Quién es Cristina Bernabé, la 'influencer' que se ha tatuado a Pedro Sánchez y estudia a sus 'haters': "Es más grave que llevar esvásticas"

Hace unos días las redes sociales se llenaron de imágenes que parecían hechas con Inteligencia Artificial (IA): el tatuaje de una joven con el nombre de Pedro Sánchez. Pero no, no era magia, ni 'fake', sino pura rebeldía. "Está peor visto que declararse seguidor acérrimo de Franco, o que tatuarse su nombre es más grave que llevar esvásticas", ha declarado en una entrevista con El Español.

El nombre de esta joven que tanto interés ha polarizado Internet es Cristina Bernabé y se la considera como una de tantas influencers. Pero ella más allá de sus selfies y su estética tatuada, esta alicantina tiene mucho que ofrecer.

La 'influencer' con 40 matrículas de honor

Es educadora social y acumula en su historial académico 40 matrículas de honor. Pero no es por eso por lo que se ha hecho viral, sino por uno de los 30 tatuajes que adornan su piel: el nombre de Pedro Sánchez dentro de un corazón. Y sí, hablamos del mismísimo presidente del Gobierno.

"Me tatué el nombre del presidente antes de las elecciones del 23-J, cuando las encuestas no eran precisamente optimistas para la izquierda", ha señalado ella al diario El Español.

Este tatuaje que ella misma muestra sin ningún pudor (ni debería), ha sido objeto de numerosas críticas, aunque no lo hiciera con ninguna intención política, sino por pura rebeldía.

"Parece que decir públicamente que te gusta el presidente está peor visto que declararse seguidor acérrimo de Franco, o que tatuarse su nombre es más grave que llevar esvásticas en los brazos o consignas nazis en la ropa", resalta con estupor en su entrevista.

Hacer del odio un objeto de estudio

Pese a todos esos mensajes de 'hate' que ha recibido casi desde siempre y más allá de las redes —fue víctima de bullying en el colegio—, Bernabé ha sabido sacar una valiosa lección de la situación. En lugar de contestar o evitar, usó ese odio para su Trabajo de Fin de Máster (TFM) en la Universidad de Murcia.

"Una de las técnicas consistió precisamente en incitar ese discurso para poder analizarlo críticamente desde una perspectiva feminista", ha confesado al tiempo que añade: "Creo que mi imagen de mujer tatuada, maquillada, con alta autoestima y empoderamiento incomoda profundamente a la 'manosfera' e incluso a mujeres que también han pasado a dejarme sus peores deseos".