¿Cómo frenar los incendios? Esto es lo que opinan los ecologistas
Ecologistas en Acción reclama medidas profundas y sostenidas frente a la ola de incendios, denunciando precariedad en la extinción y la falta de prevención real.
El mes de agosto está siendo trágico en materia de incendios forestales. / Luis Diaz Devesa
La ola de incendios forestales que arrasa España vuelve a reabrir la misma pregunta de otros años: ¿se podía haber hecho algo más para evitar tanto fuego?. Para Ecologistas en Acción, la respuesta es clara: se trata de un problema complejo que requiere soluciones igual de amplias y sostenidas. "La urgencia de las situaciones que se están viviendo y las certezas que como sociedad y ciudadanía se demandan, hacen muy difícil hablar y entenderse sobre un tema tan complejo y diverso en su casuística y evolución como es el de los incendios forestales. Pero es necesario un esfuerzo colectivo para poner en marcha medidas de diversos ámbitos que contribuyan a reducir los riesgos para el medio ambiente y las personas", advierte la organización.
La organización ecologista muestra su solidaridad con las personas damnificadas y lamenta las pérdidas humanas y materiales, pero también recuerda que no hay soluciones mágicas. Según su análisis, una de las claves está en atacar de raíz las causas del fuego, la mayoría de origen humano, además de mejorar la gestión del territorio para hacerlo más resiliente al fuego en un contexto de cambio climático cada vez más extremo.
Hace falta "asumir la magnitud del problema y abordarlo de manera integral"
Desde Ecologistas en Acción denuncian la tendencia de la clase política y los medios a centrarse en mensajes simples y recetas rápidas. Según explican, el debate público suele reducirse a fórmulas "que apenas se enuncian en una frase", cuando lo que hace falta es asumir la magnitud del problema y abordarlo de manera integral. "Ampliar la mirada”, dicen, es fundamental para no quedarse en parches.
Fuego y precariedad
Hay dos factores que para la organización no deben olvidarse: la reducción de las causas que provocan los incendios y la actuación temprana en su extinción. Sobre el primer punto, los datos son contundentes: el informe "Los incendios forestales en España" (2019) revelaba que el 80,77 % de los incendios tiene origen antrópico, ya sea por negligencia o por acción dolosa. A pesar de ello, solo en un 17 % de los casos se identifica a la persona responsable, y apenas en un 2 % de los incendios provocados se detiene al culpable. "Quienes generan incendios deben asumir las responsabilidades correspondientes (penales o administrativas)”, reclaman, y piden más políticas de prevención respaldadas por apoyo político y social.
Tras ocho de cada diez incendios está la mano del hombre. / Michael Hall
En cuanto a la extinción, Ecologistas en Acción admite algunos avances técnicos, pero insiste en que la dotación de medios sigue siendo insuficiente. "Se deben dotar de medios suficientes y condiciones de trabajo dignas a los equipos de extinción", apuntan. La situación se agrava en comunidades como Castilla y León, donde los sindicatos han denunciado la sustitución de vigilantes de torres por cámaras —un sistema "a todas luces ineficaz"—, la falta de previsión, las jornadas interminables y la ausencia de formación adecuada. Por eso, la organización reclama dignificar las condiciones laborales y acabar con la temporalidad y precariedad de quienes combaten el fuego en primera línea.
Aumentar la resiliencia del territorio
La otra gran batalla se libra en el terreno de la gestión forestal. El 55 % del territorio español es superficie forestal, con un 37 % de superficie arbolada en expansión debido al abandono rural. Ecologistas en Acción defiende que la gestión debe adaptarse a cada territorio y siempre con criterios de conservación y adaptación al cambio climático. "El conocimiento científico nos indica que deben limitarse las extensiones de las plantaciones forestales, también de pináceas, y favorecer la diversidad y la discontinuidad de las masas forestales, para tratar de contener la rapidísima propagación que estamos viendo en estos últimos grandes incendios", sostienen.
Los ecosistemas forestales maduros muestran mayor resiliencia frente a incendios
En este punto, la organización carga contra las plantaciones de especies exóticas, como el eucalipto, que consume grandes cantidades de agua y es altamente inflamable. Su propuesta pasa por fomentar mosaicos agroforestales que combinen campos abiertos con masas arboladas, lo que genera paisajes más resistentes al fuego. Allí donde existen bosques autóctonos, la clave es favorecer la maduración y la complejidad estructural, ya que los ecosistemas forestales maduros muestran mayor resiliencia frente a incendios de gran magnitud.
El gran escollo, reconocen, es la despoblación rural. "Cabe recordar que la gestión extensiva, la que genera el mosaico agroforestal, es posible en aquellas comarcas donde aún queda un mundo rural vivo. Pero lamentablemente ese no es el escenario generalizado, ya que la despoblación afecta a gran parte del territorio, por lo que son urgentes políticas que luchen contra el reto demográfico y faciliten el desarrollo del sector primario, especialmente el de base agroecológica", concluyen.