Por 100.000 euros puedes obtener la nacionalidad de esta isla remota del Pacífico
El pequeño Estado de Nauru, amenazado por la subida del nivel del mar, lanza un polémico programa de "pasaporte dorado" con el que espera financiar su supervivencia.

Vista aérea de la isla de Nauru. / mtcurado
En medio del Pacífico Sur, a miles de kilómetros de las grandes capitales, Nauru libra una batalla desesperada contra el tiempo y contra el océano. La isla, de apenas 21 kilómetros cuadrados y unos 12.000 habitantes, ha anunciado un programa que ofrece la nacionalidad a cambio de unos 100.000 euros. Un precio que puede sonar exótico o incluso anecdótico desde Europa, pero que para este microestado representa la diferencia entre resistir o desaparecer bajo las aguas.
En Nauru el mar crece 1,5 veces más rápido que la media mundial
El Gobierno lo ha presentado como un mecanismo de emergencia. Los ingresos servirán para costear planes de reubicación de la población hacia zonas más elevadas y reforzar infraestructuras que mitiguen el impacto de un fenómeno que no entiende de fronteras: el cambio climático. Las mediciones científicas muestran que en Nauru el mar crece 1,5 veces más rápido que la media mundial, lo que acelera la urgencia de tomar medidas.
Un futuro que se hunde
La situación es crítica. Más del 80% del territorio quedó arrasado tras décadas de extracción de fosfato, un recurso que convirtió a Nauru en uno de los países con mayor renta per cápita del planeta hasta que las reservas se agotaron. Hoy, esa riqueza es solo un recuerdo y lo poco habitable de la isla se ve acorralado por el océano. Nueve de cada diez habitantes podrían verse obligados a abandonar sus casas en los próximos años.
LOS40
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Una de las paradisiacas playas de Nauru. / David Kirkland / Design Pics

Una de las paradisiacas playas de Nauru. / David Kirkland / Design Pics
Ante esta realidad, las autoridades de Nauru han puesto en marcha un programa de ciudadanía económica que, además de vender pasaportes, intenta visibilizar la situación de un país que se hunde literalmente. No es una idea nueva: a principios de los 2000 ya intentaron algo similar, pero el plan fracasó al descubrirse que había beneficiado a personas vinculadas con redes criminales. Ahora prometen controles estrictos y transparencia, pero organizaciones internacionales de derechos humanos y expertos en corrupción alertan de los riesgos.
Una familia alemana con negocios en Dubái ha sido la primera en hacerse con el pasaporte
Los primeros compradores ya han llegado. Una familia alemana con negocios en Dubái se convirtió en pionera del programa y presume de un pasaporte que da acceso sin visado a casi 90 países. No vivirán en Nauru, ni probablemente la visiten jamás. Su motivación, como la de otros solicitantes, es contar con una segunda ciudadanía que actúe como salvavidas en un mundo inestable.

La bandera del microestado de Nauru. / ffikretow

La bandera del microestado de Nauru. / ffikretow
La paradoja es evidente: mientras unos buscan seguridad jurídica y movilidad global, los habitantes de la isla solo aspiran a no perder su tierra. "Si la comunidad internacional no nos ayuda, debemos encontrar nuestras propias soluciones", declaró recientemente el presidente, David Adeang. La venta de pasaportes es, para él, una cuestión de supervivencia nacional.
El precio del clima
El caso de Nauru abre un debate más amplio sobre el futuro de los países insulares amenazados. Naciones como Tuvalu, Kiribati o las Maldivas afrontan retos similares y se preguntan si tendrán que reinventar su identidad política en un mundo donde el mar borra fronteras. Los expertos recuerdan que los compromisos de financiación climática internacional están muy por debajo de lo prometido y que, sin apoyo externo, los pequeños estados insulares tendrán que recurrir a fórmulas cada vez más extremas.
Nauru se ha convertido así en un espejo incómodo: un país que vende su ciudadanía porque el planeta no reacciona a tiempo. Y aunque la medida pueda sonar extravagante, detrás de esos 100.000 euros por pasaporte hay un mensaje que trasciende lo económico: la supervivencia de comunidades enteras depende de que el mundo deje de mirar hacia otro lado.












