¿Cuánta comida tiramos a la basura? La necesaria reflexión sobre nuestra manera de consumir alimentos
Este lunes se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Y aún nos queda mucho por mejorar.

El desperdicio alimentario, un problema mayúsculo. / JohnnyGreig
Hoy es un día para repensar nuestra manera de comprar, consumir y desechar comida. Cada 29 de septiembre, desde 2020, la ONU impulsa el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Una efeméride busca recordar que, mientras millones de personas en el mundo pasan hambre, toneladas de alimentos en perfecto estado acaban en la basura.
El problema es complejo. Según la FAO, alrededor del 13% de los alimentos se pierde entre la cosecha y la venta minorista, y cerca del 17% se desperdicia en los hogares, la restauración y el comercio. En total, la ONU calcula que casi un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial nunca se consume. Y lo más doloroso: con solo un cuarto de esa comida desperdiciada podría cubrirse el hambre de toda la población que hoy no tiene garantizado su derecho a alimentarse.

El modelo productivo genera un gran desperdicio de alimentos. / Andreas Coerper Mainz

El modelo productivo genera un gran desperdicio de alimentos. / Andreas Coerper Mainz
El desperdicio alimentario no es solo una cuestión ética. También tiene un impacto directo en la economía y en el medio ambiente. Como explicó Carlos García, responsable de comunicación de Too Good To Go, en una entrevista con El Eco de LOS40, "el 40% de la producción mundial de alimentos se desperdicia cada año". Eso supone 2.500 millones de toneladas de comida, que cuestan unos 1,1 millones de dólares y que generan el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Cada plátano que tiramos, nos recordó Carlos, equivale a malgastar diez minutos de agua corriendo de un grifo.
LOS40
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El problema va desde la producción agrícola hasta nuestras neveras
Pero la solución no puede recaer solo en los consumidores. El desperdicio alimentario es un problema sistémico, que atraviesa toda la cadena: desde la producción agrícola hasta nuestras neveras. Se requieren políticas públicas eficaces, como la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario en tramitación en España, junto con un compromiso real de empresas, supermercados y restaurantes.
Una tarea de todos
Eso no quita que la ciudadanía tenga un papel fundamental. En los hogares se genera el 50% del desperdicio, lo que significa que pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia: planificar las compras, aprovechar las sobras, conservar bien los alimentos o apoyar la producción local.
La pérdida de alimentos no solo atenta contra la justicia social, también pone en riesgo los recursos del futuro
La pérdida de alimentos no solo atenta contra la justicia social, también pone en riesgo los recursos del futuro. De ahí que la ONU insista en relacionar este día con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el de Hambre Cero. Ejemplos como el Banco Mundial de Semillas, en Noruega, muestran la importancia de proteger nuestra diversidad alimentaria para las generaciones futuras.
¿Y en el día a día? Ahí van tres consejos sencillos para luchar contra el desperdicio alimentario.
- Planifica tus compras: haz una lista antes de ir al supermercado y compra solo lo que realmente necesites.
- Aprovecha al máximo: congela las sobras, cocina con las partes menos usadas (pieles, tallos) y revisa la despensa antes de comprar más.
- Ordena la nevera: coloca delante lo que caduca antes y guarda lo nuevo detrás, así evitarás que la comida se eche a perder.












