Esto es lo que nos ha costado a los españoles el calor extremo de este verano (sin contar los incendios)
Sequías, olas de calor e inundaciones dejan en España una factura de más de 12.000 millones de euros, la más alta de toda la Unión Europea. Y lo peor está aún por llegar.
El elevado coste económico del cambio climático. / Olena Malik
El verano de 2025 pasará a la historia no solo por los récords de temperatura, sino también por su impacto económico. Según un estudio de la Universidad de Mannheim (Alemania) con la colaboración del Banco Central Europeo, las olas de calor, la falta de lluvias y las inundaciones han provocado pérdidas de 43.000 millones de euros en la UE, de las cuales 12.200 millones corresponden a España.
Aunque el país no ha sido el único golpeado por el clima extremo, sí encabeza la lista de los que han pagado la factura más alta. Le siguen Italia y Francia, pero a larga distancia. Y conviene subrayar que se trata de un cálculo conservador, que deja fuera fenómenos como los incendios, el granizo o las tormentas de viento.
Un coste que se multiplica
Si hoy la cuenta parece elevada, la previsión para dentro de apenas cuatro años es desorbitada: en 2029, las pérdidas podrían ascender a 126.000 millones en la UE y superar los 30.000 millones en España. "Los verdaderos costes aparecen lentamente", explica la economista Sehrish Usman, autora principal del informe. Los fenómenos meteorológicos no solo destruyen cosechas o dañan infraestructuras: también reducen la productividad laboral, frenan el comercio y encarecen la vida.
Cristobal Escobar
En total, el verano meteorológico dejó en Europa 96 regiones con olas de calor, 195 con sequía y 53 con inundaciones. Tres impactos distintos, pero con un denominador común: la vulnerabilidad económica de sectores clave como la construcción, la hostelería o la agricultura.
Las regiones más afectadas son Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia
Aunque Francia encabeza las pérdidas por calor extremo (4.800 millones), España se lleva la peor parte en materia de sequía, con 10.270 millones en 2025 y hasta 27.600 millones en 2029. Esta cifra supone alrededor del 35 % del coste total en toda la Unión. Las regiones más afectadas son Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia, territorios donde el agua es cada vez más escasa y los cultivos sufren pérdidas millonarias.
El calor, por su parte, resta 1.500 millones este verano y podría llegar a 7.200 millones a finales de década. Navarra, Aragón y Cataluña son las más castigadas. En el caso de las inundaciones, los daños son menores que en Italia o Alemania, pero no dejan de sumar: más de 6.500 millones en 2025 a nivel europeo y 20.000 millones en 2029.
El precio de no hacer nada
El estudio subraya que el clima extremo ya está modelando la economía europea. No es una amenaza futura, sino un problema presente. La conclusión es clara: invertir en adaptación resulta más barato que afrontar los daños. Medidas como proteger las ciudades del calor, mejorar la gestión del agua o reforzar las infraestructuras frente a inundaciones son urgentes si no se quiere que la factura siga creciendo.
Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los investigadores reclaman a los gobiernos un cambio de mentalidad: dejar de ver las catástrofes climáticas como episodios puntuales y asumir que son la nueva normalidad.