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Conoce a Luis "Shiyuden", el valenciano que mantiene viva tu Mega Drive desde Japón

Una de las mentes inquietas que vive por y para el videojuego clásico en 2025.

Luis "Shinyuden"

Hace unos días os contábamos que Mega Drive, una consola con más de 30 años de edad de la que SEGA ya casi no se acuerda, sigue viva gracias a Shinyuden; el proyecto personal de un valenciano que ha dedicado su vida a traducir y editar videojuegos. Fue tal la sorpresa que no hemos podido evitar contactar con él. Teníamos que hacerle unas cuantas preguntas para conocer algo más de cerca esa aventura.

Luis García, actualmente CEO y propietario de Shinyuden, es una de esas personas que tuvo muy claro cuál era su camino, siempre marcado por el amor a los videojuegos y por la cultura nipona en general: Estudié japonés en la universidad autónoma de Barcelona para especilizarme en traducción de videojuegos y tuve la suerte de entrar a trabajar en la filial europea de Square Enix”.

A partir de ese momento, y solo salvando un pequeño paréntesis que hubo en su carrera profesional, ha vivido y trabajado en Japón.

Luis "Shinyuden" a la caza del videojuego clásico.

Su suerte (que bien podríamos decir que ha sido buscada), le llevó a debutar en una de las compañías más importantes de la industria, propietaria de Final Fantasy, una de sus franquicias fetiche. En sus filas se encargó de la traducción de muchas de sus entregas y acabó trabajando por cuenta propia en exclusiva para Square Enix, hasta que Final Fantasy XV, llamado a convertirse en uno de los proyectos más importantes de su carrera, se vio convertido en un camino lleno de baches y curvas que le hizo replantearse su futuro.

En ese momento, y con un videojuego 'indie' desarrollado con unos amigos en mente, aparece el mundo editorial en el periplo de Luis y surge ''Shinyuden', una empresa japonesa creada en 2018 en Tokyo, originalmente creada para publicar juegos españoles en Japón.

Desde Shinyuden, también se ocupaban de labores propias de otros departamentos; como conseguir el ‘rating’ de edad para el público japonés (en Europa conocido como PEGI, allí es ZERO) o hacer que llegaran hasta los medios especializados japoneses para verlos puntuados en sus páginas.

En paralelo a esa labor y con el amor por el videojuego clásico por bandera, Luis encuentra un nuevo camino para Shinyuden:Soy muy aficionado a los videojuegos clásicos y tengo una gran colección como quizás hayas visto en algún video. En ese momento me planteo dar protagonismo a juegos clásicos, muchos de ellos olvidados o que ni siquiera cruzaron el charco. Gran parte de los juegos ‘indie’ de hoy en día viven y beben de esos clásicos. Son juegos que tienen un espíritu especial, una jugabilidad que permanece vigente, y que plantean un reto que los hace completamente válidos para su juego hoy”.

Ese pensamiento llevó a Luis, junto a Ratalaika (una empresa con la que ya había colaborado en el pasado en el ámbito editorial), a buscar clásicos de los que ocuparse para su relanzamiento en el mercado actual. El catálogo de re-ediciones arrancó con los juegos de Masaya, una compañía japonesa de mucho éxito en la época 8/16 bits y continuó con algunos clásicos del catálogo de Sunsoft como ‘Aero the Acro-bat’ (que algunos recordarán de su infancia) y otros juegazos de Super Famicom (Super Nintendo en Japón) cuyas ediciones originales, además, tiene precios ‘premium’ en el mercado coleccionista:

Matamos dos pájaros de un tiro. Acercamos estos juegos a la gente y encima lo hacemos a precios populares dentro del entorno digital. Pero dimos con el problema del mercado digital y es que los juegos suelen acabar perdidos en los catálogos. Ahí es donde llegó la vuelta de tuerca; pensé en apostar por estos juegos de licencia, pero en formato físico. Decido hacerlo para el mercado español (porque soy español) y empezamos con Mega Drive porque es mi consola favorita, pero vendrán juegos de Super Nintendo y otras plataformas. Tenemos títulos preparados para ir escalonando lanzamientos hasta 2028. Shinyuden se está transformando en una empresa que quiere apostar mucho por el título clásico de licencia y por el formato físico hasta donde pueda llegar”.

Con esa reflexión, hemos saltado de la Shinyuden que empezó nutriendo las tiendas digitales de todas las consolas conocidas, a una compañía que no solo rescata juegos inéditos sino que los hace llegar a los jugadores en su formato original. Una andadura que han inaugurado juegos como Traysia o Vixen 357 (cuyas reservas acaban hoy mismo).

