Un gran aullido colectivo para pedir la protección del lobo ibérico
Ecologistas y familias se reunieron en Madrid para recordar el papel esencial de esta especie en nuestros ecosistemas

El lobo ibérico no es una amenaza, sino un aliado. / Miguel A. Quintas V. / 500px
El aullido del lobo ibérico resonó simbólicamente este sábado en pleno centro de Madrid. Frente a una escultura gigante que recordaba la fuerza y la belleza de este animal, un grupo de activistas se reunió este fin de semana para reclamar un futuro seguro para una de las especies más emblemáticas de la península. Con pancartas y lemas como "Aúlla por el lobo", los participantes quisieron llamar la atención sobre la situación de la especie, cuyo futuro depende de decisiones políticas y de un cambio en la percepción social.

La escultura creada por los ecologistas.

La escultura creada por los ecologistas.
El acto fue organizado por la organización ecologista WWF, que lleva décadas defendiendo la conservación del lobo ibérico. "Queremos que se ponga fin a la persecución y que se garantice su protección", insistió su responsable de conservación, subrayando que la supervivencia del lobo no es solo un asunto de fauna salvaje: afecta de manera directa a la salud de los ecosistemas y a la vida en el campo.
Una jornada para aprender y compartir
Lejos de limitarse a un gesto reivindicativo, la cita se convirtió en un espacio de encuentro y aprendizaje. Familias enteras participaron en talleres, juegos de preguntas y cuentacuentos que ayudaron a acercar la realidad del lobo a los más pequeños. Los niños también pudieron crear sus propias caretas de lobo y posar junto a la escultura de gran tamaño instalada para la ocasión, de 2,5 metros de altura y tres de base. El objetivo: transformar la imagen de un animal injustamente estigmatizado en la de un vecino imprescindible de nuestros bosques.
LOS40
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E"l lobo no es un enemigo ni una amenaza, sino un aliado del equilibrio natural"
Los organizadores quisieron desmontar los viejos mitos que han acompañado al lobo durante siglos. "No es un enemigo ni una amenaza, sino un aliado del equilibrio natural", recordaron. De hecho, el lobo desempeña un papel crucial al regular poblaciones de ungulados como los ciervos y jabalíes y prevenir la propagación de enfermedades silvestres. Su presencia contribuye a mantener ecosistemas más sanos y diversos, lo que se traduce también en beneficios para el medio rural.
Una especie clave en peligro
WWF advierte de que los avances logrados en los últimos años para proteger al lobo corren peligro. Según la organización, la especie sufre un retroceso histórico en su protección, empujado en buena parte por campañas políticas que lo presentan como responsable de los problemas del campo. Convertir al lobo en chivo expiatorio, señalan, no solo es injusto, sino que además compromete décadas de trabajo en conservación.
La organización recuerda que la ciencia es clara: sin medidas firmes, la población de lobos en la península puede verse seriamente amenazada. Por eso insiste en que debe recuperarse una protección estricta, alineada con las recomendaciones europeas y con el principio de precaución ante una especie vulnerable.

El lobo sigue en el punto de mira. / Lillian King

El lobo sigue en el punto de mira. / Lillian King
Más allá de la denuncia, WWF invita a la ciudadanía a convertirse en aliada del lobo. La campaña de recogida de firmas lanzada por la organización ya suma más de 200.000 apoyos, un reflejo del creciente respaldo social a la conservación de esta especie. Cada firma, cada gesto simbólico y cada aullido colectivo cuentan para que las instituciones tomen medidas.
El lobo ibérico no es solo un animal emblemático: es parte esencial de nuestra historia natural y cultural, recuerdan los ecologistas. Su supervivencia es también la de los paisajes que habitamos y los servicios que estos prestan a toda la sociedad. En Madrid, durante unas horas, la ciudad se llenó de aullidos que recordaron algo sencillo pero poderoso: proteger al lobo es protegernos a nosotros mismos.












