La llamativa razón por la que la hija de Hulk Hogan se negó a ir al funeral de su padre: "Tuve que tomar mi propia decisión"

El pasado 24 de julio, el mundo de la lucha libre se despertaba de luto con la noticia del fallecimiento de Hulk Hogan a los 71 años.

Al ser una muerte inesperada y repentina, su muerte tuvo que investigar y hasta dos semanas después no se ha celebrado su funeral, en la Iglesia Indian Rocks, en la localidad de Largo (Florida), la misma donde fue bautizado en 2023.

Aunque el acto fue privado, se acercaron a él familiares, amigos y muchos rostros conocidos como Triple H; la excodirectora ejecutiva de la WWE, Stephanie McMaho, Dennis Rodman, Chuck Zito, Kid Rock y Bam Marger.

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Sin embargo, se notó una ausencia muy llamativa: la de su hija Brooke Olesky. Conocida por dedicarse a la música y la televisión, y haber aparecido en el reality Hogan Knows Best, muchos esperaban su aparición pero nunca hizo acto de presencia.

De hecho, a principios de año, la hija mayor del matrimonio que formaron Hulk y Linda Hogan (1983 y 2007) explicaba que se había distanciado por completo de sus padres: "Tengo razones completamente distintas para no tener contacto con cada uno de mis padres. No tener contacto con mi madre no tiene nada que ver con mi padre, y no tener contacto con mi padre no tiene nada que ver con mi madre. … Esta decisión se basó únicamente en cómo cada uno de ellos me ha tratado a lo largo de mi vida".

Aún así, no fue esa la razón por la que no asistió al funeral de su padre, si no que fue otra que explicó ella en sus redes sociales tras las especulaciones que provocó su ausencia:

"Mi padre odiaba la morbosidad de los funerales. No quería uno. Y aunque sé que la gente llora la pérdida de un ser querido de muchas maneras, y estoy muy agradecida por todas las celebraciones y eventos organizados para honrarlo, como su hija, tuve que tomar mi propia decisión para honrarlo de la mejor y más genuina manera que conocía... en privado... de la manera que me hacía sentir más cerca de él", asegura.

Al texto le acompañan unas imágenes de su particular homenaje a Terry Gene Bollea - el verdadero nombre de su padre-, junto a su pareja y dos hijos:

"Lo único que faltaba era él en su silla plegable de jardín, viendo las olas y la puesta de sol", lamenta. "Papá, te honramos de la manera más sencilla que mi alma aceptaba. Llevamos a nuestros bebés a la playa y los metimos en las mismas aguas saladas que tú amabas. A Molly le encanta el agua. Creo que será un pececito, como tú me llamabas a mí. Te queremos y honramos las cosas que te hacían tan especial. Cada grano de arena y cada ola me recordaban que era tu bebé de la playa y nos acercaban más a ti. Rezo para que estés en paz y sepas lo mucho que te quiero. Descansa en el cielo, papá", zanja.

Por lo que no parece ni una venganza, ni enfado, si no que ha preferido hacer su propio ritual como a su padre le gustaba.