Arturo Pérez-Reverte trae de vuelta a Diego Alatriste tras casi 15 años con ‘Misión en París’: “He tenido mucha presión de los lectores”
Una novela de aventuras que bebe de 'Los tres mosqueteros'

Arturo Pérez-Reverte presenta su novela 'Misión en París'. / Europa Press News
Alatriste es, sin duda, el personaje más emblemático de Arturo Pérez-Reverte. X años después de la publicación de su última historia –El puente de los asesinos-, regresa este 2025 en Misión en París, el nuevo lanzamiento del autor que se avanza un año en el tiempo desde donde lo dejó. Y que se ha convertido en uno de los lanzamientos clave de la temporada.
La pasión por las novelas de caballería y un período olvidado en el sistema educativo –el Siglo de Oro- fueron el detonante para el origen de este personaje protagonista de unos libros de los que se han vendido más de 7 millones de ejemplares. De ese nacimiento han transcurrido ya casi 30 años y han convertido a Alatriste en un mito del siglo de oro.
Llegó a crear hasta 7 novelas, pero llegó un día en el que se dio cuenta de que era demasiado absorbente y de que quería contar otras historias. Fue entonces cuando paró y no había vuelto a él hasta ahora.
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Presión de los lectores
Ha esperado catorce años, pero Alatriste está de vuelta. “He tenido mucha presión de los lectores”, aseguraba en la presentación de Misión en París, su nueva novela, “presión grata que me enorgullece mucho”. Así ha llegado esta octava entrega en cuya acogida ha encontrado algo “divertido y muy español también y es que el libro ha sido acogido ahora con rechazo por dos extremos muy interesantes, la extrema izquierda y la extrema derecha”.
Insiste en que los libres de Alatriste pretenden contar una época “y hay que contarla como fue, con la luz y la sombra. Fuimos gloriosos e infames. Fuimos crueles y magnánimos. Fuimos luminosos y oscuros”.
Inspiración caballeresca
En cuanto a situar la nueva misión en París tiene que ver por Los tres mosqueteros, el libro que leyó siendo un niño y marcó su vida en muchos sentidos. Sin duda en lo literario, con esa presencia de aventura en sus novelas y esos personajes femeninos inspirados en Milady. Ahora pasan por su novela, “sin haber hecho un pastiche”.
“Yo entré con miedo porque han pasado muchos años, igual he perdido el tono”, reconocía sobre el desafío de volver a un personaje catorce años después de dejarlo aparcado. Confesaba que tuvo que volver a leer las anteriores novelas y otras que leyó en su día para ambientarse.
Pero es inevitable que los estragos que ha causado el tiempo en su intelecto se vean reflejados en el personaje que ahora “es más amargo, está más desesperado y tiene más remordimientos que en los otros. Él también ha envejecido, aunque temporalmente ha pasado un año desde el último episodio en Venecia”.
El tema de los remordimientos es nuevo para un personaje que ha bebido de los del propio autor que todavía tiene fantasmas de su época de reportero de guerra. “Alatriste es un personaje oscuro. Le cortó la cara a una mujer cuando en su época de Nápoles y lo recuerda y no lo olvida”, recordaba Pérez-Reverte.
Desprecia al rey Felipe IV, pero le muestra su lealtad. “Se crea su propia moral, amigos, lealtad, valor, dignidad y con eso aguanta. Esta novela es una especie de demostración de que Alatriste todavía conserva como valores”, explicaba.
Los nuevos héroes
“El héroe de corazón puro ya es imposible. Yo no me lo creo y supongo que los lectores tampoco. Esos héroes, El guerrero del antifaz, El Capitán Trueno, El Jabato, que están muy bien y nutrieron nuestra infancia en mi generación y están muy bien, eso ya no funciona porque ya no somos inocentes como entonces”, reflexiona sobre los nuevos héroes.
“El héroe puede ser un tipo normal, incluso un canalla. Una mala persona que, de pronto, la vida hace clic y le pone en una situación en la que hace lo que tiene que hacer. Apaga un fuego, se enfrenta al barro de la DANA, hace frente al coronavirus… Es gente normal que luego desaparece otra vez. El héroe no va por la vida siendo héroe todo el tiempo y ese es el héroe que me interesa”, matiza. Y eso es Alatriste, no un personaje que intente marcar una línea ideológica en el presente, sino una mirada al pasado bajo la sombra de Quevedo –el autor clásico-.
Un personaje que, según su autor, ayuda a filtrar la información que hoy en día difunden, no intelectuales que se han ganado el derecho a influir y opinar, sino cualquiera que haga uso de las redes sociales sin un filtro de educación y cultura. “Personajes como este ayudan a que el receptor tenga herramientas de filtro más afinada”, argumentaba.
La aventura ya está al alcance de todos.














