Muere el periodista Jaime Chincha a los 48 años tras sufrir un infarto

El periodismo está de luto. Este domingo 7 de septiembre, ha fallecido el reconocido periodista Jaime Chincha Ravines a los 48 años, víctima de un infarto fulminante. La noticia ha sido confirmada por diversos medios nacionales, entre ellos el propio donde él trabajaba, generando una ola de conmoción y tristeza entre colegas, figuras políticas y seguidores de su trayectoria.

Nacido en Lima el 23 de diciembre de 1976, Chincha estudió en el colegio Champagnat y se graduó en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Martín de Porres. Su carrera comenzó en 1999 como parte del equipo fundador de Canal N, en plena crisis política durante el gobierno de Alberto Fujimori. Desde entonces, se convirtió en una figura clave del periodismo peruano, destacando por su estilo frontal, incisivo y comprometido con la verdad.

A lo largo de más de dos décadas, Chincha ha trabajado en medios como Frecuencia Latina, América Televisión, Panamericana, Willax, RPP Noticias y La República. Condujo programas emblemáticos como Octavo Mandamiento, Nada está dicho, Primer Plano y Del Hecho al Dicho, este último transmitido por el canal digital de La República. También incursionó en la docencia universitaria, formando a nuevas generaciones de comunicadores.

Su fallecimiento ocurrió en su vivienda de Miraflores, donde fue atendido por personal médico tras el infarto. La familia ha decidido realizar su velatorio en privado, mientras colegas como Juliana Oxenford, Rosa María Palacios y Anuska Buenaluque han expresado emotivos mensajes de despedida en redes sociales, destacando su calidad humana, su compromiso con las causas justas y su legado profesional.

Jaime Chincha deja una huella imborrable en el periodismo peruano. Su voz crítica, su capacidad para generar debate y su defensa de los valores democráticos lo convirtieron en un referente para el gremio y para la ciudadanía. Su partida prematura representa una pérdida irreparable para los medios de comunicación y para quienes valoran el periodismo como servicio público.

Descanse en paz, Jaime Chincha.