'De Viernes' arranca la temporada con las lágrimas de Rocío Flores, Montoya y Lydia Lozano en su regreso a Mediaset

Telecinco ha dado el pistoletazo de salida a la nueva temporada de ¡De Viernes! con un programa cargado de emociones, reencuentros y confesiones que han marcado el regreso de tres rostros muy esperados por la audiencia: Rocío Flores, José Carlos Montoya y Lydia Lozano. Algo con lo que han logrado su mejor dato de audiencia en lo que va de año, con un 14.1% de share.

La vuelta de ¡De Viernes! ha traído consigo, a su vez, el retorno de personajes que han protagonizado intensos capítulos en la historia reciente de Mediaset. Rocío Flores, tras años de silencio y distanciamiento del foco mediático, se convirtió en el gran reclamo del programa con una entrevista íntima y reveladora. Montoya, por su parte, reapareció tras meses de ausencia para hablar de su salud mental y su ruptura sentimental. Y Lydia Lozano, emocionada hasta las lágrimas, oficializó su regreso a Telecinco como colaboradora fija, dos años después del final de Sálvame.

Rocío Flores rompe su silencio tras años de veto

La entrevista de Rocío Flores en ¡De Viernes! ha sido uno de los momentos más intensos y comentados del arranque de temporada. Tras casi tres años alejada de los medios, la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores se mostró visiblemente emocionada y vulnerable, abordando temas familiares que hasta ahora habían permanecido en silencio.

Uno de los fragmentos más impactantes fue su confesión sobre el sufrimiento de su padre: “Pensé que mi padre se iba a suicidar. Llegó un punto en el que sinceramente creí que cualquier día algo iba a pasar. Ha sido muy duro”. Rocío relató cómo Antonio David Flores estuvo tres años sin trabajar, sumido en una profunda tristeza, y cómo ella misma actuaba “en piloto automático”, sintiéndose emocionalmente anestesiada: “Es como si te apuñalaran en el corazón y no sintieras nada”.

Sobre su madre, Rocío Carrasco, la joven fue contundente: “Mi madre me ha destrozado la vida, pero sigue siendo mi madre”. Reconoció que no guarda recuerdos, ni bonitos ni malos, de ella y que ha gastado mucha energía intentando reconstruir una relación que nunca llegó a consolidarse: “Cualquier hija necesita a su madre. Claro que la he echado de menos en muchos momentos de mi vida, claro que me sigue haciendo falta. Pero ella ha decidido no estar”. Y se atrevió a aventurar que si su abuela Rocío Jurado siguiera con vida, nada de esto habría pasado.

También habló de su entorno más cercano, destacando el papel de su hermano David: “Es mi otra mitad, la única persona que ha sabido darme respuestas a preguntas que ni yo misma sabía”. Sobre su hermana Lola, hija de Olga Moreno y Antonio David, dijo: “Es el regalo que me ha dado la vida”. Además, mencionó a Gloria Camila y Gloria Mohedano como pilares fundamentales de su familia materna, y expresó un cariño especial por Ortega Cano: “Es mi segundo abuelo. Me ha criado y le quiero con locura”.

La entrevista también reveló que Rocío ha estado recibiendo ayuda profesional para superar los momentos difíciles: “Te podría decir que soy feliz, pero no te voy a mentir, la realidad es que no. Me siento muy arropada por mi familia, pero ha sido muy duro”.

Montoya reaparece tras su retiro mediático

Montoya protagonizó una de las entrevistas más sinceras y conmovedoras del regreso de ¡De Viernes! a Telecinco. Tras meses alejado del foco mediático, el sevillano se sentó en el plató para hablar abiertamente de su salud mental, su retiro temporal de la televisión y el punto de inflexión que lo llevó a replantearse su vida.

“Yo estaba trabajando, era una persona normal, y de un día para otro cambió todo”, comenzó diciendo Montoya, visiblemente afectado. “Mi cabeza brotó a nivel emocional porque han sido dos programas con una carga mental muy intensa. Yo soy una persona como otra cualquiera que se enamora y que sufre situaciones como cualquier pareja, pero con la diferencia de que somos públicos”.

El momento más duro de su relato llegó cuando confesó que, tras regresar de Supervivientes, se sintió completamente desbordado: “Esa noche en la gala yo no era yo. Cuando llegué al hotel después del programa estaba desesperado, no entendía nada, no sabía qué hacer con mi vida, no encontraba salida ni sentido a nada”1.

Montoya relató que durante unas vacaciones con sus padres vivió un episodio crítico: “Mientras ellos estaban en la playa, me asomé al balcón, miré para abajo y me planteé mi vida porque nada tenía sentido. Mi padre sabía que yo no estaba bien y se vino de la playa en ese momento porque decía que no se sentía tranquilo”.

Entre lágrimas, el joven reconoció que la fama no le compensa: “La fama no me renta. Todo no es el éxito. Yo he trabajado en mi hotel, me gusta la música, el fútbol… Siempre he sido un chico soñador. La televisión me ha dado mucho, pero también me ha quitado paz”.

Montoya también denunció el juicio público al que ha sido sometido: “Se han dicho comentarios muy feos sobre mí y yo no he matado ni a una mosca. Los concursos, el éxito y las audiencias están muy bien, pero eso no es la vida”.

Lydia Lozano, entre lágrimas y fidelidad

El regreso de Lydia Lozano fue otro de los momentos más emotivos de la noche. La periodista, que se incorpora como colaboradora fija al programa, rompió a llorar durante su entrevista, recordando los difíciles momentos vividos tras la cancelación de Sálvame. “Cuando se acabó 'Sálvame'... estaba perdida. Estos dos años he estado totalmente desubicada, yo no era yo. Lo he pasado francamente mal”, confesó entre lágrimas.

Lydia también reveló que ¡De Viernes! le ofreció incorporarse meses atrás, pero rechazó la propuesta por lealtad a sus antiguos compañeros: “A mí se me llamó traidora y lo quiero decir alto y claro: me llamaron hace muchos meses para venir a este programa y lo rechacé por fidelidad. Soy muy fiel”. Su incorporación supone el adiós de Antonio Montero como tertuliano, y marca el retorno de una de las figuras más queridas del universo Mediaset.