El artista mexicano Caloncho llega de gira a España: “Que esté de moda Latinoamérica, el origen, el respeto a estas expresiones culturales es maravilloso”
Viene a presentar su último álbum, ‘Tofu’ con el que nos llena de optimismo y reflexiones
Caloncho, artista mexicano. / Josue Emmanuel Sotelo Cruz
Óscar Alfonso Castro Valenzuela, Caloncho para su familia y el mundo artístico, es un músico mexicano en la línea de sus compatriotas Ximena Sariñana o Natalia Lafourcade que, como ellas, hace canciones con letras de esas que no solo entretienen, sino que te hacen reflexionar.
Su música tiene un halo de optimismo contagioso y reivindicativo, heredado de ese reggae que tanto le gusta. Y el medio ambiente es su lucha constante que le ha llevado a participar de distintas iniciativas de reforestación.
De hecho, se alimenta solo a base de plantas porque ama la naturaleza que está muy presente en su propuesta musical que este mes llega a España en forma de gira con tres fechas: 10 de septiembre en Valencia, 11 de septiembre en Barcelona y 12 de septiembre en Madrid.
Viene con nuevo disco bajo el brazo, Tofu, que ya le valió una nominación en la última edición de los Grammy Latinos. De todo eso hemos hablado y la primera impresión es que se trata de un hombre que disfruta de la vida, la ciencia, la familia y está en constante búsqueda de nuevas formas de entenderlas y adaptarlas a su cotidianeidad para encontrar la felicidad plena. Esa que alcanza a través del agradecimiento constante por todo lo que tiene.
Pregunta: Otra vez por España, ¿qué has descubierto en este nuevo viaje por aquí?
Respuesta: Llevo apenas dos días tratando de acostumbrarme al horario, así que no te sabría decir todavía, pero siempre muy contento con la oportunidad de venir acá a través de la música. Como que siempre percibo a través de la música, la vacación. Todo me parece exótico aún y me gusta no perder la capacidad de asombro.
P: Tres fechas en nuestro país, ¿qué esperas?
R: Es muy loco porque sigo sin descifrarlo. Siempre tiene el factor sorpresa. Creo que alguna vez hicimos Valencia, acompañando a Carlos Sadness, y muy contento de llegar allí. Y de regresar a Barcelona, que hace dos años que no vamos. Y Madrid, que siempre es garantía.
Te recomendamos
P: ¿Y cómo te la estás planteando?
R: Es la primera vez en mi vida que lo estoy asumiendo de una manera un poco más responsable. Estoy atendiendo a mi cuerpo y mi salud y estoy haciendo ejercicio y tratando de comer bien. Uno llega acá y con esa noción paralela de vacación que te digo, las cañas a las 10 de la mañana… me voy de boca facilito. No soy yo, son mis genes. Está bueno el clima y se percibe esa vitalidad y estoy haciendo un ejercicio de no excederme para poder cantar bien. Al final, lo único que se necesita para cantar bien es descansar, atender la máquina para que exprese bien.
P: Tienes varias giras a tus espaldas, la primera la hiciste con Mon Laferte, ¿qué aprendiste con ella?
R: Fue muy enriquecedora y reveladora. Fue como ver a alguien que estaba muy preparada para el momento que le estaba ocurriendo. En mi caso, que era todo lo contrario, entendí mucho de su organización, de su manera de hacer, no solo canciones, sino equipo e industria. Es alguien super talentosa y con mucha visión. Y muchísima preparación. Supuso aprender y saber de qué va.
Quería insistir un poco en la idea de la alimentación a base de plantas que es en lo que creo y lo que practico
P: Y si ahora pudieras compartir gira con algún artista español, ¿tendrías alguno en mente?
R: Hemos compartido ya con Carlos Sadness. Es un gran amigo y me gusta su forma relajada de llevar su carrera y relacionarse con sus colaboradores.
P: Llegas con Tofu, tu último disco. ¿Una declaración de intenciones el título?
R: Sí. De entrada, es la primera vez que bautizo un álbum sin aún tener las canciones. Simplemente me gustó mucho la palabra, me parece fonéticamente y visualmente muy atractiva. Cuatro letras, dos sílabas, consonante vocal, consonante-vocal, muy atractiva. Y en todos los idiomas se pronuncia igual. Y, por otro lado, quería insistir un poco en la idea de la alimentación a base de plantas que es en lo que creo y lo que practico.
P: Vegetariano, vegano, ¿o cuál de las modalidades?
