Manuel Carrasco, más sincero que nunca sobre su infancia: "No teníamos nada"

Hay veces que es necesario mirar hacia atrás para recordar de dónde venimos. Esto es una práctica que muchos artistas llevan a cabo, sobre todo para no desviar su carrera y mantener la humanidad más presente de lo que la fama a veces les permite. Este es el caso de Manuel Carrasco, que ha demostrado en múltiples ocasiones que no importa cuántos millones recopile en sus canciones ni cuantos éxitos acumule, ya que seguirá siendo ese Manuel que un día soñó, desde Isla Cristina, en convertirse en artista.

Así lo ha dejado claro en una entrevista con Esquire, donde se ha sincerado sobre su infancia y explica por qué se siente orgulloso de su versión de hace 20 años. "Mira, yo me crié en un barrio en el que no teníamos nada, pero ese sentimiento, la dignidad, sí estaba presente. El sentimiento de dignidad, de no venderse a las primeras de cambio, eso sí que me lo traigo de ahí", explica Carrasco haciendo referencia a la Barriada Nuestra Señora del Mar de Isla Cristina, en Huelva.

Este sentimiento de dignidad está relacionado con el que está presente en sus letras. "La dignidad es algo que nos pueden robar, a no ser que tú la pierdas, como yo digo. Y está guay que una canción ponga esa palabra, ese sentimiento, eso que es tan importante para la vida, encima de la mesa, o que al menos nos lo recuerde. [...] ¿Por qué nos afecta todo? Porque no nos conocemos y no sabemos poner límites. Y ahí es donde entran en juego cosas tan importantes como la dignidad, la posibilidad de decir: “Oye, yo por aquí no paso. Y me voy a centrar en esto. Y tú puedes querer intentar tumbarme, y quizás me caiga, pero yo me voy a levantar”", añade.

Sobre esto, concluye en que hay gente que "no tiene" esa dignidad. "El poder parte de ti, porque la vida te va a atravesar por diferentes lugares, pero eso no te lo puede quitar nadie".

Manuel Carrasco se convirtió en noticia hace unos días tras su participación en la gala de homenaje a la Música de Andalucía de los Latin Grammy en Sevilla. Aprovechó su presencia en el escenario, no solo para interpretar El Grito del Niño, Pueblo Salvaje y Soy Afortunado, sino también para improvisar unos versos con una denuncia sobre el conflicto en Oriente Medio.