A la sombra de Astroboy brilla Dororo: el manga oculto de Osamu Tezuka que revive en España

Hablar de Osamu Tezuka es hablar del “Dios del manga”. La comparación no es gratuita: en apenas cuatro décadas de trabajo creó más de 150.000 páginas de cómic y dejó un legado que definió la narrativa gráfica japonesa. Series como Astroboy, Kimba, el león blanco o La princesa caballero han quedado grabadas en la memoria colectiva, no solo por su influencia en el manga y el anime, sino también por haber acompañado a varias generaciones de lectores en todo el mundo.

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Sin embargo, entre la inmensidad de su obra existen títulos menos conocidos en Occidente, joyas que habían permanecido ocultas durante décadas. Una de ellas es Dororo, que Planeta Cómic acaba de recuperar dentro de su monumental proyecto editorial: la publicación de la obra completa de Tezuka en castellano.

Desde hace unos años, Planeta Cómic se ha propuesto un desafío que parecía imposible: reunir en una colección unificada las obras esenciales y secundarias de Osamu Tezuka. Este esfuerzo editorial no solo busca poner en manos de los lectores los clásicos más célebres, sino también rescatar piezas menos accesibles. La llegada de Dororo supone un paso crucial en ese camino, porque ofrece la oportunidad de descubrir un Tezuka oscuro, crítico y sorprendentemente moderno.

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Dororo: una fábula oscura en el Japón feudal

Publicado originalmente entre 1967 y 1969 en la revista Weekly Shōnen Sunday, Dororo se aleja del tono luminoso y optimista de Astroboy. Aquí Tezuka nos transporta al Japón del siglo XV, azotado por guerras y supersticiones. El protagonista, Hyakkimaru, nace sin 48 partes de su cuerpo debido a un pacto demoníaco que su padre —un señor feudal ambicioso— realizó para obtener poder militar. Abandonado al nacer, Hyakkimaru sobrevive gracias a prótesis creadas por un médico, y emprende un viaje para recuperar cada una de sus partes robadas enfrentándose a los demonios que las poseen.

A su lado viaja Dororo, un niño ladrón huérfano que se convierte en su compañero inseparable. Juntos forman un dúo atípico: el guerrero mutilado en busca de sí mismo y el pequeño buscavidas que aporta humor, humanidad y, al mismo tiempo, drama.

Más allá de la aventura, Dororo es un relato cargado de simbolismo. Tezuka denuncia la corrupción del poder, el precio de la ambición y la violencia de una sociedad que devora a los más débiles. El dibujo, aunque mantiene el estilo caricaturesco característico del autor, se torna aquí más expresionista, con trazos violentos y atmósferas cargadas de tensión. La obra combina el ritmo dinámico del shōnen clásico con un trasfondo filosófico y social que sigue resultando actual.

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La edición de Dororo por parte de Planeta Cómic supone un acontecimiento para los aficionados al manga y para los estudiosos de la historieta. No solo porque rescata un título fundamental en la trayectoria de Tezuka, sino porque permite apreciar la diversidad de registros de un autor demasiado encasillado en sus obras “para todos los públicos”.

Con Dororo, descubrimos a un Tezuka que se atreve a mirar la violencia de frente, que no teme mostrar la crueldad de la historia japonesa ni cuestionar el orden establecido. Y al mismo tiempo, ofrece un relato profundamente humano sobre la identidad, la amistad y la lucha contra el destino.

Hoy, más de medio siglo después de su publicación original, Dororo regresa para recordarnos que la obra de Tezuka es inagotable. Si Astroboy fue la semilla del manga moderno, Dororo es la prueba de que en las sombras también crecen flores intensas. Un clásico oculto que, gracias a Planeta Cómic, por fin ocupa el lugar que merece en las librerías españolas.

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