicas como Galactus y Beyonder.

Su poder es tan vasto que, en la conocida etapa de Jonathan Hickman en Fantastic Four y Secret Wars, Franklin es clave en la reconstrucción de todo el multiverso tras una catástrofe de escala cósmica. Y es precisamente este arco argumental el que parece estar inspirando a Marvel Studios.

¿Un niño que reescriba el multiverso?

La escena postcréditos de Los 4 Fantásticos mostró una figura misteriosa (aparentemente el Dr. Doom) visitando al pequeño Franklin. Para muchos, esto es una señal clara: Victor von Doom intentará usar al niño para moldear la realidad a su antojo, creando su propio mundo, al estilo del famoso “Battleworld” de los cómics.

Con la renombrada Avengers: Doomsday en el horizonte (prevista para 2026) y la esperada Secret Wars como colofón de la saga, Franklin podría ocupar el papel que antes estaba reservado para Kang: el punto de colisión entre todas las realidades alternativas. Pero a diferencia de Kang, no sería un villano ni un conquistador, sino un inocente con el poder de rehacer el cosmos.

Es posible que Doom busque utilizar a Franklin como arma, y que su enfrentamiento con los héroes del multiverso (incluidos posibles regresos de Iron Man, el Capitán América o variantes de X-Men) gire en torno a ese conflicto moral: ¿puede un niño controlar el destino de todos los mundos?

Dr. Doom, Galactus y el camino a Secret Wars

La inclusión de Doom en esta narrativa también es clave. Considerado uno de los villanos más complejos y carismáticos del universo Marvel, Doom no es solo un dictador o científico loco. En la mencionada Secret Wars de Hickman, él mismo se convierte en un dios tras absorber el poder del multiverso… con la ayuda involuntaria de Franklin Richards.

Y no está solo: Los 4 Fantásticos: Primeros pasos ya sembró la presencia de Galactus, el devorador de mundos. Este ser cósmico podría ser el detonante que obligue a Doom y los héroes a cruzar sus caminos, en un juego de poder que solo Franklin podría desequilibrar. En los cómics, Franklin y Galactus llegan incluso a colaborar como una suerte de “padre e hijo cósmicos” en la reconstrucción del multiverso.

¿Reinicio en puerta?

Todo apunta a que Secret Wars será el gran evento que cierre una etapa del UCM y abra otra completamente nueva. Es probable que Marvel aproveche el caos multiversal para reintroducir personajes clave (como los X-Men o una nueva alineación de Vengadores), y despedir versiones anteriores en un clímax emocional.

En ese contexto, Franklin Richards no solo sería el detonante de una gran guerra, sino la herramienta narrativa para reiniciar el universo Marvel desde cero, sin romper su continuidad, tal como hizo DC con Crisis en Tierras Infinitas o Marvel con su propia Secret Wars (2015).

Marvel ha sembrado piezas durante años: el multiverso, las incursiones, los mundos paralelos. Ahora parece que el tablero está listo para la jugada maestra. Y en el centro de todo podría estar un niño con el poder de rehacer la realidad a su antojo.

Franklin Richards aún no habla. Pero su papel en el futuro del UCM podría ser más fuerte que mil líneas de diálogo: él es el futuro, literalmente.