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"Yesa NO": el grito de protesta de los ecologistas en el Pirineo Aragonés

Un grupo de jóvenes activistas ha realizado una singular acción con sus cuerpos sobre el suelo de este embalse para protestar contra su recrecimiento.

Los activistas, en el embalse de Yesa.

Hay momentos en los que el silencio se rompe por una buena causa. Y en el corazón del Pirineo aragonés, un lugar tan silencioso como bucólico, esa voz ha sido la de medio centenar de activistas que han trazado, en plena tierra del embalse de Yesa, un YESA NO con sus cuerpos. Una acción tan visual como potente que ha quedado documentada a vista de dron.

La iniciativa ha estado enmarcada en la III Escuela de Verano Ecolojóvenes (en Ruesta), y la ha protagonizado la sección juvenil de Ecologistas en Acción junto a otras organizaciones como Guarguera Viva, Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón, Rebelión o Extinción Huesca, Juventud por el Clima-Fridas for Future y Jóvenes co! Su objetivo es claro y contundente: "mantener el Pirineo vivo y luchar por la justicia territorial".

Los ecologistas claman contra el recrecimiento del embalse, un proyecto de ingeniería hidráulica que contempla la construcción de una nueva presa para el pantano de Yesa. Para los activistas, se trata de una grave amenaza que supondría la acumulación de más de 1.078 hectómetros cúbicos de agua, con una elevación de cota hasta los 511 metros, lo que provocaría la inundación de valles fértiles y tierras agrícolas, afectando directamente a los núcleos de población de Sigüés, Artieda y Mianos. Los colectivos medioambientales advierten también de que el proyecto pone en grave riesgo ecosistemas de ribera y zonas protegidas como la Foz de Sigüés.

Un momento de la concentración (foto: Ecologistas en Acción).

A esos daños se suman toda una serie de riesgos geológicos que, según los ecologistas, están bien documentados: "Las laderas que flanquean la presa presentan inestabilidad, con grietas y deslizamientos visibles desde hace años. Los expertos independientes han alertado sobre la fragilidad estructural del embalse y el peligro potencial para la población que habita aguas abajo", recuerdan en una nota de prensa.

Del mismo modo, los ecologistas también ponen el foco en el factor económico: "El proyecto está suponiendo una dilapidación de recursos públicos", denuncian. "Los costes no dejan de crecer, actualmente quintuplicando el presupuesto inicial y alcanzando prácticamente los 500 millones de euros. La primera piedra del recrecimiento se puso en 2001, proyectando la finalización de la obra para el año 2006. En 2025 se plantea una nueva ampliación del plazo de construcción hasta el año 2029, como mínimo".

"La juventud ecologista proponemos generar un horizonte alternativo basado en la justicia ecosocial"

Ante ese panorama, los organizadores se felicitan de la respuesta de los jóvenes activistas. "Estamos muy contentas de que Ecolojóvenes se implique en luchas tan simbólicas como el recrecimiento de Yesa. Parar las agresiones externas al territorio es una prioridad, aunque también nos parece fundamental reivindicar las condiciones de vida dignas en todo el Pirineo, como el empleo, los servicios y la vivienda", explican desde Ecologistas en Acción.

Formación, arte y memoria

La  III Escuela de Verano Ecolojóvenes se ha celebrado del 6 al 10 de agosto bajo el lema "Ecorruralismo o barbarie". Una cita en la que se han celebrado toda clase de talleres y actividades culturales al aire libre.

"Generar estos espacios de encuentro son fundamentales para tejer redes, pero también para alzar la voz frente a la crisis ecosocial y los impactos de los megaproyectos en el territorio y nuestros cuerpos", explica Marina Gros Breto, portavoz de Ecolojóvenes. "La juventud ecologista proponemos generar un horizonte alternativo basado en la justicia ecosocial, el arraigo territorial, la acción colectiva y el decrecimiento”".