Eclipse solar parcial: cuándo es, a qué hora cómo verlo y dónde

Este 21 de septiembre, el cielo del hemisferio sur será testigo de uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares del año: un eclipse solar parcial profundo que coincidirá con el equinoccio de septiembre. Este evento, conocido como el 'Eclipse del Equinoccio', marcará el último eclipse solar del año y promete una experiencia visual única para quienes se encuentren en las zonas privilegiadas de observación.

¿A qué hora es el eclipse solar parcial?

El eclipse comenzará a las 17:29 GMT y finalizará a las 21:53 GMT, con su punto máximo a las 19:41 GMT, momento en el que la Luna cubrirá cerca del 80% del disco solar sobre el Océano Pacífico sur. En horario peninsular español, esto se traduce en un inicio a las 19:29, con el máximo a las 21:41.

¿Dónde se podrá ver?

La visibilidad estará limitada a regiones remotas del hemisferio sur. Las mejores vistas se darán en:

• Nueva Zelanda: especialmente en la isla Stewart, donde se alcanzará una cobertura del 73%. Ciudades como Christchurch, Wellington y Auckland también disfrutarán de una cobertura significativa entre el 60% y el 69%.
• Australia: Macquarie Island será el punto más destacado, con hasta el 78% del Sol oculto. En cambio, ciudades como Sídney y Melbourne apenas verán el fenómeno o no lo verán en absoluto.
• Antártida: estaciones como Zucchelli y McMurdo presenciarán un eclipse profundo, con coberturas superiores al 70%.

¿Cómo verlo?

Para quienes no estén en las zonas de visibilidad directa, el eclipse podrá seguirse en directo a través de plataformas como YouTube, gracias a transmisiones organizadas por sitios especializados como Time and Date.

Es fundamental recordar que nunca se debe observar el Sol directamente sin protección adecuada. Se recomienda el uso de gafas para eclipses certificadas bajo la norma ISO 12312-2 o visores solares de mano. Las gafas de sol comunes no ofrecen la protección necesaria y pueden causar daños irreversibles en la visión.

Este eclipse no solo destaca por su profundidad, sino también por su simbolismo: ocurre justo antes del equinoccio, cuando el día y la noche se equilibran en todo el planeta. Una oportunidad única para reflexionar sobre la precisión cósmica que rige nuestro universo.