Belén Aguilera se transforma en una bruja pop en 'Anela' para protagonizar su propio viaje onírico
El tercer álbum de estudio de la catalana apuesta por unir el hyper pop con la música lírica

Belén Aguilera lanza 'Anela': su nuevo disco
Tras ser galgo, camaleón y antagonista, Belén Aguilera regresa con Anela, para convertirse en una bruja con muchos trucos bajo la manga. Y es que este disco (el tercer álbum de su carrera tras Superpop y Como me ves nunca he sido mía) marca un punto de inflexión en su carrera. Sobre todo por el riesgo que conlleva. Porque Belén no es de las que sigue una corriente, sino de las que la crea.
Porque la catalana ha dado un paso más y ha apostado por fusionar la música lírica con el pop, una combinación poco habitual en el panorama naciona para abrazaz a aquella Girl and the piano que fue en sus inicios. Eso sí, le da dos toques de su varita mágica y la convierte en una de las voces más interesantes del pop español actual.
Un título que lo dice todo
El propio nombre del disco, Anela, ya es toda una declaración de intenciones. Hace referencia a los sueños profundos, a ese mundo onírico que guía el álbum de principio a fin. Como ella misma explica:
LOS40
LOS40
“El Centauro (que hace referencia a la portada del disco), en el mundo de los sueños, significa la dualidad entre las necesidades racionales y los sueños más intrínsecos y profundos. Para mí Anela va sobre los sueños. Sobre a dónde nos guían los sueños, que muchas veces no es un campo de rosas, sino un mundo fantástico, para bien y para mal, de luces y sombras. De surrealismo y tal”.

Belén Aguilera lanza 'Anela': su nuevo disco

Belén Aguilera lanza 'Anela': su nuevo disco
Mutantes, brujas y otras criaturas
Belén Aguilera siempre ha sido camaleónica. A lo largo de su carrera ha encarnado todo tipo de criaturas: galgos, camaleones, mutantes, brujas… En Anela, esa capacidad de transformación se convierte en el eje central de la trama. De hecho, lo explica muy bien con una de los temas de este disco:
“En Mutantes hablo de esa capacidad mía de transformarme en todas las cosas que veo. Porque yo me veo reflejada en el mundo terrenal y fantástico. Es un poco de ser todo. No me di cuenta hasta que alguien me lo dijo”, confesó la artista.
Un viaje musical lleno de alter egos
Desde el primer tema, Nacer para morir, se percibe la intención de Belén de embarcarse en un viaje introspectivo. A través de sus letras y sonidos, va desvelando sus múltiples facetas: “Soy feliz o lo intento, la nariz crece cuando miento (...) Soy actriz, sonriendo”.
Pero no solo lo hace con palabras. La riqueza sonora del disco es clave para entender su universo. Belén pasa de cantar con un cuarteto de cuerda a sumergirse en sintetizadores y autotune sin perder coherencia. Es una bruja moderna que utiliza todos sus hechizos para conquistar al oyente.

Belén Aguilera en la presentación en directo de 'Anela', su cuarto álbum / Javier Martínez

Belén Aguilera en la presentación en directo de 'Anela', su cuarto álbum / Javier Martínez
Aunque Anela introduce elementos clásicos como las cuerdas, Belén los lleva a su terreno: el hyperpop. Un estilo que ya llevó a su máximo exponente en el EP Metanoia DE 2023 y que aquí se refuerza en temas como Ático o Dramático. La mezcla entre lo lírico y lo electrónico crea una atmósfera única, donde cada canción es una pieza de un puzzle emocional.
El universo de Anela explicado
En Anela, la música no solo acompaña: cuenta una historia. Belén utiliza un abanico entero de recursos sonoros para transmitir emociones y conceptos. De este modo, en Soledad, dedicada a su abuela, recurre a coros distorsionados para evocar lo celestial. En otros temas, como Laberinto o Como puedo volver, la instrumentación actúa como brújula en medio del caos emocional. Y cuando quiere reflejar ansiedad o confusión, distorsiona su voz con autotune hasta el extremo.

Belén Aguilera en la presentación de 'Anela', su cuarto álbum

Belén Aguilera en la presentación de 'Anela', su cuarto álbum
Y es que Anela es un viaje complejo, lleno de matices y capas, que a través de doce canciones (la número trece aún no está disponible en plataformas), Belén Aguilera expone sus miedos, inseguridades, deseos y anhelos. Es un trabajo honesto y valiente, que además marca su debut bajo un sello grande como Sony Music, y que deja claro que Belén, aunque tenga mil alter egos, sigue siendo fiel a sí misma.












