Jaume Anglada sale de la UCI y recibe las primeras visitas en el hospital

El estado de salud de Jaume Anglada sigue evolucionando de forma favorable tras más de 10 días ingresado en el Hospital Universitario Son Espases de Palma. El cantautor, que era trasladado de urgencia en ambulancia el pasado 8 de agosto tras sufrir un atropello, ha salido de la UCI y ha recibido las primeras visitas de amigos y familiares.

Entre otros, Carolina Cerezuela y Jordi Moyá han acudido al hospital tras conocer la buena noticia. Tal y como ha publicado la agencia GTRES, la actriz y el extenista han mostrado su preocupación a la entrada de la clínica. Sin embargo, ninguno de los dos ha querido hacer ninguna declaración acerca de lo ocurrido ni la situación que rodea a su amigo, especialmente después de la petición de respeto, privacidad y discreción por parte de la familia.

Anglada, que se recupera paulatinamente de un traumatismo craneoencefálico severo, fracturas en la cadera, mandíbula y costillas, ha tenido que pasar por quirófano para una extirpación del bazo, así como la colocación de placas en la cadera y en la cabeza del fémur. Del mismo modo, según fuentes cercanas al mallorquín, está previsto que vuelva a ser intervenido de la mandíbula y de la muñeca.

A pesar de las múltiples lesiones, su último parte médico señala que "ha experimentado una sensible mejoría en estos últimos y se encuentra mucho más estable".

Además de la visita de de Cerezuela, la revista Lecturas apunta ―aunque no hay imágenes que lo certifiquen― que el Rey Felipe VI también podría haberse desplazado al Hospital Universitario de Son Espases de Palma para interesarse por el bienestar de su íntimo amigo, precisamente después de interrumpir sus días de descanso para conocer de primera mano la última hora sobre los incendios que asedian nuestro país.

Como ha hemos comentado en las primeras líneas el cantautor viajaba en su motocicleta por la isla, a la altura de la avenida Joan Miró (cerca del Club Náutico de Calanova), cuando un coche le arrolló, dándose a la fuga, tras realizar un cambio de sentido no permitido.

El joven que conducía el turismo fue localizado gracias a las personas que presenciaron el atropello y, apenas 24 horas más tarde, el detenido reconocía arrepentido los hechos ante el juez, así como se comprometía asumir la responsabilidad civil pertinente.

De este modo, el joven de 20 años, que triplicaba el límite legal permitido de alcohol en aire espirado, se enfrenta a cargos de lesiones graves por imprudencia, omisión del deber de socorro y conducción bajo los efectos del alcohol. Unos delitos que podrían abarcar de seis meses a cuatro años de prisión, con retirada de la licencia de conducir durante al menos cuatro años.