Angelina Jolie rompe el protocolo en el Festival de San Sebastián por una buena razón

Solo le han bastado unas horas en San Sebastián a Angelina Jolie para demostrar que, además de ser una de las mejores actrices del momento, tiene un corazón del tamaño de una catedral. Y es no todas las estrellas de Hollywood harían lo que ha hecho ella este domingo 21 de septiembre.

Angelina ha acudido unas horas al Festival de San Sebastián para promocionar la película Couture, donde encarna a una cineasta con cáncer de mama. La actriz, que actualmente se encuentra rodando en Londres la película Anxious People (dirigida por Marc Foster), ha podido escaparse unas horas para hacer acto de presencia en el famoso festival español, demostrando lo implicada que está con la promoción de esta cinta. Y es que, como su protagonista, ella también ha pasado por un cáncer de mama.

Durante su aparición en el Festival de San Sebastián, Angelina ha demostrado darlo todo por los fans. Y es que, tras posar en el photocall, Angelina ha tenido un gesto que, por desgracia, cada vez se ve menos entre las estrellas de Hollywood. Porque a pesar de la lluvia que estaba cayendo sobre la ciudad, Angelina ha salido corriendo de la zona de photocall para saludar a todos los fans que estaban esperándola. Una imágenes que han sido captadas por el Diario Vasco.

Sus declaraciones sobre Estados Unidos

Durante la rueda de prensa, donde Jolie junto a la directora de Couture, Alice Winocour, los periodistas han tenido ocasión de poder preguntar cosas sobre la película. Ha sido en ese momento en el que le han preguntado a la actriz a qué tiene miedo hoy en día.

Jolie ha estado un tiempo pensando hasta que ha arrancado a hablar: “Amo a mi país, pero no lo reconozco en este momento. Son tiempos muy difíciles. Mi familia, mis amigos, mi visión del mundo es internacional. Y cualquier cosa en cualquier parte del mundo que divida o que limite las expresiones y libertades de las personas me parece muy peligrosa”.

Un pequeño dardo a la situación actual de Estados Unidos, donde el nacionalismo extremo está haciendo mella en la población.