La pregunta que vino a mi cabeza parecía inevitable. En el año 2025, una compañía editando juegos clásicos en castellano, por primera vez en el formato original: cartuchos para una consola de 1990… ¿Se puede vivir de ello? Parece que, con empeño, sí.

Se puede vivir de ello siempre y cuando la empresa se mantenga bajo mínimos; con poco personal y con pocos gastos. Para que esto escale tiene que escalar también la calidad de los juegos editados y, por tanto, el volumen de mercado. Hay compañías como Retro-bit o la propia Limited Run, que lanzan juegos en ediciones clásicas y se agotan. Hay una respuesta muy positiva. Yo creo que sí, se puede vivir de ello, pero hace falta una labor muy fuerte de evangelización, de marketing, para encontrar gente interesada en esto que todavía no está al tanto de ello. Tenemos margen de crecimiento, si no logramos sobrevivir es porque habremos hecho las cosas mal.

Cuando habla de evangelizar, no solo buscar alcance, también quiere poner en valor el trabajo de Shiyuden y del resto de compañías que se atreven con esto: “Tenemos que hacer entender a la gente también que las ediciones que estamos sacando son lo más cercano a un título oficial del catálogo, publicado en su día y descatalogado entonces. Con suerte, si hacemos mucho ruido, conseguiremos que estos catálogos se reabran y que las empresas grandes del sector se den cuenta de que todavía hay un público para estas consolas. No sabemos hasta qué punto será posible pero vamos a intentarlo”.

Evidentemente, en 2025 hay muchas otras formas de jugar títulos clásicos y muchas de ellas piden muy poco gasto de dinero. Luis reconoce como uno de sus mayores competidores el negocio de las maquinitas Anbernic (y similares), siempre a tiro en AliExpress para ser cargadas con centenares de ROMs. Pero no cabe duda de que también son públicos diferentes; el comprador de una copia de Vixen 357 para Mega Drive+ firmada por Shinyuden valora cada papel que esconde esa edición. Desde la portada reversible hasta la tarjeta de registro (como ocurría en los originales). El producto de Shinyuden busca al nostálgico, al coleccionista, al que valora poner un cartucho en una consola original.

Vixen 357 de Shinyuden para Mega Drive.

La otra gran duda que tuve en esta conversación fue cuán difícil es recuperar estos juegos. Esto no se hace “a dedo”. Conseguir los derechos de publicación de un videojuego de la década de los 90 no es para nada tarea fácil:

Son títulos cuyos creadores originales nadie sabe donde están. Cuesta llegar a ellos, cuesta saber si la licencia está vigente o paralizada porque alguno de los creadores pueda haber decidido que no se haga nada con ella… Hay que buscar, investigar y dar con la licencia. Una vez encontrada hay que plantear un contrato o actualizar el existente y hablar de royalties con la gente involucrada en esos juegos. Hay que saber qué cantidad necesitan como adelanto para ceder esa licencia y tienes que convencerles con cifras de por qué deberían cedértela a ti y no a otros. En nuestro caso, tenemos la ventaja competitiva de que nos dedicamos a un mercado local y no existen versiones exclusivas en Español, que es lo que ofrecemos nosotros y que es compatible con que esa licencia se desarrolle en paralelo en otros territorios.

Cuando se cierra toda esa parte contractual, surge el trabajo de localización, una labor complicadísima y muy cara que solo desarrollan auténticos expertos. Pensad que, cuando Shinyuden elige un videojuego, nadie entrega un fichero abierto con los textos listos para traducir. El equipo de Shiyuden (y colaboradores) tiene que “destripar” la ROM original y encontrar dónde y cómo se guardaron esos textos en ella, porque no siempre son ficheros legibles, a veces son gráficos que hay que poner en orden y rehacer en otro idioma. De hecho, Luis cuenta que Vixen 357, el segundo lanzamiento de Shinyuden para MegaDrive, pasó por dos intentos fallidos de localización al mercado inglés que han sido clave para sacar adelante la versión de Shinyuden.

Como véis, detrás de Shinyuden hay un sueño de un verdadero aficionado, un valenciano que quiso formar parte de la industria que tanto amaba y que ha acabado consiguiéndolo y no precisamente por el camino fácil. Además, mucha gente trabajando para que estos pequeños proyectos se hagan realidad, con el deseo de crecer y de llamar la atención de parte de ese público que permanece ajeno a todo este mundillo del videojuego clásico. Así que, poner tu dinero en las ediciones de Shinyuden no es solo comprar un título inédito en castellano en su versión original, también es apoyar el trabajo de unos cuantos que viven por y para los videojuegos.

Luis J. Merino

Técnico de sonido, melómano y amante de los dos...