R: El vegetariano es a lo que se le considera vegano a menos que seas ovolactovegetariano y representa no consumir ningún tipo de producto para el que hubo algún tipo de explotación animal, independientemente del alimento. En mi caso, yo como a base de plantas. El ambientalista perfecto no existe, es lo que dice mi proyecto que se llama Día a Día y siento que, en vegetarianismo, habrá gente que lo haga bien, pero, en realidad, es una búsqueda constante de hacer el menor daño posible. Uno no sabe a veces dónde se probaron ciertas medicinas, qué material está en tus zapatos… No me pongo el concepto de vegano rígido encima de mí porque no sé si lo puedo cumplir a la perfección y por eso no me pongo ese saco. Como a base de plantas.
P: Fruta, Tofu… Y menos mal que Malvadisco no era Malvavisco… ¿Chef en una vida anterior?
R: Me gusta mucho la comida. Siento que es un gran placer. Siento que rayo en el hedonismo, pero afortunadamente conocí otra manera de pensar que se llama el epicureísmo. Antes decía que era un hedonista sostenible, que es el epicureísta, es decir, el no dolor es placer, pero no es necesario seguir con el placer activo porque eso te lleva al dolor de nuevo. Eso es lo que puede generar la comida. Te quitas el hambre y dejas de tener dolor, pero si continúas comiendo, te va a doler la panza.
P: En Superdeli dices: “No es tan imposible la utopía”. ¿Un idealista?
R: Yo creo que sí. Soy medio idealista, pero a la vez suficientemente realista para entender que el mundo no es color rosa. Sin embargo, en función de ese realismo, empezar a andar la acción, no es tan difícil, jajajaja…
P: “Me siento cómodo en mí. Me gusta sentirme así”, cantas en Vitamina D. Eres un hombre feliz, ¿no?
R: Reconozco que sí y reconozco que es un privilegio. Me gusta mi vida y mi realidad.
Caloncho - Vitamina D
P: ¿Te la has fabricado tú?
R: También. Y he tenido mucha suerte para ser honesto porque, a pesar de vivir en un país violento con muchas problemáticas, injusticias, corrupción, etc… logré caer en un sitio donde estoy vivo y tuve la oportunidad de estudiar, de tener donde vivir, de tener que comer y, encima, tener de qué comer y dónde vivir a través de la música. Es un gran privilegio y lo agradezco. Me gusta mucho lo que vivo.
Uno se atraviesa por otro bache emocional y llegas a lugares que no conoces y, afortunadamente, existe la música, que es santuario, que es refugio.
P: “Me caigo bien y por fin me gusta lo que hay”. ¿Hubo algún momento en que no te gustaba lo que había?
R: Al final esta es otra canción optimista, una canción de plenitud escrita desde esa radiación. Pero también, de repente, existe el otro extremo. Tofu tiene mucho de eso, está liviano, está luminoso. Hay una canción que se llama No me caigo bien, en el disco Bálsamo.
P: Un hombre de contradicciones, entonces, que un día se cae bien y otro, no.
R: Entre una canción y otra hay siete años. Uno pasa por todo. Cuando hice Bálsamo pasé por cosas dolorosas. Perdimos un bebé. No sabía que era tan doloroso. Cuando lo escuchaba de alguien era algo que me impactó muchísimo. Uno se atraviesa por otro bache emocional y llegas a lugares que no conoces y, afortunadamente, existe la música, que es santuario, que es refugio y que es bálsamo y así se llama ese disco y aborda otro tipo de sensaciones.
P: En Ánimo dices: “Me resbala lo que digas. Yo no estoy pa' tonterías”. ¿Críticas tal vez? ¿Redes sociales?
R: Sí, exactamente. De repente uno es muy duro consigo mismo en función de la opinión ajena y es algo que estoy tratando de mejorar, que no me importe lo que digan. Acabo de renacer justo este verano. Es un constante aprendizaje esto de existir.
P: Y, ¿cómo llevas lo de las redes sociales?
R: Soy adicto al teléfono como la gran mayoría. Está demasiado bien diseñado, no lo puedo dejar, aunque racionalmente lo tenga identificado.
P: Escuchando Figuras en nubes pensaba en lo rápido que se nos olvida lo importante que es jugar tengas la edad que tengas. ¿Tú juegas mucho?
R: Sí, y me gusta lo mismo desde niño. Eso lo he identificado. Soy un niño responsable. Me gustan las bicicletas y ando en bicicleta lo más que se pueda. Uno de mis primeros recuerdos es andando en bici, justo cayéndome de una bici. Recuerdo el golpe y a qué sabe y a qué huele un golpe en la cabeza. La bici ha sido constante y fundamental. Me gustan las trocas (las camionetas) y esto es como un guilty pleasure al final. Sobre todo, me gustan las 4x4 vintage. Procuro este tipo de juguetes y eso me lleva a andar por senderos y rutas de tierra que me llevan a la naturaleza. Me gusta lo mismo desde niño.
