Blur y la última gran escapada del britpop: 30 años de ‘The great escape’
El 11 de septiembre de 1995, la banda londinense publicó su cuarto disco, en plena batalla por la corona del britpop
Blur en los 'The Q Music Awards' en 1994. / Fiona Hanson - PA Images
A mediados de 1995, Blur vivía un momento crucial. Tras haber pasado de ser una banda prometedora en el circuito indie londinense a convertirse en símbolo de la cultura britpop gracias a Modern life is rubbish y, sobre todo, Parklife, Damon Albarn y los suyos estaban en el centro de todas las miradas. El grupo había colocado a la Inglaterra urbana y de clase media en el mapa cultural, con canciones llenas de ironía y un estilo que se convirtió en la banda sonora de una generación. El éxito era apabullante, pero también generaba presión: había que confirmar el liderazgo frente a la competencia directa de Oasis, que venía pisando fuerte. Con ese telón de fondo se gestó The great escape, publicado el 11 de septiembre de 1995; un disco que representó tanto la cima como el inicio de una etapa de agotamiento.
La grabación del álbum se llevó a cabo entre enero y mayo de 1995, con Stephen Street como productor de confianza. Blur llegaba a esas sesiones tras un año de giras, premios y exposición mediática constante. El britpop no era ya un fenómeno emergente, sino la nueva corriente dominante, y The great escape estaba llamado a reforzar esa hegemonía. Albarn volcó en sus letras una visión crítica y satírica de la vida contemporánea, con personajes caricaturescos y escenarios cotidianos que reflejaban alienación, rutina y deseo de evasión. El tono, aunque en apariencia ligero, escondía un trasfondo melancólico: era el retrato de una sociedad atrapada en su propio confort y aburrimiento.
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Canciones que marcaron una era
El álbum entregó varios sencillos que definieron aquel año. El primero fue “Country house”, que alcanzó el número uno en el Reino Unido en plena “Batalla del Britpop”, superando a Oasis con su single “Roll with it”. Después llegarían “The universal”, con su atmósfera orquestal y su inolvidable videoclip futurista; “Charmless man”, retrato irónico de un dandi sin rumbo; y “Stereotypes”, un corte afilado y mordaz. Más allá de esos éxitos, el disco contenía joyas como “He thought of cars”, de tono sombrío, “Best days”, una de las composiciones más sensibles de Albarn, o “Yuko and Hiro”, cierre del álbum con aire nostálgico. Con ellas, Blur se movía entre la sátira social y la introspección, confirmando que su talento iba más allá de la inmediatez del britpop.
Blur - Country House (Official Music Video)
El lanzamiento de The great escape fue un acontecimiento en el Reino Unido. El álbum debutó directamente en el número uno de la lista británica y alcanzó el triple platino en apenas unos meses. También logró ventas significativas en Europa continental, con especial fuerza en Francia, Italia y España, donde se convirtió en disco de platino. En Estados Unidos, en cambio, la recepción fue más discreta, aunque llegó a entrar en la lista Billboard, algo poco habitual para una banda británica de ese momento. El contraste entre el éxito masivo en Europa y la tibieza en América reflejaba los límites del britpop como fenómeno global.
Treinta años después, The great escape se recuerda como el cierre de una trilogía iniciada con Modern life is rubbish y Parklife, la etapa más netamente britpop de Blur. Fue un álbum brillante y ambicioso, pero también marcado por la saturación: incluso algunos críticos señalaron un exceso de ironía y un sonido demasiado calculado. Con el tiempo, la propia banda reconocería que aquel disco, a pesar de su éxito, marcaba el final de un ciclo y que la reinvención era necesaria. De hecho, el siguiente álbum, titulado simplemente Blur (1997), apostaría por un sonido más crudo y alternativo.
Aun con esas sombras, The great escape sigue siendo un documento imprescindible de los años noventa, reflejo de un Reino Unido que, entre la euforia cultural y la crítica social, se miraba en el espejo de su propia modernidad. Y en esa fotografía musical de 1995, Blur aparece como una banda en la cima, capaz de hacer historia al tiempo que sentía el vértigo de su propio éxito.