El Caso Jeffrey Epstein: las cartas de Woody Allen y otros famosos que acaban de salir a la luz

Cuando parecía que las consecuencias del caso Jeffrey Epstein comenzaban a diluirse tras seis años de su muerte, se han producido una nueva serie de revelaciones que engrosan el círculo amistoso del magnate financiero. Al mismo tiempo, figuras como el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton han sido llamados a declarar ante la cámara baja del Congreso de Estados Unidos junto a dos antiguos directores del FBI y seis exfiscales generales.

Aunque la relación del expresidente con Epstein ya era de sobra conocida, la investigación hace ahora hincapié en una serie de cartas nunca antes vistas publicadas por The New York Times, que hacen patente — y amplían — la relación del delincuente sexual con políticos, famosos, académicos e intelectuales en el marco de su 63º cumpleaños.

Epstein, una curiosidad sin límites

Dichas cartas no dejan lugar a la imaginación en lo que a nombres se refiere. El cineasta Woddy Allen, el ex primer ministro israelí Ehud Barak, el lingüista y filosofo Noam Chomsky o el físico Lawrence Krauss, son solo algunos de los nombres que figuran en la variopinta lista de cartas dedicadas a Epstein. Su contenido, por el contrario, resulta ciertamente más desagradable si se ha seguido con detalle el desarrollo del caso. En su carta, Barak asegura a Epstein que "No hay límites para tu curiosidad", o incluso llega a calificarle como "un coleccionista de personas"; otros como Allen, hacen hincapié en las fiestas y cenas que organizaba el de Brooklyn, un despliegue de pompa y circunstancia que el director de cine reseñaba como siempre "interesantes" y "bien servidas".

Por otra parte, el Times ha proporcionado una serie de fotografías inéditas en las que puede observarse el interior de la residencia de Epstein. Aunque varios cuadros y otros objetos — cada uno más excéntrico que el anterior — evidencian la obsesión sexual del financiero, puede que lo más destacado resida en una serie de fotografías que el estadounidense atesoraba en su vivienda. Cual Hall de la fama, puede observarse a Epstein compartiendo marco de fotos con figuras como el Papa Juan Pablo II, el artista Mick Jagger, el empresario y magnate Elon Musk o el expresidente de Cuba Fidel Castro.

Trump, también señalado

Pese a que la amistad entre Donald Trump y Epstein era de sobra conocida — más que su relación con el expresidente Clinton — el republicano volvió a posicionarse en el punto de mira el pasado julio. Hace un mes, el Wall Street Journal hacía pública la información relativa a un dibujo de una mujer desnuda firmado por Trump, que el presidente de Estados Unidos habría enviado a Epstein como felicitación en el año 2003. Aunque Trump ha negado dichos hechos y ha demandado al periódico por difamación, se ha dado a conocer con posterioridad que su nombre se encuentra entre los archivos del Caso Epstein; sin embargo, esto no implica propiamente ningún factor de criminalidad.

Un desenlace agridulce

Aún con un componente inquietante, esta lista de cartas mantiene el propósito que, al parecer, la línea de investigación ha seguido en los últimos años. Tras la muerte de Epstein, los esfuerzos del Departamento de Justicia se han centrado en "tirar de la cuerda" y seguir recabando más posibles nombres implicados en el caso; una figura clave para ello, ha sido la exnovia y cómplice de Epstein, Ghislaine Maxwell, quien recientemente, solito ante un juez federal no hacer público el documento de nueve páginas que recoge las transcripciones sobre la investigación de ambos, tras ser condenada en 2022 a 20 años de cárcel por tráfico sexual.

Aún con los esfuerzos llevados a cabo para esclarecer las implicaciones del caso Epstein, cabe recordar que los cargos de tráfico de menores, tráfico sexual, prostitución infantil, estupro y abuso sexual infantil, asociados al magnate estadounidense, fueron desestimados tras hallarse al mismo colgado del borde de la cama de su celda en agosto de 2019. Así, Epstein nunca fue juzgado por un tribunal federal y — es cada vez más evidente — que algunos pequeños detalles del caso aún siguen campando a sus anchas.