P: De día bien. De noche mal. ¿Una forma de vida?
R: Medio hedonista, posiblemente. Esta es una canción que no refleja mi realidad sino la de un amigo que me estaba platicando su situación tóxica amorosa. Uno debe robar como un artista, steal like a artist, como decía el libro Robo como artista, muy breve y muy bueno. La tesis dice que te inspires de donde puedas. A veces son conversaciones lo que detona una canción, a veces escenas de la vida, paisajes, conocimiento de un libro… y en este caso, es la conversación con un amigo.
Yo no sé qué hubiera hecho con tanta sobre atención y recursos, siento que sería un adulto malcriado. Tener una familia me hizo responsable, no solo económicamente, sino emocionalmente.
P: Y, ¿cuál es la inspiración más inesperada que has encontrado para este disco?
R: Es la primera vez que hice una canción andando en bicicleta, Vitamina D. El proceso de ir al bosque a andar en bici, me encanta. Levantarse de noche, hacer un café y un desayuno ligero e irte a la montaña. Lo saboreo tanto como subirme a la bici.
P: Tienes dos hijos, ¿qué papel han jugado ellos y tu mujer en tu carrera?
R: Me lo he preguntado mucho. Publiqué un álbum previo a tener una pareja estable y familia. Yo no sé qué hubiera hecho con tanta sobre atención y recursos, siento que sería un adulto malcriado. Tener una familia me hizo responsable, no solo económicamente, sino emocionalmente. Tratar de poner mi granito de arena en función de algo positivo.
P: El disco transmite en sonoridad mucho optimismo y buenrollismo, aunque también tiene puntos de realidad. ¿Es fácil encontrar ese brillo en la oscuridad?
R: Yo creo que sí, es perspectiva. Nadie está bien todo el tiempo, pero de uno depende fijarse en lo que sí puedes conocer para poder agradecer y en esa gratitud encontrar algo lindo. Y no es mi opinión, sino que lo dice el Dalai Lama, por ejemplo.
No soy estoico, pero me esfuerzo mucho y hay un proceso de raciocinio emocional para poder hacer una letra sensata y que encima sea estética, que tenga fondo y forma.
P: De la gratitud has hablado en varias ocasiones durante esta charla, está muy presente en tu vida, ¿no?
R: Ese es el truco, es la fuente gratis de la plenitud, felicidad o como lo quieras decir. Y no es mi opinión una vez más, es este señor el que lo dice.
P: El disco fue nominado como mejor álbum Pop Vocal en los últimos Latin Grammy, ¿qué supuso para ti?
R: Me emociona mucho que sea reconocido por la Academia y colegas, productores, compositores, intérpretes. Realmente me esfuerzo mucho. No soy estoico, pero me esfuerzo mucho y hay un proceso de raciocinio emocional para poder hacer una letra sensata y que encima sea estética, que tenga fondo y forma. Fuimos a los premios, estuvo muy chévere. Invité a mi esposa, nos pusimos guapos, es como un episodio extraordinario de la música.
P: En los últimos tiempos el folclore mexicano ha cruzado fronteras a través de la música y ha sido acogido en muchos lugares como nunca antes, ¿cómo valoras esta escena?
R: Me parece increíble. No me encuentro precisamente ahí, pero tengo muchos amigos que lo hacen maravilloso. México es un país con demasiado dentro. Por ejemplo, en el estado donde yo nací, Sonora, fue de los últimos lugares en poblarse. Todo estaba ocurriendo en el centro del país, donde más folclor y efervescencia hubo y ahí está lo que se considera México. Cuando la gente piensa en el país piensa en Jalisco que es donde está el tequila, el mariachi, la artesanía, Oaxaca, donde están los sones y las coplas. Yo como sonorense siento que estoy en la periferia, que estoy como de espectador.
P: Esto nos lleva a esta tendencia de reivindicar la raíz que tan bien ha abanderado Bad Bunny con su residencia en Puerto Rico, ¿por qué crees que se está dando ahora?
R: Creo que es porque se trata de algo muy genuino. La cultura de consumo, la novedad es lo que hace que esto continúe marchando y afortunadamente hay muy buenas tendencias de pronto y esta es una increíble. Que esté de moda Latinoamérica, que esté de moda el origen, que esté de moda el respeto a estas expresiones culturales es maravilloso y a favor.
P: Quedamos a la espera de saber si sonará en alguno de tus conciertos en España. Gracias por la charla.
R: Gracias a vosotros.