¿Cuál es el significado tras El Día de la Bestia de Yung Beef?

Yung Beef es el padre del trap en España y una de las fuerzas creadoras de este género en el ámbito hispanohablante. Eso es un hecho. Pero su proyecto artístico siempre ha estado acompañado de un simbolismo que lo sitúa como una de las figuras más influyentes en el desarrollo de la música urbana de la última década, trascendiendo también hacia otros campos como el entretenimiento o la moda. Su más reciente propuesta escénica es prueba de ello, como demostró por última vez este viernes 26 de septiembre en la capital.

El Día de la Bestia, nombre de su último show conceptual, materializa en directo el universo creativo que rodea a Yung Beef. La conexión con la película de Álex de la Iglesia es estética, pero va mucho más allá. Ambas propuestas utilizan la figura del demonio y la liturgia profana como escenario apocalíptico para hablar de excesos, caos y redención.

En el filme, el sacerdote Berriatúa cree haber descifrado en el Apocalipsis el nacimiento del Anticristo en Madrid, una ciudad ya marcada por la violencia, el vandalismo y la marginalización de la clase trabajadora. En el show, Yung Beef convierte el autocine en una catedral invertida, donde los pecados capitales se transforman en bloques narrativos y el público actúa como fieles de una misa oscura. En ambos casos, el epicentro es lo infernal: un lugar donde lo sagrado y lo profano se mezclan.

La idea del ritual también es central. En la película, el sacerdote y sus aliados recurren a invocaciones satánicas en busca de respuestas que nunca llegan del todo. En el concierto, Yung Beef plantea su propio ritual: luces rojas, humo, demonio en escena y un setlist dividido según los pecados capitales.

Finalmente, ambos conceptos giran en torno a la figura del mesías caído o el antihéroe. El cura de la película no encarna la pureza esperada de él. De manera similar, Yung Beef asume la figura de “La Bestia”, un profeta que guía a su público entre excesos, contradicciones y una posible redención. Lo diabólico, en ambos casos, no se entiende como mal absoluto, sino como herramienta para cuestionar dogmas y la supuesta pureza social.

Tanto la película como el concierto emplean la iconografía satánica y el imaginario apocalíptico para construir una misa alternativa: un espacio donde el pecado y el caos no son condena, sino celebración. De hecho, el propio Fernando ha hablado en varias ocasiones de su relación artística con la figura del diablo, negando que sea un mero recurso estético:

“Me protege, para mí es lo único que hay. A ver, es muy guapo, me gusta su estética. Pero él me llama. Yo tengo algo bien con él. Yo no lo veo malo. El demonio para mí no representa nada malo, representa libertad, representa mi trabajo en la música. Si lo piensas, la música está prohibida en todas las religiones”, explicaba en una entrevista reciente.

Y añadía en otro reportaje: “Yo ni soy satánico ni nada, me la suda. Yo es que he vendido el alma al demonio y ya. Yo trabajo para él. Los conciertos siempre son rituales. No los míos, todos los conciertos lo son. Y toda la música, perdona que te lo diga, es satánica. Toda viene de una energía infernal”.

Un setlist traído del Infierno con sus merecidos acompañantes

El Día de la Bestia ofrece un setlist equilibrado que refleja los diferentes estilos del cantante. Hits como Beef Boy, Metallica, Vaso Azul e Infierno no podían faltar. Tampoco el guiño a PXXR GVNG con Cigala. El bloque más reggaetonero estuvo presente con temas de la Mafia del Amor: Multiorgásmica, Tropical, Xapiadora o La disco resplandece, que hicieron vibrar al público hasta que el suelo parecía temblar. También sonó uno de sus éxitos más recientes, Cuando no era cantante.

Varios artistas invitados no quisieron perderse el último show de El Día de la Bestia en Madrid. Soto Asa salió para cantar Me gustaron tus nai; Goa, con quien comparte uno de sus últimos trabajos de estudio, le acompañó en Morfina; Sticky M.A. se unió en Diablo Remix; y 8belial en Wine. Hakim también estuvo presente al inicio del show y más tarde en RS3 y Nike Tiburón.

Dos de los grandes momentos llegaron con la aparición de Omar Montes para cantar Si Tú Te Vas Remix, y con Rifle Bisexual, donde participaron Icy Vedo, yyyy891 y Lorna. Esta última, una de las apuestas emergentes más prometedoras de la música urbana, dejó claro en el escenario por qué está ganando relevancia. Lo mismo ocurrió con Metrika, que presentó en primicia su colaboración inédita con Yung Beef: Tú y yo. Tampoco faltaron dos de los rostros más fuertes de la nueva generación urbana: Xiyo y Fernandezz.

La celebración terminó con una interpretación que casi parecía un proceso de confesión, antes de elevarse hacia donde quiera que vayamos cuando todo se acaba. Una emotiva interpretación de Ready para Morir despidió tanto el show como a su explosivo protagonista, desvaneciéndose ante un público tan enloquecido como conmovido.